Capítulo 27 - La recompensa

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Benjamín

La noche se extiende en silencio en casa. Desde la cena, espero en la habitación, anticipando la llegada de Laia. Después de la confrontación con Caroline y la forma en que Laia se mantuvo firme en su decisión de que se fuera, no puedo evitar sentirme impresionado por su determinación. Y esa determinación merece ser recompensada.

Repaso mentalmente cada detalle de la cena. Aunque nuestra discusión previa había sido algo intensa, no pude evitar notar cómo Laia es una actriz excepcional, fingiendo amabilidad y cariño frente a Caroline. Aunque ella también estaba consciente de la tensión entre nosotros.

Me enorgullece la forma en que Laia ha evolucionado desde que comenzamos este matrimonio. Ha pasado de ser una mujer sumisa y dócil a una que se atreve a desafiar e imponer sus límites. Aunque nuestra relación es complicada, no puedo evitar sentir una extraña satisfacción por su crecimiento.

Justo cuando empiezo a considerar bajar a buscarla, mi teléfono suena. Miro la pantalla y veo el nombre de Daniell parpadeando.

-¿Qué mierda hiciste? - pregunta Daniell con encanto en cuanto contesto la llamada.

-¿Laia está en tu casa? -pregunto teniendo la sensación de que ella ya no está aquí.

-Si - responde molesto - y ahora tengo que dormir en la habitación de huésped porque Issabel metió a Laia en nuestra habitación y me saco por lo que sea que le hayas hecho a Laia.

-No dejes que Laia se vaya - le digo.

-Lo único que quiero es que Laia se vaya - habla y cuelga el teléfono.

Mientras voy de camino a casa de Daniell, no puedo evitar reflexionar sobre lo lejos que ha llegado Laia desde que comenzamos esta farsa.

Aunque nuestra relación es compleja y llena de desafíos, no puedo evitar sentir un cierto orgullo por su evolución.

Al llegar a la casa de Daniell, lo encuentro sentado en una de las sillas de la sala, con una expresión de enojo en su rostro y una copa de whisky en la mano.

-¿En dónde está? - le pregunto.

-En mi habitación con Issabel - responde sin voltear a verme.

No continúo la conversación y camino directamente hasta su habitación.

-El tiempo corre - habla antes de que salga de la sala recordándome el tiempo que me dio para que le diga a Laia que siento algo por ella.

-Vete al carajo - le digo y continúo mi camino.

-Un mes - lo escucho gritar.

-Laia, ¿qué estás haciendo aquí? -pregunto, al entrar en la habitación y tratando de mantener la calma.

Ambas están sentadas en la cama sumergidas en su conversación. Ella se voltea para mirarme, y veo una mezcla de sorpresa y tensión en sus ojos.

-¿Tú que haces aquí? -responde Laia, su voz firme, pero con un matiz de nerviosismo.

-Vine a buscarte - hablo - Issabel nos das un minuto.

-No - responde ella.

-¡Issabel! - advierto y ella sale a regañadientes.

-¿No puedo salir de la casa sin que me sigas? - pregunta Laia en cuanto Issabel cierra la puerta. Luego se levanta de la cama molesta.

-Creí haberte dicho que te esperaba en la habitación - doy pasos lentos hasta ella.

-¿Para qué? ¿para castigarme por correr de mi casa al amor de tu vida? - dice con una sonrisa y en forma burlona.

-El amor de mi vida es dueña de esa casa, así que no puedes correrla - hablo y su sonrisa desaparece.

ÁMAME  (Lazos de Placer #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora