Capítulo 7

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El Kang Hae de 26 años consideraba muy natural la amabilidad de Tae-rim. Como pintor el precio de mis obras lograba superar su valor máximo cada noche y podía conocer a cualquier persona que quisiera y cuando quisiera.

Todos me elogiaban y era muy fácil  recibir disculpas de alguien por más que no haya sido su culpa. Básicamente viví una  vida en la que recibía los servicios de gente, y si tenía una queja, ellos perdían sus  trabajos.  Pensé que estaba bien en ese momento, pero ahora conozco la realidad.

Si no fuese el  empresario más joven, Kang Hae no sería Kang Hae. El doctor no debería pedir  disculpas, por decirme que me manifesté como un omega.

“Está bien”

Por eso decidí reconocerlo; de cualquier manera, es importante ser Omega. Puede ser difícil aun con entusiasmo, pero de todas maneras, no es comparable a como fue mi  vida como beta.

Salí al pasillo después de que me inyectaron el inhibidor y con folletos sobre varias  precauciones que debía tener en cuenta. Me comuniqué anticipadamente con el chofer  y lo encontré hablando con la enfermera.

“Me voy casa”  Dije y el chofer tomó mi equipaje rápidamente.  Gun-min Oh tan caballeroso, era agradable verlo después de tanto tiempo. Vaya, ¿cuándo fue la última vez que lo vi? Parece que; durante mi luna de miel, mi hermano  se acercó a Oh y le pidió que trabajara con él.

Apenas me siento en la trasera del coche, y el conductor Oh me entrega una bebida fría  envuelta en un pañuelo, era juego de remolacha con hielo.

“Según las mujeres, el juego de remolacha es un buen estabilizador de feromonas.”

“Bueno. Gracias”

Esta vez no habrá matrimonio ni luna de miel, así que tendré al amable Oh como chofer. Tan pronto como llegué a casa, recibí una llamada de mi padre. Nunca hubo nada tan misterioso como las llamadas telefónicas de mi padre. Lo escuchaba hablar, dirigir,  alabar y criticar de repente… incluso evaluó a mi hermana y la calificó como una  plebeya.

Al parecer, mi padre me llamó por teléfono para contarme algo impactante. ´Te compre una casa´. No ocultó su orgullo por haber comprado una casa para mí.

“La casa fue construida por Yangban tu arquitecto favorito”  La mano que sostenía el teléfono estaba sudada, y un escalofrío me recorrió.  Una casa, construida por un arquitecto que al Kang Hae-ah de 26 años le gustaba, la cual el insistía en tener, y la misma en la cual el Kang Hae-ah de 32 años se suicidó.

No sabía que decir, mis labios parecían estar pegados. Me gustaría que otra persona  pudiera responder esta llamada por mí. No puedo responder a eso.

´ En esa casa murió tu hijo. Solo podía imaginar las escaleras y mis piernas rígidas. Esa dependencia fría en donde lloré un par de veces.

¿Compraste esa casa? ´

“Al parecer no te gusta mucho.”  Mi padre chasqueó la lengua.

“¿No es necesaria una casa después del matrimonio?”

“Ahhh, noo… solo, solo es un poco…”

“No tienes que aparentar esa actitud adorable, solo ere tú”  “Padre, esto es lo que yo…”

“Entiendo. Oh, te envié regalos a través del Conductor.”

Mi lengua se pegó a mi paladar, ya no podía decir nada. ¿Debería decirle “no lo hagas”  está maldita, por algo que aún no he hecho? ¿O debería confesarle que tengo 32 años, que me suicidé y después volví al pasado? De cualquier manera, sonaría estúpido para el presidente Kang Joon-il.

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