Capítulo 14

508 65 1
                                    

Sin decir ni una palabra, el Sr. Tae-rim me miró por un momento. Solo así pude ver la  pequeña bolsa en su mano.

“Yo, disculpa…”

Llamé de nuevo al Sr. Tae-rim, pero se quedó quieto. Y como si el Sr. Tae-rim fuera un robot al que se le presionó el botón de “reproducir” se movió nuevamente. Abrió la  bolsa de papel marrón y sacó un frasco pequeño que contenía la medicina.

Inmediatamente, la mano del Sr. Tae-rim se dirigió hacia mi rostro. Mi cuerpo temblaba,  así que cerré los ojos. Apreté fuertemente la mandíbula provocando que mis dientes  rechinaran, por lo que colocó sus manos firmemente en la parte posterior del cuello.

“Kang Hae-Ah”.  “…”  “¿Te sientes bien?”

El Sr. Cheon Tae-rim me consolaba, sin saber cuál era mi problema. Más bien, deseaba  que él pensara en mí como un Omega defectuoso a que me sorprendiera sujetándome  del cuello.

“…”  Ya sea que fue desafortunado o afortunado, El Sr. Tae-rim no hizo ninguna pregunta.

Abrí la tapa del frasco y llevé la medicina a mis labios. Entreabrí un poco mi boca  cerrada, como un niño que toma su medicina sabor a fresa para el resfriado, y tome el  jarabe.

Apoyé la cabeza en la almohada levantada y el Sr. Tae-rim se levantó de un salto. Luego  se dirigió a la terraza y abrió de par en par la gran ventana. El viento otoñal sopló y  enfrió mi temperatura corporal.

El Sr. Tae-rim respiró hondo. Me quedé impactado. Ahora estaba claro que mi cuerpo  emitía un aroma… lo hizo contener el aliento para no olerlo.

“Pronto estarás bien. Tu y yo…”  Dijo dándome la espalda. No esperaba que tuviera razón. Como si me hubieran arrojado a algún río frío, ¿se  sentiría así? Mi corazón latía fuerte y mis huesos estaban entumecidos.

Debería haber escuchado a mi hermano. Debí haber rociado algo de perfume. Si no le  gusta, ¿lo debe ventilar todo o seguirá oliendo a cuerpos podridos? Incluso si lo hace, ¿no es un olor que va bien conmigo? Apreté la mandíbula con fuerza. Cerré mis labios y  rápidamente contuve las lágrimas.    Traté de no enamorarme de su amabilidad.

No era el momento de sentir  autocompasión. Incluso el Sr. Cheon Tae-rim; que no conoce mis sentimientos, sintió la necesidad de cambiar el tema de la conversación.

Mirando la vista fuera de la terraza, dijo algunas cosas de negocios. Se trataba de datos de investigación, de cómo avanzaba el proyecto, y dijo que quizás tenga que irse de viaje de negocios al extranjero tarde o temprano.

Después de una larga historia, el Sr. Tae-rim me miró. Froté mis manos húmedas sobre  la almohada. No quería ofenderlo, pero me avergonzaba y no sabía qué hacer para  esconder el aroma de mi cuerpo. Mientras se movía hacia el lado de la cama, el Sr. Taerim se sentó en un asiento vacío.

“No deberías acercarte…”  Tragué saliva y se escuchó el sonido fuertemente cuando pasaba por mi garganta.

“Estoy bien… dijeron que los resultados de la investigación del Sr. Tae-rim eran similares  a los de una empresa de Chicago. El propósito actual de AOM era también una máquina electrónica. Global es fundamental para comercializarlo como un teléfono móvil, por  eso los viajes de negocios son esperados”.

Dije, respirando lo menos posible. Era como si me hubiera convertido en un paciente  con problemas de respiración. El Sr. Tae-rim pareció un poco sorprendido por mis palabras más que por mi aroma.

Resultaba extraño que yo, Kang Hae-Ah; un pintor, hablara sobre el trabajo de la  empresa de Chicago y de la comercialización. Su reacción fue frustrante, así que tuve  que poner excusas.  “…estuve leyendo un poco; desde que nos casamos, creo que puedo hacerlo”

Prueba betaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora