Prueba beta

Capítulo 107

No pude imaginar cuántas veces trepó sobre mi cuerpo y cuántas veces estuve debajo de su trasero. Sus ojos estaban un poco más despiertos que antes. Entonces fue más difícil negarse. En ese momento, estaba preocupado de que, si lo tiraba y lo dominaba, "Cheon Tae-rim" metería en la mente de Kang Hae-ah.

Siento que estoy jugando un mal juego con un jefe de último nivel al que es más difícil despertar, pero todos los jefes son fuertes.

Lamió mis labios y toqueteó mi pecho, mis genitales estaban llenos de emoción. La cantidad de estímulo que había recibido no desaparecía y se acumulaba, la sangre ahora se concentraba en los genitales incluso con pequeños gestos. Para ser honesto, estaba a punto de estallar. Aún así, traté de empujarlo hacia abajo.

Pero Hae-ah me conocía muy bien, hasta las debilidades que ni yo mismo conozco... Tan pronto como mi mano toco su abdomen, "Ughhh..."

Frunció el ceño y se encogió de hombros. Al momento de ver su reacción, perdí mi energía. Sorprendido y desconcertado, mis manos cayeron directamente debajo de las suyas. Todo mi cuerpo se convirtió en una herramienta para su excitación. Hae-ah frotó el cuerpo nuevamente, mientras se encontraba sentado sobre mi pene duro.

Tardíamente me di cuenta que la expresión de dolor que hacía era una actuación. Pero no estaba seguro, debido a que cada vez que intento quitarlo:

"Duele..."

Cada vez que trato de sacarlo:

"Duele... Sr. Tae-rim".

Kang Hae-ah me pone de rodillas con esa palabra.

Pero en lugar de presionarme a la fuerza para tener relaciones sexuales, me mira con ojos inocentes y no se sabe quién está robando a quién .

"Abrázame..."

Un pequeño susurro me hizo enloquecer como si fuera a estallar.

"Incluso si no puedes resistirlo... Está bien anudarme. Por favor quiero hacerlo, por favor... ¿Si?"

No podré vencer a Kang Hae-ah en toda mi vida.

"Te amo..."

Cuando oigo ese susurro, mi corazón late y mis oídos se entumecen...

"Lo amo, Sr. Tae-rim. Realmente... Tanto que a veces tengo ganas de llorar..."

En ese momento, una sensación desconocida alcanzó su punto máximo desde la punta del pie hasta la parte superior de la cabeza. Me devoraron los sentimientos que eran demasiado nobles para llamarlos sexuales y demasiado dolorosos para llamarlos felicidad.

"Yo, mucho... Te amo".

La bombilla de luz en mi cabeza se partió.

"Te amo..."

Me dejé llevar por el instinto. En el momento en que derribé las normas morales que había establecido, llegó una sensación de liberación increíblemente grande. Corrí hacia él lo suficiente como para que Hae-ah se retirara asombrado.

Inmediatamente lo acosté en la cama boca abajo, le lamí las orejas y mordí el cuello. Mientras golpeaba con los dientes la tierna carne, gimió como si llorara.

Mientras empujaba al hombre tan profundamente como me era posible, todo su cuerpo vibraba con el sonido de su corazón. El cuerpo de Hae-ah se estremeció y al hacerlo apretó el agujero, se sintió más familiar que el mío. Sentí que mi pene se retorcía y crecía bajo su piel. En ese momento, no podía decir si era su afecto o la codicia lo que me movía.

De hecho mi cuerpo no era mío en absoluto, olvidé cómo usar mis brazos y piernas. Mis piernas eran escaleras que subían al cuerpo de Hae-ah, y mis brazos se convertían en cuerdas que lo ataban para que no pudiera escapar. Dejando el peso de mi cuerpo sobre él, lo contuve.