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Capítulo 18

Escuché parado desde mi sitio. La insonorización era tan buena que no podía oír los  sonidos de fuera del edificio, pero podía oír los pasos de Cheon Tae-rim subiendo las escaleras en el primer piso.

El movimiento era lento, parecía que él estaba escaneando la casa. Quizás se quejara de que es una casa demasiado grande para que vivan sólo dos personas en ella, que el  interior es demasiado frío y que los muebles son demasiado vistosos…

Mientras espero, inquieto, el sonido de los pasos llega hasta el segundo piso.  ‘¿Cuántos minutos ha pasado?’

“Sr. Kang Hae-ah”

El Sr. Tae-rim me llamó.

Cepillando mi pelo con ambas manos, me acerqué a la puerta de la habitación de  invitados. Cuando me asomo por la puerta, Tae-rim estaba mirando la habitación  matrimonial con confusión porque no podía verme.

Pensé que el inhibidor funcionó bien, incluso para él, era temporal, pero mi olor estaba  bien escondido.

“Estoy aquí”

Tratando de hablar lo más claro posible, dije:  “… Soy noctámbulo, así que tengo un dormitorio separado. Voy a usar el anexo como mi estudio. Bueno, hmm, voy de un lado a otro toda la noche. Pensé que ya te despertarías cuando me fuera a dormir… “

El final de la conversación fue borroso. Fingí tener sueño, así que levanté la mano y me  restregué la cara continuamente. Él me miraba con el rostro tranquilo.

Un familiar ramo de flores colgaba boca abajo en su mano. Era del Sr. Lim, el que dejé junto a las montañas de regalos.

‘¿Por qué lo trajiste aquí?’

Cuando abrí la boca para preguntar.

“Ya veo”

El Sr. Tae-rim terminó la conversación. Luego entró en la habitación.

Sosteniendo el pomo de la puerta, miré hacia el pasillo vacío por un momento y regresé  a mi cama también.

En cuanto me senté, me sentí un poco abrumado por la oscuridad. A quince pasos, en el dormitorio matrimonial con un brillante ventanal, estaba el Sr. Tae-rim, mientras yo me escondía en una habitación pequeña, con las manos temblorosas y los dedos de los pies doblados.

Nunca tuve el valor de dormir solo en esta habitación. Lentamente, me levanté de la  cama y estiré mis rígidos dedos.

Quería dormir profundamente sin tener pesadillas. Para hacerlo, tenía que ver la cara de Cheon Tae-rim. Necesitaba que sus ojos no reflejasen resentimiento u odio hacia mí.

Me olvidé de ponerme pantuflas y me apresuré a salir descalzo al pasillo, donde vi un hilo de luz. Me acerqué lentamente, hasta que llegó a mis pies.

Cuando entré en la habitación matrimonial con la cabeza gacha, el Sr. Tae-rim dejó a un lado lo que estaba leyendo. Aunque me acerqué a él por un lado, no tuve el coraje de mirarlo a los ojos, así que silenciosamente me metí bajo la manta.

Hace un momento, le había dicho sobre dormir separados, y cual lunático, menos de un minuto después  estaba invadiendo su cama.

Acurrucándome suavemente, de espaldas al Sr. Tae-rim.

“… Dormiré aquí hasta que lleguen los estabilizadores. Ya están en camino, así que no se  preocupe”, dije lo más descaradamente posible. El Sr. Tae-rim pareció notarlo. Su sombra moviéndose sobre la alfombra era claramente visible. Extendió la mano por encima de mi espalda y me cubrió con una manta.

“Sr. Kang Hae-ah”, dejó escapar una pequeña risa.-“No me lo trago”  Su gran mano pasó por mi cabello. Sus manos estaban calientes, como si estuviera  tocando un perro grande y peinando mi cabello en dirección a la parte superior de mi cabeza.