Capítulo 41

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Mientras me refrescaba del calor de mi rostro con el dorso de la mano, miré al espejo y  mire mi rostro aturdido.  Era realmente extraño.

Cuando me miro al espejo veo a mi padre y a mi madre, puedo imaginarme con una  apariencia envejecida.

Convirtiéndome en esposo, en padre y luego en abuelo de alguien. Probablemente, sería un esposo asombroso, un padre aterrador y un anciano anticuado que todavía no ha dejado de suscribirse al periódico.

Pero cuando veo a Kang Hae-ah, no puedo imaginarlo envejeciendo. Es difícil incluso  adivinar cómo cambiarán sus ojos, nariz, boca y rostro. No es un esposo o un padre de nadie, es sólo Kang Hae-ah. Parece ser solo Kang Hae-ah.

Por eso tenía curiosidad. Cómo cambiará su vida cuando cumpla 30 años, cuando tenga mi edad. ¿Cómo será el futuro de un hombre tan perfecto y hermoso?

Estoy esperando a casarme con él. Espero pasar el resto de mi vida con él.

“¿Huyo porque estaba asustado?”

Si Eun-cheol se rió a carcajadas. Habían pasado 10 minutos desde que lo traje a la  oficina del CEO con el pretexto de un trabajo importante. Lo ignoré en silencio, durante los 10 minutos, el tipo con una risilla, se burlaba de mí, de Cheon Tae-rim que fue  plantado por un omega de todo este mundo.

Le pareció muy divertido que yo había arruinado la cita posterior para la que me había preparado. No era la primera vez que se arruinaba una cita. No era la primera vez que él huía de una cita asustado.

Pero esta vez fue diferente. Kang Hae-ah, era diferente. Fue el primero en rechazarme a  pesar de que dije que lo había aceptado.

“Deja de reírte.”

Déjenme explicar mi punto de vista.

“¿Cómo es que no te cansas de reírte?

¡Parece que el CEO Cheon no va a casarse!”

Si Eun-cheol de manera más coqueta. Si Eun-cheol tenía su lado irónico desde  antes. Mi  novia, que conocí en mis años de la escuela secundaria, un par de veces  sugirió a renombrar a Sí Eun-cheol y se llamara como ‘madre’. Así que su apodo  fue ‘suegra’ durante varios meses.

Eun-cheol es un hombre, así que incluso si se burlaba de esa manera, debería decirle  ‘suegro’, y no ‘suegra’.

Mi respuesta no pudo ser más aburrida. En ese momento, no sabía que tomar partido  por un amigo por encima de una novia era un delito grave en una relación, así que tal  vez por eso me han abandonado a menudo.

En aquella época no le devolví un golpe por arruinar unas cuantas veces mis relaciones.

Y fue porque los Omegas con los que salí por curiosidad, cuando éramos adolescentes  no eran considerados como futuros compañeros de matrimonio.

Mis cejas se arrugaron al ver a Si Eun-cheol, resoplando y organizando los documentos.

“Pero, ¿por qué te ves así?” Entonces pregunté de repente.

“¿Qué? ¿Por qué de repente quieres discutir, quieres discutir?

“No es así, acaso mi rostro no se ve bien? es un poco extraño.”

Mi cabeza de manera tarde reconoció lo que mi lengua dijo de golpe. Ahora que lo  pienso, fue un poco extraño. Parecía ser el mismo rostro del Si Eun-cheol que solía  conocer, pero de algún modo, es un poco…

“Secretario Si.”  Enderecé mi postura, me apoye sin dejar espacio contra el respaldo de la silla.

“Dame algún consejo.”

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