Mensajes y códigos

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Esas dos frases resuenan en mi cabeza, una y otra vez, sin querer detenerse.

Leer aquello, provocó que mi sistema reaccionara. Mis manos comenzaron a sudar,  estaban frías, mi vista se volvió borrosa, mi corazón iba tan deprisa que creí que en algún momento ya no estaría más en el pecho, comencé a ver en mi mente tantos acontecimientos de lo que podría pasar y todos se hacían más aterradores  uno tras otro. Me sentía de nuevo acorralada, prisionera, iba a ser no solo mi posible última jugada, sino la de todos los que de manera involuntaria involucre y no, no quería que nadie pagara por algo que solo me pertenecía a mi, y si, también se que ellos esperaban que llegara este momento y saldar cuentas, pero mi llegada y lo sucedido días atrás les dio todo el acceso a que ahora ellos estén aquí. Debo hacer algo, me lo repito cada dos  segundos, pero nada llega a mi.

Como era de suponerse después de mi colapso nervioso en el salón, me subieron a la habitación, todos están nerviosos y se culpan, pero no, aquí la única culpable soy yo. Yo que desde que llegué a sus vidas la hice mierda y los acerque a una muerte lenta y segura.

- ¿ en que tanto piensas salvajita ? Y no me mientas,  porque sé cuando lo haces ...

- no puedo dejar de darle vueltas en mi cabeza a esos mensajes... es un maldito Akon, va a destruirme , a destruirnos a todos, por mi culpa.

- No es tu culpa, él es un cabron que se obsesionó con la idea de que tu saldarás la cuenta de tu padre muerto, como si no hubiera sido suficiente los malditos años que ya te tuvo como su prisionera... te juro que voy a hacer que pague salvajita, por ti y por mi hermana...  - me quedo sin decir ni una sola palabra, desde que lo conocí a él poco a poco las palabras fueron quedándose atascadas en mi garganta y ahora se me hace difícil poder decirlas. Sé que estaría dispuesto a cualquier cosa por mi, sé que su instinto criminal  y hasta asesino, ese que adoptó desde lo sucedido con su hermana lo inicita a actuar así, pero no quiero nada de eso, maldita sea la hora que me cruce en su camino, seguiría siendo el hombre temido de Boston, con sus negocios y demás y no cavando su propia tumba gracias a mi aparición. Pero... también es cierto que no puedo engañarme,si, soy una salvaje; una que no se deja de nadie, que siempre tiene algo que decir, pero que cuando su más fiel sombra está cerca,  se vuelve una niña a quien están a punto de darle el mejor regalo de su vida, me vuelvo aquella inocente Ciara que vivía en Vermont,  tranquila, con una pequeña pero bonita familia, sin embargo esta cayó a pedazos con la muerte de su madre, y aunque su padre intento ser el mejor después de eso, la verdad es que nada volvió a ser igual. Nada.

Ahora las cosas han cambiado tanto que me aterra el curso que ha ido tomando mi vida con el pasar de los meses, que ha decir verdad no han sido tantos, aunque se han sentido como muchos. Yo estaba decidida a huir nuevamente, claro, si él aparecía en mi vida una vez más, pero hay ocasiones en que  la valentía no salva vidas, por el contrario, se lleva almas inocentes tratando de ser héroes. Yo quise ser valiente y quedarme y dar la cara aún cuando dije que escaparía, y es por esa misma valentía que hoy no sólo yo sino tres personas más preparan sus armas para enfrentar la muerte, para lograr esquivarla y no dejar que nos arrastre hasta ella. Eso provocó mi acto heroico, un sin fin de caos y sucesos lamentables, que nos dejan a sólo un día de ir tras el maldito italiano y su asqueroso hijo, a quien una vez considere mi amigo. Lo dicho, soy una tonta sin remedio que dice no confiar y creer en las personas, pero ahí esta dejándolos entrar a su vida.

- ey, llevas un buen rato callada, que tanto maquinea esa cabeza.

- no te preocupes, no es nada por lo cual debas preocuparte- o tal vez si.

- bien, yo debo irme, debo... resolver algunas cosas para mañana, en ningún momento estarás sola. - pero y ¿ los mensajes? ¿ él? - tranquila,  voy a estar bien, pudimos detectar los mensajes... es lo importante, pero ahora no hay tiempo que perder, las horas pasan y no hay espacios para un margen errores.

Inevitable Y Oscura TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora