Jidang de las máscaras [COMPLETA]

Capítulo 24

Advertencia: Contenido sugestivo

KAEZE

¿Pinturas con vida? Estaba claro que era obra de los kenxis. Siempre había estado leyendo esos relatos antiguos y leyendas, donde había situaciones parecidas. Quienes otorgaban la bendición a algún objeto eran los zhai.

«¿Hasui es un zhai?», no pudo evitar pensar. De pronto tuvo como una revelación, en donde todo tenía sentido. Hasui era un zhai y había invocado a los kenxis con sus pinturas. Tenía que decírselo a Denzel, pero en ese momento ni siquiera pensó en nada. Estaba boca arriba en su cama, no podía dormir luego de toda esa adrenalina. Intentó darse la vuelta y buscar una posición un poco más cómoda, pero repitió el proceso una y otra vez sin resultado. Decidió sentarse en la cama.

En la cómoda que estaba al lado, tenía una pequeña vela aromatizada, la había conseguido en una elegante tienda de Genki. La compró porque su aroma servía para apaciguar los nervios o las malas emociones, pero al parecer no estaba funcionando mucho. Suspiró con cansancio y se acostó una vez más. El reloj que estaba colgado en la pared marcaba alrededor de las una de la mañana, había estado al menos dos horas tratando de dormirse.

Decidió usar el tiempo en componer algunos poemas, eso siempre lo ayudaba a relajarse más que cualquier otra cosa. Encendió la lamparilla de la mesa que tenía a un lado. Era rectangular, de madera clara y estaba casi a ras de suelo. Se arrodilló en el cojín y agarró una de las muchas hojas en blanco que tenía apiladas allí. Entintó la pluma e inició el primer verso. Su caligrafía era preciosa, y estaba orgulloso de eso. Pero su inspiración no estaba como siempre, estaba como desconcentrado. ¿Era por lo de las pinturas? Trató de ignorar cualquier pensamiento y continuó escribiendo, pero no podía calmar su corazón ¿qué lo mantenía así de ansioso? Apenas llevaba media línea y ya se sentía como desconcentrado. «Vaya, vaya...No es así como me comporto siempre».

Iba a mitad de un verso, el cual llevaba el hanji "Silencio". ¿Por qué de pronto Denzel apareció en su mente? Sí, tal vez porque él era silencioso, pero no tenía sentido. Creía que a lo mejor ese adjetivo lo describía perfectamente y por eso le recordó a él. Y cuando lo hizo, no pudo dejar de pensar. Recordó su cara cuando lo empujó cerca de una pared para ocultarlo de aquella extraña obra. O cuando arriesgó su vida con tal de salvarlo.

«No quiero pensar en esto...No ahora.»

Tendía a sobrepensar demasiado. Y se sorprendió a sí mismo, había maldecido casi en voz alta. Puso ambas manos encima de la mesa de un solo golpe y sin levantarse, cerró los ojos y estiró su cabeza hacia atrás.

—¡Ah!... —suspiró con frustración.

¿Por qué tenía que acordarse del xegiyu a esas horas de la noche? Abrió los ojos y miró al techo, como si este pudiese darle alguna respuesta.

Su cuerpo se sentía extraño, comenzó a sentir un bochorno en las mejillas y luego se cuestionó el por qué se sentía así. Sus latidos comenzaron a ir más de prisa y algo comenzaba a molestarle entre las piernas. Tenía una extraña necesidad, que no sabía cómo explicar. Tampoco sabía por qué de pronto se había sentido así, pero tenía que hacer algo o el sentimiento acabaría torturándolo.

Nunca se imaginó en esa situación y actuaba dudoso, como si alguien estuviera observándolo. Y entonces su mano tuvo un movimiento involuntario en el que quiso tocarse a sí mismo y cuando lo hizo pudo descargar parte de ese sentimiento que estaba revoloteando por todo su ser. Cerró los ojos y apretó los labios a medida que sus suspiros comenzaron a ser más perceptibles. Con su mano libre y a la vez la que tenía apoyada en el suelo, agarraba con fuerza su ropa.

¿Por qué se sentía avergonzado? Y es que no alcanzaba a comprender qué lo había llevado a hacer algo como eso, su cuerpo había estado actuando extraño y parecía estar enterado de un asunto que él todavía no descubría.

Suspiró con cansancio y luego miró su mano extendida. Demonios ¿ahora cómo limpiaba eso? Se quedó por unos segundos procesando lo que acababa de pasar. Todavía su pecho se inflaba recuperando la compostura.

Oyó de pronto la voz de su hermano, hablaba por teléfono con alguien en voz baja, pero el silencio que había en el departamento hacía que incluso se oyeran hasta sus pensamientos. Casi nunca sentía curiosidad de saber en qué asuntos estaba Hasui, pero una frase fue lo que llamó su atención y lo obligó a ponerse de pie para escuchar.

"Kaeze no debe saberlo"

Sabía que, si le preguntaba a Hasui directamente, este se haría el desentendido e incluso era capaz de decirle que escuchó mal.

Se preguntaba con quién estaría hablando a esa hora. No fue difícil para él descubrirlo, las respuestas rápidas del sujeto al otro lado de la línea solo podía ser una persona: Denzel. Y esa llamada solo podía tratarse de algo: el caso.

Sus latidos se enredaron entre sí.

—¿Cree que podríamos discutirlo mañana? Este no es el mejor momento —susurró Hasui—. Organizaré una salida, por favor, sea cuidadoso.

Y entonces la curiosidad se apoderó de él.