KAEZE
Hacía bastante frío, el viento después de la lluvia en Chisana acostumbraba a ser helado, pero para él en ese momento, eso no era importante.
El silencio de ambos era protagonista, pero era acompañado del sonido de los vehículos y de algunas personas que pasaban por su lado. Chisana de noche era todo un mundo, sin embargo, no existía el ánimo para admirar la belleza del paisaje y sus encantos. Solo caminaba junto a Denzel sin un destino fijo, a paso lento.
En un principio, Kaeze llegó a pensar que el xegiyu era desagradable, bruto y poco refinado. Incluso pensó que no tenía corazón, que su corazón no tenía color o que era un ermitaño con amigos que le aguantaban demasiado. Pero él jamás admitiría que se había equivocado, ni tampoco quería aceptar que disfrutaba pasar tiempo junto a él.
Un perro de manchas negras se acercó a ellos moviéndoles la cola, se veía bastante regordete y no tenía collar. Enseguida Denzel se agachó para quedar a su altura y lo acarició en la cabeza. Se veía muy feliz de ver a Denzel.
Kaeze los observaba de pie, Denzel le estiró una mano para que lo imitara, pero él se veía reacio a hacerlo. Finalmente lo hizo, estaba en cuclillas acariciando al cachorro y este le lamió la mejilla en señal de agradecimiento. Esto lo tomó por sorpresa, no estaba acostumbrado y en vez de sentir asco o rechazo, una sonrisa apareció en sus labios.
—Ya es suficiente, puedes irte, Qiba.
El perro le obedeció, no sin antes abalanzarse sobre Kaeze haciéndolo caer de espaldas en el suelo. Al parecer se había encariñado con él.
—¡Oye! —Se quejó, pero luego rio genuinamente.
El perro se fue corriendo tras recibir el llamado de otra persona un poco más lejos. Al ser callejero, tenía muchas casas a las que acudir.
—No pensé que cuidaras de un perro. —Confesó Kaeze.
Pero Denzel estaba con los ojos puestos en una rendija más allá. Poco después, sugirió seguir caminando.
—Ya lo sé. Estás buscando si hay alguien más aquí, otras de las pinturas de Hasui, como Ephemeral ¿no es verdad? —dijo mirando hacia abajo—. Era obvio. ¿Por qué solo yo sería especial? ¿Qué me hace diferente de sus demás creaciones?
—Pero tú eres diferente.
Alzó la vista, no se esperaba ese comentario para nada. Sintió ganas de quedarse con esa extraña sensación para siempre ¿qué era eso tan raro que comenzó a revolverle la cabeza? Era como un adormecimiento, y le gustaba.
—¿Diferente?
Pero Denzel solo asintió. Tenía ganas de escuchar por qué él creía que era diferente, y aunque no sabía del todo si lo decía como algo bueno o malo, pensó que Denzel era sincero en lo que decía.
—Eres tú mismo —dijo Denzel después—, seas un kenxi o no, eres Kaeze.
Vaya, había dicho mucho más de lo que pensó que podía decir y se sentía agradecido. Sentía como si Denzel estuviera intentando subirle el ánimo.
—Sí, me lo dijiste antes. Pero, aunque quiera, no soy como tú, ni como el resto. Soy solo una pieza de arte.
—¿No que amabas el arte?
—Sí. Y tú lo odias. —Le recordó.
Denzel lo miró directo a los ojos ¿qué pasaba por su mente? No podía leer esos ojos color miel, que, en la oscuridad, se veían marrones, como dos perlas oscuras.
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Jidang de las máscaras [COMPLETA]
Misterio / SuspensoUna novela BL de misterio y fantasía. La pintura más icónica del templo Maji fue robada y su autor se ve en la obligación de contratar a un equipo que descubra dónde está. Es así como llega hasta Denzel Ming y su asistente. Denzel debe reunir las p...