Jidang de las máscaras [COMPLETA]

Capítulo 5

DENZEL

Apenas pasó un día y Mitsue insistió en llevarlo a tomarse un respiro a las termas.

—Pensaba en el día tan difícil que tuviste y decidí venir a ver si todo estaba bien —dijo Mitsue cuando se encontraba frente a su puerta.

Aceptó sin muchas objeciones, reconocía que le vendría bien un respiro, aunque en el fondo, nunca dejaba de pensar.

—Gracias por acompañarme, Denny-sou, siempre es un placer.

Denzel no dijo nada, solo se quedó ahí relajado por el calor del agua.

Las termas de Genki se caracterizaban por ser amplias, y al haber tantas, estas no acostumbraban a estar llenas, ya que la clientela estaba repartida entre todas las disponibles. Solo estaban Denzel y Mitsue junto a un par de personas más que apenas les prestaban atención.

—Ya falta menos para el jidang de las máscaras —dijo Mitsue echándose hacia atrás y apoyando su cabeza en el borde—, June debe estar ansioso.

—Sí.

—¿No te parece increíble? Si continúa así, será como Alaiza, ya después no tendrá tiempo ni para vernos.

—Mmm.—Denzel asintió.

—Ah, lo olvidé. Tú no soportas el arte, me pregunto cómo es que terminaste tomando el caso en el que estás ahora.

—Trabajo es trabajo.

—Bueno, eso es cierto. —Mitsue suspiró—. Pero ¿sabes qué? En el teatro de Ginroko suelen organizar banquetes de vez en cuando, la comida ahí es riquísima. Tal vez si la pruebas hasta empieces a asistir más a esos eventos.

—No lo creo.

Su amigo rio por lo bajo.

—Tenía que intentarlo.

Mitsue estaba con los brazos extendidos en la orilla y la mitad de su torso hundido en el agua. Su piel lechosa estaba algo enrojecida por el calor y el vapor. Miró hacia arriba como buscando algo en el cielo.

Denzel lo miró de reojo.

—No había visto un cielo sin nubes desde hacía meses —comentó ensoñado—. Creo que el universo está feliz de tenerte aquí, Denny-sou.

—Esas cosas no tienen efecto en mí, pero en ti sí.

—¿Oh? ¿A qué te refieres?

—¿Qué tal va el asunto con tu jefe?

—¿Eh? —Mitsue sobresaltó, pero luego sonrió tan calmado como siempre—. Bueno, siempre trato de ser diligente, no ha habido problemas de momento.

—Piensas demasiado.

Denzel se llevó una mano a la frente, se veía como afectado por el calor, pero sin duda era relajante.

—Puede que tengas razón...

Hablar con Mitsue era una de las cosas que más relajaba a Denzel, tal vez porque sabía que con él podía hablar de lo que fuera y siempre iba a escucharlo. Estar con él era como sentirse en casa, y aunque Denzel no era demasiado demostrativo, Mitsue sabía que el cariño que se tenían estaba siempre ahí.

Si había alguien que escuchaba a todos por igual y disfrutaba de oír los problemas de los demás para buscar soluciones, ese era Mitsue. Denzel le contó poco de lo que ocurría, sin embargo, eso bastaba. Lo único que podía recalcar era que Hasui sabía algo que no quería decirle y que eso probablemente tenía mucho que ver con el caso.