Jidang de las máscaras [COMPLETA]

Capítulo 34

MIURA

Aunque no hizo ningún comentario al respecto, quería llegar lo más pronto posible, ya era tarde. Cuando entró a aquella casa por primera vez se preguntó lo mismo: ¿cómo es que Denzel tenía de amigo a alguien así? Por lo general, la gente con dinero no le caía bien y a Denzel tampoco, él mismo se lo confidenció hacía tiempo.

Pasó de largo con la intención de ir al sótano, era el lugar que más le llamaba la atención y donde pensaba que podía existir alguna otra prueba que pasaron por alto. Notó que Denzel se detuvo en la entrada como atraído por algún detalle, pero ya se lo comentaría después. Llegó directo a la puerta del sótano y allí había algo interesante. La cerradura estaba desgastada, como si alguien hubiese intentado abrirla con las llaves equivocadas más de una vez. Era poco probable que se tratara de ese tal Hanae, además ¿por qué razón trataría de abrir las puertas de su propio sótano sin las llaves? No estaba defendiendo al sospechoso, pero se le hizo muy extraño.

—Por fin apareces ¿dónde estabas?

—Ocupado. —Denzel se acercó a él.

—¿Tu amigo suele perder sus cosas?

—No realmente. ¿Qué encontraste?

Pero no tuvo que explicarle, Denzel ya se había dado cuenta con solo ojear a su alrededor.

—Mira. —Denzel le enseñó un pequeño plástico de unos dos centímetros—. Alguien está usando esta casa como escondite.

Odiaba no entender cuando Denzel lo hacía parecer tan simple. Frunció el ceño e intentó dar una respuesta que sonara inteligente.

A Miura no le faltaba inteligencia, solo que a veces era algo impulsivo y su obsesión por destacar lo hacía tomar las decisiones erróneas.

—¿Alguien dejó esto aquí?

—Sí, pero es más complicado que eso.

Le explicó que al momento en el que entraron, él se detuvo porque se dio cuenta que el papel cayó de la puerta que abrieron.

—Si te fijas, hay uno de estos en todas las puertas incluso en las corredizas.

Ya lo pillaba. Según Denzel, otra persona los dejó ahí con la intención de saber cuándo el dueño de casa no estuviera cerca. Era un papel muy pequeño, pasó desapercibido incluso para él.

—Hanae jamás notaría esto.

Miura soltó el aire que tenía acumulado en su pecho.

—Si lo que dices es cierto, entonces podrás sacarlo de la policía.

—Sí. Ya hemos terminado aquí, podemos irnos.

Salió junto a él y notó como Denzel miró hacia un sitio en particular.

—¿Qué pasa?

—Aquí hay cámaras. Fíjate bien ahí. —Señaló con un movimiento de cabeza.

Ese sería un dato importante a futuro.

Liberar al amigo de Denzel no les tomó demasiado tiempo, pero todavía quedaba un problema: no podían dejar que regresara a su casa, sabiendo el riesgo que corría y al culpable estar habitando esa propiedad al mismo tiempo.

—Lo mejor será que te quedes con June, tu casa no parece la mejor opción.

—¿Eh? Bueno, si tú lo dices.

—Le avisaré entonces.

Mientras Denzel buscaba su teléfono, Miura no dejó de observar a Hanae. «Este hombre no es normal, es demasiado descuidado con su entorno, sonríe a todo como si nada importara en realidad. ¿Es idiota?».

Era relativamente alto, no más que él, y tenía una media melena rosa con flequillo. Ese tipo no pasaba desapercibido en cualquier sitio, era muy extravagante. Cuando se dio cuenta de que le estaba viendo, sonrió y le hizo una seña con la mano a modo de saludo. Miura entrecerró los ojos con un "¿qué?" dibujado en su cara.

—Me he quedado sin batería —dijo Denzel mirando su teléfono.

—Usa el mío —dijo Miura entregándoselo.

—Gracias.

—¿Puedo irme ahora?

—Busca en las cámaras de seguridad que están cerca de la casa, podría haber alguna pista.

—Déjamelo a mí.

Tenía una tarea y no iba a perder la oportunidad de hacer algo bien.