KAEZE
Lo único que le hacía mantener sus pensamientos en orden era el viento de colores cálidos que le acariciaba la piel igual que plumas suaves. La calle estaba bañada de la luz tenue y grisácea de Chisana, pero en verano se veía mucho más colorido. Llevaba el cabello como siempre, pero con algunos mechones extras por su rostro que se salieron de lugar a causa de la ventisca veraniega.
Cargaba el corazón emponzoñado de la preocupación, había tenido un mal presentimiento toda la tarde y no estaba seguro del por qué. Anduvo a paso lento hasta llegar a la estatua de Izumo de una solitaria plaza que llamó su atención. Estaba rodeada de puestitos de comida y artesanías y más lejos se veía una enorme feria.
El viento soplaba impregnado de olor a las fritangas de la calle adyacente. Se ubicó bajo el techo de una pagoda al lado de la estación de policía, esperando. Estaba tardando, pero no se iría hasta hablar con él. Sopló despacio para librarse del mechón de cabello que cruzaba por su nariz.
—Ahí estás —dijo cuando lo vio salir bajo la lumbre de la entrada.
Él parecía algo consternado, pero no se sorprendió al verlo. Vestía una chaqueta delgada de color oscuro que vio más de una vez, llevaba su mano izquierda inundada en el bolsillo y una expresión seria. Sus ojos trazaban ondas de los tonos de la luz rojiza reflejada de las lámparas esféricas de la guirnalda de la pagoda.
—¿Qué estás haciendo aquí? —Fue su forma de saludar.
—¿De qué hablabas con Hasui?
Notó como Denzel se quedó quieto por un momento y pensó algo, por la forma en la que movió los labios, sabía que estaba mintiendo.
Kaeze era listo.
—De lo mismo. Nada por lo que debas preocuparte.
—¿De verdad? Vi la cara que tenía Hasui, no creo que se tratara simplemente de eso.
—Está bien. —Denzel se encogió de hombros—. Hasui estaba preocupado por ti, pero le avergüenza admitirlo.
—¿Qué?
Hasui no era demasiado demostrativo con él, pero sabía que siempre se preocupaba. No entendía por qué eso era importante ahora, no era como si no lo supiera ya. Decidió creerle.
—¿A dónde vas?
—¿Eso importa?
—Sí.
—Al hospital.
—Oh ¿vas a ver a Mitsue-xi? —suspiró—. Me gustaría ir contigo. Él fue amable conmigo y quisiera visitarlo. Odio que todo esto se relacione con Li'umina Jidang. Hanae me contó lo que pasó.
—¿Hablas con Hanae?
—Sí, cuando fuimos a su casa me dio su número de teléfono. La verdad siento mucho lo que ocurrió, era una de las cosas que quería decirte hoy.
—Entiendo.
Lo siguió por las luces de la feria que iban creciendo a medida que se internaban en los calados recovecos de ella. Para cuando se alejaron de su punto de encuentro, comenzó a hacer más calor, sobre todo porque había muchísima más gente. Aunque fuese verano, se sabía que Chisana seguía teniendo los climas más fríos de todos.
En cuanto el sol decrecía en el cielo, pequeñas esferas de luz comenzaron a titilar alrededor de los matorrales: las luciérnagas eran visibles en medio de toda esa parafernalia y humareda.
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Jidang de las máscaras [COMPLETA]
Mystère / ThrillerUna novela BL de misterio y fantasía. La pintura más icónica del templo Maji fue robada y su autor se ve en la obligación de contratar a un equipo que descubra dónde está. Es así como llega hasta Denzel Ming y su asistente. Denzel debe reunir las p...