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Capítulo 190: Quiero ser la esposa de alguien.

Con tres personas trabajando juntas, se apresuraron a terminar de preparar una mesa completa de platos.

Manitas de cerdo fritas con ají y sal, cigalas en salsa especial, cangrejo picante, pierna de cordero a la plancha, bife de ternera frita. La mayoría eran platos principales, y más carne que vegetales. 

Para alguien como Ning Xi, que siempre estaba a dieta, ¡esta cena fue un gran compromiso! Después de todo, el pequeño todavía estaba demasiado delgado, y Lu Tingxiao también necesitaba más nutrición ya que generalmente estaba muy cansado del trabajo. 

Mirando la mesa llena de platos deliciosos y atractivos, Lu Tingxiao se sorprendió.

- Ahora creo lo que dijiste antes. –

 - ¿Acerca de qué? –

- Sobre convertirse en chef. –

Ning Xi se rio alegremente. 

- ¡Pensaste que estaba exagerando! Estoy un poco fuera de práctica, ¡pero los años de experiencia no mienten! –

- ¿Querías ser chef al principio? –

Lu Tingxiao no entendió.

La sonrisa de Ning Xi se desvaneció. 

- No te rías cuando te diga esto, pero no fue porque quería ser chef, quería convertirme en la esposa de alguien. –

Lu Tingxiao entrecerró los ojos un poco y el más mínimo indicio de hielo salió de él.

- Convertirte en la esposa de alguien. –

Qué frase conmovedora, pero ese 'alguien' no era él.

- ¡Era demasiado ingenua en ese entonces, pensé que el camino al corazón de un hombre era a través de su estómago! ¿Quién hubiera pensado. . . ? –

En este punto, Ning Xi se detuvo de repente y miró con cautela a pequeño tesoro, que estaba mirando la sopa olla con atención. Se acercó un poco más a Lu Tingxiao y continuó en voz baja.

- ¿Quién hubiera pensado que me esforcé mucho? El verdadero corazón se encuentra a tres pulgadas debajo del ombligo. Cociné para él durante años, pero Ning Xueluo sólo tuve que dormir con él por una noche. Patético, ¿verdad? –

- Él es el patético, se arrepentirá. –

Lu Tingxiao la consoló como si estuviera afirmando un hecho.

Ning Xi admitió que realmente se sintió reconfortada por sus palabras y se rio ligeramente. 

- Está bien, hoy es un día tan feliz, no hablemos de cosas que arruinarán el estado de ánimo. Después de que la sopa esté lista, todo lo que tengo que hacer es sofreír algunas verduras, ¡y estamos listos! –

Lu Tingxiao echó un vistazo a la canasta de verduras.

- No compramos vegetales. –

- ¿No lo hicimos? –

Ning Xi se quedó mirando tontamente. 

- ¿Qué hay de la coliflor? ¿Zanahorias? –

- Ninguno. –

-Eh, ¿así que en realidad solo compré carne? ¿Cómo podemos comer todo esto sin verduras? ¡Será demasiado aceitoso! Recibimos algunas berenjenas como regalo, pero no es suficiente para un plato. –

Hasta ahora, tenía ocho platos de carne y solo dos platos de verduras, rodajas de loto en azúcar de caña y rodajas de tomate endulzado en frío.

- ¿Por qué no vas al jardín de Jingli a recoger verduras? -

- ¿Eh? ¿El tiene este tipo de cosas? –

Ning Xi estaba asombrada.

- Mm, tiene un invernadero para verduras en la parte de atrás. –

- ¡Impresionante! ¡Pero debería ser yo la que vaya! ¡Definitivamente no sabes qué elegir! –

- Está bien, entonces miraré la sopa. Deja que pequeño tesoro te lleve, ya que los guardias no saben quién eres. –

Le recordó Lu Tingxiao.

- ¡Está bien! ¡Volvemos enseguida! –

Debido a que el pequeño estaba con ella, Ning Xi pudo entrar al invernadero en el patio detrás de la casa de Lu Jingli sin ningún problema.

Las verduras del invernadero eran realmente increíbles, eran ricas y jugosas, y mucho más frescas que las del mercado, ya que, después de todo, recién se cosechaban.

Mientras cargaba una canasta y arrancaba verduras, una serie de agudos sonidos de alarma se dispararon de repente sobre sus cabezas.

Ning Xi levantó la cabeza.

- ¿Qué está pasando? –

Poco después de eso, hubo un fuerte rugido detrás de ellos.

- ¡Ho! ¡Pequeño ladrón! ¡De verdad te atreves a robar las verduras de este joven jardinero! Eh... Pequeño tesoro... Ning Xi... –

Lu Jingli estaba en pijama, su cabello estaba desordenado ya que recién se había despertado. Tenía una expresión estupefacta en su rostro mientras los miraba a los dos.

Sosteniendo la canasta, las comisuras de la boca de Ning Xi se crisparon.

- Pusiste un sistema de alarma en tu invernadero ¿era necesario ir tan lejos? ¿Tienes oro enterrado aquí o algo así? -