El hijo de Sarada y Boruto.

Capítulo 38

La escena que veían mis ojos era de las más terribles que había visto en mi vida, la aldea destrozada, algunas casas estaban en llamas y los habitantes estaban regados por todos lados.

Busque con la mirada a Sumi, corrí por toda la aldea buacandola y me dio un presentimiento de buscarla por los restos de la torre de la hokage.

Corrí como nunca antes lo había hecho y en cuanto llegue vi a Sumi sosteniendo el cuerpo de su madre mientras estaba arrodillada en el piso.

Soltó a su madre sin percatarse de mi presencia y se levantó sin muchos ánimos viendo que varias lágrimas habían mojado sus mejillas rojas de la impotencia.

--- ¡SUMI! ---le grité mientras corría hacia ella. Sumi me miró y también corrió hacia mí.

Chocamos en un abrazo desesperado y en cuanto tuve a la pelinegra en mis brazos se desahogo en un mar de lágrimas mientras desgarrada su garganta gritando por todo lo que tuvo que ver.

--- Mi madre... ---dijo intentando calmarse--- Intente... intente usar ninjutsu médico en ella... ---respiro agitada mente.

--- Cálmate Sumi. ---acaricie su pelo--- yo estoy contigo. ---bese su cabeza--- Siempre estaré contigo.

Sumi lloraba en silencio mientras se aferraba más a mi, por el cansancio y todo lo que vio, quedó dormida.

La alcé mientras abría un portal para llevarla a mi dimensión pero antes de pasar me detuvo.

--- No quiero irme aún.

--- ¿Estas segura de quedarte?

--- Quiero ver a Ichigo. ---abrio lentamente sus ojos--- Es la única familia que me queda.

--- No digas eso, yo también soy tu familia. ---le sonrei--- Recuerda que somos hermanos.

--- Que cursi eres aveces Uzumaki.

Sumi se bajó y creo un portal a otro tiempo, uno donde estuvieran los akasuki y pudiera ver a su tía.

En cuanto Sumi paso por el portal se desplomó y tuve que sostenerla, camine hasta la guarida de las akasuki para encontrarme con Ichigo.

(...)

--- ¿Que le pasó? Jamás la vi así. ---Ichigo miraba a Sumi mientras estaba sentada en los pies de la cama preocupada por la pelinegra.

--- Parece que alguien atacó su aldea y mató a su madre. ---relami mis labios--- Sumi solo necesita descansar después de haber llorado tanto.

--- Mi niña. ---miro con tristeza el semblante pálido de Sumi--- Deberias volver a tu dimensión por si quieren atacar ahí también.

--- Imposible. ---Ichigo me miró sin comprender--- Estoy en el tiempo de las akatsuki, si vuelvo a mi dimensión estaría en el mismo tiempo ahí.

--- Entiendo. ---volvio a mirar a su sobrina--- Yo cuidaré de Sumi, tu ve a ver a Nagisa.

--- ¿Eh?

--- Te extraña y ahora no puedes hacer mucho por Sumi, solo esperar a que despierte. ---yo asentí sin muchos ánimos.

Sali de la habitación de Ichigo y me dispuse a buscar a la pelirroja, seguí el hilo de chakra que emanaba el anillo.

En cuanto la vi me puse atrás de ella, la iba a abrazar cuando se dio vuelta rápidamente y me sonrió.

--- Crees que no me daría cuenta de la presencia de mi esposo? ---sonrei con algo de culpabilidad.

--- Mi amor, necesito un baño.