Naruto FEM. la hija del jubi

En búsqueda de la princesa Kari.

 Después de haber sido despertados, Karina y Jiren, fueron a despertar a los adultos de la familia para dar la noticia de lo acontecido, cuando todos los adultos estaban despiertos, Karina estaba furiosa, pero lo único que pudo hacer fue liberar su furia sobre Madara Uchiha, ya que ella pensaba que este era el que le había enseñado el jutsu. Madara se le puso al tono y hasta activo su rinnegan, viéndola de frente solo le contesto, de una manera también fúrica, que él no le había enseñado el jutsu de invocación, que él solo le había enseñado jutsu de viento y fuego, que eran los elementos más fuertes de la princesa. La discusión empezó a escalar cuando Jiren y Korina ocuparon sus jutsu de madera para tanto separarlos como para someterlos, Jiren a Madara mientras Korina y posteriormente Kamila se lanzaron a controlar a su hermana. Después de que se calmaron un poco, Jiren solo dijo molesto: "ya basta con esto, en lo que hay que enfocarnos es en ver como recuperaremos a mi pequeña Kari". Jiren sabía que estas discusiones eran inútiles así que prefirió poner a todos a la acción, lo primero era hacer saber al reino que todo estaba bien, para esto, a los ninjas que vieron la desaparición de Kari, Aki les lanzo un genjutsu para eliminar los recuerdos de lo pasado, se acordó que Sarah usaría un clon homúnculo para hacerlo pasar por Kari y que siguiera con su vida normal. Por último, se pusieron de acuerdo de quienes irían a rescatar a Kari, Karina dijo muy segura que ella tenía que ir, seguido de ella, Madara dijo que el también iría, ya que Kari no solo era su estudiante, sino que su protegida, además de que su obligación era defender a la reina, Karina no acepto con gusto la idea, pero no le quedo de otra más que aceptarla, los demás dijeron que ellos se quedarían en el reino, ya que la falta de ellos haría notar que algo estaba mal, además Madara y Karina podían dejar ambos un clon de madera de sí mismos para mantener las apariencias.

Una vez con el plan establecido, Karina y Madara se cambiaron de su ropa para dormir a sus atuendos ninja y partieron a la dimensión de las creaturas de invocación a través del uso del Rinnesharingan de Karina. Estos llegaron primero a la tierra de las babosas, la cual, era un bosque gigantesco, pero no en lo extenso del bosque, sino que en lo alto de los árboles.

Estos empezaron a caminar, después de varias horas llegaron a como un conjunto de árboles que tapaban la luz del sol, al momento siguiente, varias babosas ya los tenían rodeados, estas ya tenían las mejillas infladas denotando que ya iban a atacar con sus ácidos corrosivos, Madara ya se había puesto en posición defensiva cuando Karina solo solicito amablemente una audiencia con su líder. Madara nunca se imaginó que, después de un minuto, llego otra babosa con una franja azul a los lados de su cuerpo, esta era un poco más grande que las babosas que los tenían atrapados, esta no era otra que katsuyu, la babosa de Tsunade, Karina dio un paso adelante y empezó a hablar con la babosa gigante, Karina le pidió que si les permitirían buscar a su hija en su territorio, además de solicitar el apoyo de las babosas. Las babosas al inicio se negaron, pero al sentir su aun enorme chakra solo asintieron y las guardias se empezaron a deshacer, dando lugar a un número extremadamente elevado de babosas con los mismos patrones y líneas distintivas.

Katsuyu permaneció con los visitantes indeseados, aunque no con una postura agresiva. Al cabo de unas horas en la cual los tres permanecieron en silencio y estáticos, Madara intento moverse una vez pero este vio que katsuyu empezó a inflar sus mejillas, dando a notar que ayudarían a los extranjeros pero no los iban a dejar avanzar más hacia sus colonias. Madara intento iniciar una conversación con Karina, pero esta solo con un gesto de la mano, cayo a Madara y seguía viendo a katsuyu como si estas dos estuvieran en un duelo de miradas.

Después de algunas horas, las babosas que se habían desarmado, se volvieron a integrar alrededor de la pareja, y les comentaron que no habían visto a nadie similar a ella, Karina solo volteo con una cara de frustración, Madara no pudo hacer nada más que hacer un gesto de agradecimiento y volteo y junto con Karina continuaron su camino para salir del bosque de las babosas.