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El aire frío, se colaba por la ventana cansado un oleaje en las cortinas blancas y empapaba de sí, todo el interior de la avitacion.

Dos cuerpos en la cama descansaban plasidamente, exepto uno. El de piel blanca, pálida, el de piel anevada, él estaba sudoroso, mientras funcia el seño y movía la cabeza negando desenfrenado, se le podía notar como su cuerpo intentaba safarse, pues se movía, mientras imploravas que se detengan.

Sus labios tenuemente rosados se curvaron en una clara señal de llanto tras implorar perdón y piedad por algo que lo estaba atormentado y matando lento.

No tardó mucho y las primeras lágrimas sangriseas, rodaron por sus mejillas, su respiración acelerada causaba que su pecho subiera y bajara acompas, sus latidos desfreneticos de su corazón, comenso a liberar más adrenalina de lo normal. ¿Que le avían echo?, ¿Por qué?.

Su cuerpo comenso a tener breves, muy breves espasmos antes de abrir los ojos completamente negros cuál bestia dispuesta a devorar a cualquiera, se sentó en la cama a tiempo que sacaba las garras listo para atacar. Y se dió cuenta, dónde estaba.

La ventana abierta las cortinas blancas y su oleaje danzante con el aire, las luces apagadas, el armario, las lámparas, las sábanas que no necesitaba, pero usó, la almuhada al magullada y el cuerpo así lado.

Un suspiro cansado,lo volvió aló normal y su respiración trato de tranquilisarlo en un intento de disolver la adrenalina disparada por su corazón., Se puso de pie, como precaución de no despertar a quel incauto que descansaba pasifico por el calor liberado por su cuerpo y las sábanas que lo contenían. Camino a la ventana.

Aquel maldito sueño continúo, sofocante, torturante. No asia más que atormentar sus sueños, esos momentos de paz y tranquilidad que tenía, desde el peor día de su mugre vida donde sintió que el corazón se le iba, que se lo arrancaban sin piedad y no hizo nada, más que arrepentirse por su cobardía e incopetencia subliminal que lo freno.

Aquel sueño le recordaba una y otro vez su maldito error, le remarcaba que su cobardía y lo que era, siempre irían de la mano para no salvar a nadie, ni al amor de su vida.

Le asía recordar y grabarse en la cabeza, que no sería capas de salvar a nadie, no importaba cuánto lo amará, el saber que dejaría de amarlo, que lo trataría con desprecio, ya lo avía sentido una vez y le avía dolido tanto que talvez otra no la soportaría. Y el solo pensarlo, lo llenaba de dolor. Y el siendo consiente, se hacía preguntar. ¿Como un ser tan hermoso podía llenarlo de dolor?,¿ Cómo el amor podía doler tanto?.
El estaba detenido en la ventana mirando la luna, amaba como se miraba desde aquella ventana, grande, redonda, blanca, perfecta.

— Estoy aquí —. Hablo bajo, tras sentir a alguien más, despierto,tantiando su lugar, para cuando se percatase y alterarse, se sentará preocupado. Se Jiro, simulando una sonrrisa algo débil, mirando al individuo más hermoso, con el cabello revuelto, los ojos levemente inchados, asueñado solo con un ojo abierto, y el torso descubierto, sentado mirándolo, para finalmente tallarse los ojos con ternura.

— Creí que te avias ido —. Musito el contrario algo pesado.

— Dije que ya no me iría — le respondió, atiempo que comensaba a caminar asta él.

— Lose, pero nunca se que esperar de ti—. Lo miro. — ¿Que hacías despierto?, ¿De nuevo tuviste la pesadilla?—.

— Si, pero tú no te preocupes —. Se sentó en la cama y con un ademán, le indicó que se asercarse.

— ¿Por qué no me cuentas?, Tal vez eso ayude—. Se acercó. — he, escuchado que hablar de tus problemas ayuda —.

El contrario se detuvo un momento a pensar si sería buena idea contar tal perturbatorio tema el extenuante sueño, y solo concluyó en que no, eso, todo lo relacionado con ello, llevaba de una cosa a la otra y de otra a otra, y conosiendolo tendría dudas que se vería en la obligación de responder, por qué conociendo a. No estará complacido si no lo hiciera.

— No es nada importante, despreocúpate —. Se limito a responder.

— ¿Cómo no preocuparme, si a ti te preocupa?—. Lo miro, esos hermosos ojos negros cuál noche sin estrellas, que le escondían la clara preocupación.

— No me preocupa —. Atajo, mirándolo desde arriba a esos hermosos ojos castaños. — solo es un sueño —. Lo apretó más a él, omitiendo su mirada.

— claro —. Dijo sin más. El Palido lo miro dándose cuenta de su molesta y tajante respuesta. Se removió buscando su mirada y cuando la obtuvo sonrrio.

— no es nada, lo prometo —.

— ¿Cómo puede no ser nada, si te afecta? —. Atajo de nuevo. El pálido sonrrio por tal incistencia de su parte.
— ¡Claro idiota, búrlate de mi y mi preocupación por ti!—. Hablo firme poniéndose de pie no sin antes golpearlo en el pecho, por el cual el oro rió.

Se poso en la ventana, admirando la luna, esa eran una de las cosas que no le gustaban de ese tipo, ¿Que le sucedía?,¿Por qué todo se lo guardaba para él?, ¿Al caso no avía confianza alguna?.

El Palio lo miro, y sus sonrrisa desapareció un poco, se puso de pie y camino asta él, a tiempo que veía como se limpiaba una lágrima con brusquedad. Lo pego a su pecho, pasando sus manos por su diminuta cintura y posando sus manos en su definido abdomen sintiendo su piel algo elada por el viento en la ventana., Poso su cabeza en su hombre izquierdo y suspiro admirando la luna, mientras abrasaba a su otra mitad por la espalda.

— ¿Por qué no confías en mí? —. Hablo por fin, luego de cinco minutos transcurridos.

— no es que no confíe en ti, solo que no es algo por lo cual devas preocuparte —. Hablo suave.

— y si no es importante, ¿Por qué no me lo dices? —. Se Jiro quedando frente a frente. Retador.

— por qué no importa —. Atajó, después de un suspiro.
— no puedo creer que quieras hacer una discusión por un sueño sin importancia —.

— no es .... Es que... Se supone....—. lo callo dándole un beso, cuando lo creyó prudente se separó de él y lo miro, tenía los ojos cerrados, como si lo uviera estado esperando.

— cuando sea algo importante y sumamente relevante, te lo diré —. Lo miro. — ahora vamos a Dormir —.  Sonrrio tomando su mano y alando de él asta la cama.

El rubio se dejó manejar, un poco más relajado., Se metieron bajo las sábanas y reposo su cabeza en el pecho contrario, escuchando su acelerado corazón y disfrutando del calor que esté le regalaba.

El pálido serró los ojos dispuesto a consiliar el sueño de nuevo pues el rubio lo abrasaba cómodamente.

— solo digo que podrías contarme.....

— jimin —. Lo interrumpió aún con los ojos cerrados. Jimin se quedó callado asta que hablo.

— ¿Si? —.

— duérmete—. Atajó.

— bien —. Hablo resignado, sabía no le diría nada. Al cabo de unos segundos se sintió tentado. — Yoongi, ¿enserio no me dirás?—. Hablo de nuevo, recibiendo un muy pesado suspiro entendiendo de inmediato. No hablaría de ello., Se acomodó, resignado, ese noeria tema de conversación, nunca.

, Se acomodó, resignado, ese noeria tema de conversación, nunca

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🖤Eres mi mejor pecado🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora