- pero podría perder mis alas-. dijo asustado el angel admirando sus blancas alas.
- pero siempre serás un ángel para mí - musito con voz grave el demonio detrás de él.
( namjin, yoomin, taekook). angeles y demonios.
¿el amor pesa mas que las creen...
— ¿Por qué no dejas de huir, idiota?—. Musito en su cabeza.
Yoongi, tenía la facilidad de comunicarse con yejoon. Uno de sus juegos favoritos era atormentarlo y aún que acababa de descubrirlo, le facinaba.
— Ye joon, hablemos—. Se burló, ondeando la daga en su mano. Aquella daga de su familia, avía pasado de generación en generación de su tratara habluelo a su abuelo,y de él así padre y de su padre a él, le facinaba esa daga.
Era tan brillante que podía reflejarse en ella, aquella sonrrisa malévola idéntica la de lamashtu. La daga gosaba de un poder que mataba lento, para que pudiera apreciar su perfecto cometido. La daga de la fatalidad. Era su nombre, con ella podías matar angeles, demonios, nefelims, o cualquier cosa y te daba el goso de ver cómo lentamente su alma avandona su cuerpo asta quedar seco.
— ¡Yoongi!—. Una voz conosida lo alertó — ¡Ven ya!—. Grito namjoon.
Yoongi, se detuvo enmedio de aquel bosque lubrigo y calvo, y presto atención. — ¿Que pasa?—.
— ¡Yo no tengo por qué aguantar esto!—. Grito.
— ya dime qué pasa —. Hablaba con tranquilidad sin quitar la mirada del bosque buscando, sabía perfectamente que yejoon se escondía ahí, pero se detuvo cuando...
—¡Dile a ese mal nacido que vuelva o lo voy a buscar!. Se oyó de fondo.—. yoongi se detuvo sorprendido. — ¡Yoongi, no está jugando!—.
— lose —. Dijo sin más, continuando su camino.
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jimin no podía apartar la mirada de los rubíes rojos, no sabía aquíen le pertenecían, pero algo si sabía, no lo soltaría.
— Jungkook, ¿Dónde está jungkook?—. Hablo y cuál si fuera poco los poco los rubíes brillaron. Al escuchar su voz, no lo podía creer, sus ojos plata no dejaban de mirarlo amenazante, diciendo y dejando en claro que un mal movimiento y lo mataría.
La luz de la avitacion se hizo y todo en ella quedó a la vista., Jimin al percatarse de aquíen sostenía parpadio y volvió al marrón, jk, confuso miro a jimin alejarse abrir la puerta y salir.
Jk miro a tae aún dormir, tan pasifico, se mordió su labio inferior y salió de la avitacion.
Jimin, llegó a su recama y se dejó caer en la cama abrasando aquella extraña cobija, con olor a yoongi, no tenía miedo, estaba confuso y una sorprende necesidad de tener a yoongi con el lo culminó. Miro a jk entrar a la avitacion y cuál si fuera poco reconosio la cobija que abrasaba jimin, era la cobija de yoongi, aquella extraña cobija que nadie podía tocar, se detuvo al verla, era extraño, por qué se la avía dado era al caso, ¿Por si no regresaba?.
— Esa cobija —. Murmuró sin más. Sin percatarse del rostro de jimin. Esa cobija tenía una sorprendente historia.
Jimin miro la cobija y luego el rostro confuso e intranquilo de jk.
