🖤Eres mi mejor pecado🖤

84.

— te extraño —. Hablo bajo, cada noche salía al alféizar de la ventana y contemplaba la luna que con mucho esfuerzo trataba de sobrevivir a tanta oscuridad.

¿Alguna vez escuchaste la historia del porque los demonios en el infierno?, Pues está es respuesta.

No es que los demonios sean malos, solo son incomprendidos, y tratados como la variante despreciable que se supone que son. Los demonios son pintados, como seres despiadados, corrompidos, feos, oscuros, malevolos, terroríficos., Lo que no saben es que son lo contrario, ellos siententes, se enamoran, lloran, rien, son seres.

Los demonios, no son malos, son justos, comos son tratados, te tratarán también. Uvo un tiempo atrás en que los demonios no existían, no avían angeles, solo era un mundo lleno de personas. Avían de todo tipo, personas buenas, malas, justas, y soberbias. Llegó un tiempo despues la separación de estás, dónde las personas justas, aquellas que te trataban según los trataras, y las malas, fueron juntadas y enviadas a lo que hoy se conose como el infierno, y aquellas buenas y soberbias mandadas a lo que Sele conose como cielo o paraíso eterno. Los soberbios, se burlaron de los que estaban abajo y los justos se burlaron de lo ridículos que se veían todos rubios y blancos en un mundo tan aburrido,(dónde ellos querían estar también). Pero los malos, cobraron venganza y cuando tuvieron la oportunidad mataron, violaron y torturaron a angeles sin piedad, como la que ellos no tuvieron. Todo se volvió un caos los justos y los malos se unieron en guerra contra los de arriba y así el odio entre dos mundos que antes estaba junto nasio. Y por alguna razón, comenso a verse mal que angeles y demonios (como ya estaban estipulados). Se casarán por qué alguien dijo que era pecado,y pinto el pecado como lo peor del mundo, algo que devia pagarse ardiendo en el aro de fuego (para los angeles) y los demonios vivirían y sufrirían eternamente con ese dolor.
Por eso muchos, angeles, ardieron en el y muchos vivieron en el dolor. Pero ese no fue el caso de Agramon, el padre de Jungkook, quien peleó con uñas y dientes contra todos defendiendo a su ángel embarazada, El siendo un justo, explico su amor, y ella siendo buena, trato a todos con bondad y regalando sonrrisas a todos los que se topaba incluso asta los que avían estado apunto de matarla y avían erido en demasía a su esposo. Los justo la aceptaron y Agramon se encargó de los malos, con ayuda de los justos, todos los malos desaparecieron, pero aún en fecha actual la riña entre angeles y justos, continúa.

Un gran suspiro cansado salió de sus labios y con toda la tristeza que lo inundaba, camino asta su cama y echo en ella.

Sentía un gran vacío en su pecho, avía visto a su novio desaparecer de entre sus manos y él sin saber que hacer, llorando, lleno de impotencia, colerico, dolido, y temeroso. Se tuvo que aferrar a la idea flotante de que lo encontraría, que estarían juntos de nuevo, y le hizo saber que lo amaba.

Entre ellos no avía la nesecidad de palabras, el amor flotaba a su alrededor., Le gustaba tanto escuchar la historia de sus padre, cuando era pequeño, y recordaba que en brazos de su madre, grito,
"algún día amare a alguien tan buena como tú y lo defenderé como papá".
No sabía lo difícil que eso resultaba en ese entonces. Su madre avía pensado que solo era el pensamiento de un niño, que incluso era imposible que el llegara a tener un amor, puesto que sus ojos solo mostraban la destrucción, y con eso alejaba a todos, el pequeño no tenía amigos y era fácil creer que nunca tendría pareja, asta que el pequeño, llegó una noche echo un mar de lágrimas, con ojos azules en lugar de sus oscuros e intimidantes.

La puerta de la gran casa de Agramon, se abrió lentamente, sijiloso y después cerro del mismo modo.

Caine, madre de jungkook se encontraba recostada sobre su esposo, como amaba recostarse sobre su cálido cuerpo en esas noches dónde el aire era frío y la lluvia torrencial, pues el cuerpo bien formado y cuidado de su esposo era tan cálido y cómodo, que se le asia inevitable no tumbarse sobre él.

Agramon, el demonio del miedo avía salvado a su esposa de un demonio malo que la torturaba, la golpiaba y se vulaba de ella. Cuando Agramon llegó ella estaba inconsciente y el consiente de que ella era buena, mato al malo y se la llevó, olvidandose por completo de que sus ojos, mostraban tus peores pesadillas. Avía amado a esa mujer desde que miro sus ojos tan claros como dos gotas de agua pura y cristalina. La mujer muerta del miedo grito, y con una jara de cristal golpio a Agramon en la cabeza rompiéndolo y derramando sobre él, el líquido rojo que este contenía, Caine, sin esperar más corrió a la salida, pero Agramon la detuvo, tapando su boca y tomándola de la cintura pegándole a él con fuerza. — shh. No dejare que te vallas, aún estás eridas —. Le hizo saber Agramon y despacio soltó su boca y aparecieron en la cama.
— no veas mis ojos, no voy a lastimarte—. Agramon la soltó y la giró asia él quien con ojos cerrados le sonrrio.

Caine lo miro y unas fuertes ganas de besarlo, al mirar sus labios la invadieron, Agramon, era alto 1.84 talvez, piel clara, cabello negro, labios rosados y dos colmillos hermosos con puntas finas. El líquido rojo del envase se derramaba por sus cabellos asta su barbilla, muy bien definida, pero algo estaba mal, con cuidado Caine removió los cabellos de Agramon y noto en ella una cortada la cuál sangraba. Agramon tras sentir la precion y el dolor abrió los ojos topándose con los claros de la chica la cuál solo le regalaba una sonrrisa.

A la mujer le gustaba mucho acariciar esa sicatris en la frente de su esposo y recordar cómo avía sucedido, cómo avía nacido el amor por el justo.
— Jungkook a llegado —. Mosito Agramon, aún con su esposa sobre él, y mirando sus clarísimos ojos.

— Que bueno, senaremos juntos está noche —. Ablo entuciasta, poniéndose de pie iriendo a su esposo en el proceso.

Caine corrió asta la puerta de entrada.
— Jung...—. Se topo con su hijo, tenía la misma cara de antes, un pequeño llorón, mojado, sucio, y cabizbajo. — ¿Bebé? —.
Hablo Caine, y jk levantó la cabeza al escuchar a su madre. Sin soportar más jk se soltó en llanto callendo de rodillas al suelo.

Caine, sorprendida por los ojos azules que portaba su pequeño conejo, y la facilidad con la que avía caído al suelo corrió a su encuentro.

— ¡Agramon! —. Grito la mujer,atrapando a su hijo en brazos.

UNA VEZ EL DEMONIO DIJO:
Si para recuperarte tengo que destrozar el infierno no lo dudaré...