🖤Eres mi mejor pecado🖤

87.

Con los ojos serrados, se removia de un lado a otro en aquella cama suave y cálida, el aire fresco entraba por la ventana golpeándo su cuerpo, haciendo que de la punta de sus dedos asta su espina dorsal, un escalofrío lo recorriera.

Apretaba las manos en la manta y sus ojos lagrimaban, se quejaba, ¿Que soñaba?.

— espera, espera —. Musito, ¿A quien quería detener?.

Llevaba tres días con el mismo sueño, no sabía que podrían significar y  menos por qué lo soñaba. Estaba mirando por la ventana de aquel departamento, dejando que el aire matutino acariciara su rostro mientras el calor de su taza de café mantenía calientes sus manos.

Se había mudado en el piso número ocho, pues la vista de la ciudad desde ahí era mágica, amaba firmemente, tomar una taza de café y mirar por la ventana como el sol besaba con su luz a la cuidad, nada se le podía comparar, según él, a esepcion de esos ojos negros, que apesar de ser oscuros cuál noche, le parecían embriagantes.

No tenía la menor idea de a quien le pertenecían, pero apesar de la oscuridad de estos, se sentía cómodo con ellos y algo nervioso cuando lo miraban, jamás había visto esos ojos fuera de su sueño y la verdad le intrigava, era como una mezcla entre facinasion y miedo.

Cuando el sol salió por completo, y el calor de sus rayos solares tocó su cuerpo sonrrio.

— hoy será un día hermoso —. Hablo para si mismo y entro a su departamento.

Ensendio el televisor y se poso en el sofá, hoy sería un buen día pues era fin de semana y no avía tareas pendientes; hoy tenía todo el día para él y tenía pensado pasársela en casa pues su mejor amiga tenía algo pendiente en la tarde y no podría estar con él en casa, pero eso no lo detenía.

Cuando por fin encontró una película, se puso de pie y fue a la cosina. Las horas transcurrieron entre risas, cerveza, botanas y él. Hasta que su cel sonó.

— hola? —. Respondió.
(Estás en casa).
— si, ¿que pasa? —. Tomo de su cerveza.
( paso por ti en 20 mn). Se escuchó al otro lado de la bocina, la voz de Sora muy entuciasta.
— ¿pero para que?—.
(Solo cámbiate, yo iré por ti). Colgó.

No hubo más explicación y con eso en mente se fue a cambiar.

Ya en el auto de Sora, jimin sentía algo nervioso, pues no sabía si su vestimenta era la adecuada para la ocasión, puesto que no le avían dicho a dónde irían o para que o con quien.

Sora con una sonrrisa en los labios, manejaba mientras cantaba, pero sin decirle una sola palabra.

— ¡ Ya me dirás dónde vamos?!—. La miro.

— ¡Yo no  iré cariño, hoy solo soy tu chófer ! —. Le gritó pues la música seguía tan alta que no se escuchaban.

Jimin tras escucharla, apagó de inmediato la música cortando de Tajo la inspiración de su mejor amiga.

— ¿ aque te refieres con eso Sora!?—.

— ¡ calma!, solo irás a una cita a ciegas—. Jimin la miro sorprendido.

— ¡no iré, detente ahora mismo!—. Sintió sus nervios brotar. Y se Jiro para abrir la puerta.

— no voy a detenerme, hasta llegar, así que si quieres salir haslo en movimiento —. Hablo suave, y sin perder su sonrrisa, sabía que jimin no lo aria, no era tonto.

— Sora —. Se giró de nuevo hacía ella. — no necesito una pareja —.

— jimin —. Se parco. — me iré de corea la próxima semana —. Suspiró. — no quiero dejarte solo. Además es un buen partido y es todo tu tipo —. Le sonrrio pícara, dejando su nostalgia d lado.

Jimin sabía que Sora se iría y sabía que no queri dejarlo solo, pero es que siempre a estado solo y le gustaba , no necesitaba a nadie a su lado.pero aún así queria que su mejor amiga estuviera conforme o almenos pensar en que lo intento, al igual podía ir y luego salir diciendo que no funcionó.

— ¿cómo es? —. Sora sonrrio, poniendo el auto en marcha.

— es de tu estatura, no parece atlético, pero , dios, el podría cargarte estoy segura —. Jimin sonrrio.

— pero si no funciona —.

—¡ funcionará!, algo me dice que funcionará, le able de ti y el quedó encantado, quiere conocerte —. Le sonrrio.

Jimin no estaba muy convencido pero bueno, lo intentaría. Unos minutos más transcurrieron y llegaron a una cafetería, según Sora era el lugar de la cita.

— Bien si esto no resulta, me iré a casa y no volveremos a hablar del tema — Tajo abriendo la puerta y saliendo del auto.

— si no funciona, iremos a beber a un bar —. Le dijo Sora.
— ahora pon tu mejor sonrrisa —. Y con un ademan de manos lo corrió para después arrancar e irce.

Jimin miro dentro del local, mucha gente estaba ahí, habían tantas parejas compartiendo bebidas y pasteles. Y solo de recordar su cita anterior, la vergüenza de que sucediera lo mismo lo invadió. En su cita anterior también rodiado de gente no pudo quedar más en vergüenza, al momento en que la esposa del chico llegó y le lanzó café a jimin, suerte que era frío. Pero la gente lo miro cuál bicho raro o trepador; podía correr lejos del lugar, pero ¿que pasaría si Sora se entarase de que jamás entro a la cita?, no quería ni saber. Después de un debate mental, abrió la puerta de cristal asiendo sonar una pequeña campana.

En lugar está todo ocupado por parejas pero solo en una un tipo estába solo, esperando a alguien talvez, tal vez a el puesto que las demás estaban a compañado. Seco el sudor de sus manos en sus jins y a paso tembloroso avanzó.

No podía ve l cara del chico pero era pelinegro y de espalda bonita. Era todo lo que podía ver.

— hola, me llamo jimin —. Trato de poner su mejor risa. Una donde sus nervios no se notarán tanto.

El chico en la Mesa levantó la mirada así el con una hermosa sonrrisa y hablo a tiempo que se ponía de pie. Los ojos de Jimin no podía ver otra cosa que no fueran los suyos, sus ojos eran de un negro hermosamente oscuros, se parecían a.....

— hola, mi nombre es Min yoongi, un gusto —.

Y no pude dejarte de lado,
Te metiste en mi como un disparo....