🖤Eres mi mejor pecado🖤

66.

El gran timbre, de la gran casa, no más grande que la casa de lamashtu, sonó y con él la impaciencia aumento.

Demonios o angeles, tanto en el cielo o en el infierno, existían reglas, reglas que debían acatarse, pero que se rompían. Yoongi, era de aquel tipo de demonio, que decía que ."las reglas estaban echas para romperce" y así, lo hacía, al más que a nadie le importaban poco las reglas, su madre era el fiel ejemplo de ello, su madre, Min Lina, avía roto las reglas al enamorarse de su padre, e incluso le avía dicho estas palabras.
"Cuando te enamoras, haces locuras tu solo, pero se siente mejor cuando lo haces en compañía ", justo después voltio a ver a su padre con una pícara sonrrisa, que lastima, rompió más reglas de las que pudo soportar.

Su madre era una mujer rubia, de ojos negros, con un brillo escencial en ellos, avía cautivado el corazón de su padre cuando ella apenas tenía diez y seis años, era de piel blanca idéntica a la de yoongi pura, sin una pisca de aldad, y cuando la probó, no hubo marcha atrás, su padre avía queri ser su redención, más era tarde. Se equivoco, y murió. No sin antes mirar los ojos acusos de su hijo y decir. "  Enamórate y no dejes que nadie te prive de eso, acaba con aquel hijo de puta que quiera quitartelo ". Lo recordaba mientras cada latido de su corazón era bombiado, mientras cada paso resonaba en el pasillo, del departamento asia la salida, torno sus ojos en oscuridad absoluta y desapareció.

La puerta de aquella casa algo modesta, no se abría, no sabía si ya se avían percatado de su presencia, se alejo un poco de la puerta, luego de escuchar un estruendo en la planta alta de la casa y miro asia la ventana que daba asia su dirección probiniente del sonido, a tiempo que la puerta se abría.

Se acercó de nuevo quedando debajo de aquel techo y miro al hombre alto de cabellos negros y ojos claros, casi amielados. Y mirada sería que lo miraba con insuficiencia, por ser hijo de lamashtu y de Min Lina.

— señor kang —. Saludo.

— ¿que te trae por qui?—. Hablo el hombre, sin asomarse de cuerpo completo.

— busco a tu hijo —. Hablo imperturbable. — se me a perdido —. Rio de lado, tenue, casi imperceptible, pero con mucha arrogancia.

— no está qui —. Tajo el hombre.

— ¿así? —. Asomó su mirada entre el hombre y la entrada justo en el espacio entre ellas. Y rio incrédulo.
— siento su asqueroso aroma, ¿Sabes?—.

— él, no está qui —. Tajo de nuevo serrando un poco la visión.

— por la memoria de mi madre, apartate, no es tu asunto —. Dió un paso retante.

— no está qui, yoongi,—. Se planto, estaba dispuesto a pararle el paso.

— no voy a repetirlo —. Tajo con seriedad. Con las ganas de esfumarse de ahí y aparecer en la avitacion de yejoon, eran más que magnas, pero putas reglas, devia entrar por la jodida puerta.

Su mirada se poso en los ojos claros del hombre, los cuales comensaban a oscureserce y yoongi rio agachando la mirada.

— bueno, me iré, no le digas que vine —.
Se dió vuelta, y atiempo que el hombre asentía y cerraba la puerta. Yoongi espero unos segundos y miro arriba justo en la ventana « cobarde ». Pensó y corrió a la puerta abriéndola de una patada sorprendiendo al padre de yejoon quien corrió desde una avitacion, solo para mirar a yoongi poner el pie dentro de su casa y desaparecer, con la mirada completamente satisfecha y una malicia infernal, misma que poseía lamashtu.

Yoongi, apareció en la planta alta, justo donnde avía visto a yejoon, con anterioridad, solo para percatarse de que el cobarde se va ido. Solo avían pasado seis segundos, cuando la voz de hameth, al aparecer lo hablo.

— ¡por la memoria de tu madre detente!—. Yoongi, serró los ojos y rio.

— ¿Por la memoria de mi madre?—. Bufó burlón. — esto no tiene ada que ver con mi madre —. Lo miro con insuficiencia. — ¿Y detenerme?, No está en mis planes? —. Se Jiro.

—¡Estu hermano!—. Grito el hombre.

— mi hermano—. Murmuró. — El que te cojieras Ami madre y ese adefecio alla nacido de ella, no lo hace de mi familia, ni a ti!—. Atajo, lastimero.

— ¡yo la amaba! — grito. — ¡Y quieras o no!....—.

— ¡ No te metas ,Hameth! —. Lo interrumpió en un grito. — Hasta ahora e respetado las palabras de mi madre y no te he matado —. Pauso, apretando su mandíbula.

Nunca le avía dirijido la palabra y menos la mirada a Hameth, su padre lashtu lo avía echo solo por qué no le quedaba de otra, cuando yejoon nació, fue el día en que lamashtu decidió que Hameth, viviría y gosaria del mismo castigo que él. El castigo de un demonio es vivir la muerte de tu mitad, y Min Lina era la mitad de los dos, solo por eso no lo avía matado y lamashtu no avía matado a yejoon, por qué en él estaba el vivo recuerdo de Lina y ella avía pedido dejarlo vivir.

— si te metes, te mataré, y te reuniras en el poso de las almas con ella solo para contarle como su hijo, mato a su bastardo y a su amante con una sonrrisa satisfactoria en los labios! —. Yoongi no jugaba y eso lo sabía perfectamente Hameth el demonios de las mentiras.

Cuando jimin abrió los ojos, sintió una especie de vacío mutilado su piel, con la soledad una especie de escalofrío lo recorrió completo asta detenerse en su entre pierna y humedecer su levemente lastimada entrada asiendo que escapara un suspiro, el aroma del pálido inundó sus fosas nasales, llegando asta sus pulmones y asiendo que su corazón diera un vuelco.

Se grito para toparse con él y solo noto el espacio vacío, la almuhada poco magullada y una sábana que no era suya, se sentó en la cama casi de un salto, mirando a su alrededor, topándose con la ventana abierta y él oleaje de las cortinas, ropa tirada en el suelo pero solo la suya, Jiro al espacio donde en la noche estaba el cuerpo descansando de yoongi, solo para toparse con una nota, se fué.

Un suspiro se escapó de sus labios y sus manos con pereza, frustración y cansancio se pasaron desde su cara asta su cabello con brusquedad. De mala gana tomo la nota y la miro, no queria leerla, estaba molesto. pero la duda del ¿Por qué seavia ido?, Lo comenso a picar. Así que la abrió.

Jimin.

Se bien que prometí no irme,
Lo siento por eso. Pero es urgente, hay cosas que devo arreglar.
Prometo que cuando vuelva ya no me iré por qué ya abre terminado todos mis asuntos y ya nadie, volverá a hacernos daño. 

Te ama, yoongi.

Suspiro con cansancio ahogado un grito de furia que comensaba a oprimir su pecho, apretando los ojos y las sábanas con fuerza, y molesto se tiró a la cama de nuevo tapándose con brusquedad.