C: 107 - BROMAS

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Narra William:

William: Ya díganme de una vez, ¿quién fue? -me cruce de brazos-

Svetomir: No sé de qué hablas, herrmano.

William: Chicos.

Asen: El azabache no te queda nada mal, eh. -sonrió-

Deya: El negrro simboliza muerrte. Te ves a toda moda.

William: Confiesen de una vez.

Isabella: ¿Porr qué insinúas que fuimos nosotrros, sultán? -preguntó divertida-

William: No lo sé, quizá porrque he estado más de un mes viviendo en esta carrpa con ustedes. -gruñi-

-Y si, desde que terminamos las clases en Durmstrang; Svetomir, Asen, Isabella, Deyan y yo acompañamos a Viktor Krum, el hermano mayor de Asen, a sus partidos como jugador profesional de Bulgaria.

Decir que fue una locura se quedaba corto, pero lo mejor fue que estábamos todos juntos y ahora estábamos donde sería la final de la copa mundial de quidditch.

Pero gracias a eso, las bromas empezaban. Iniciaron con pequeñas e inocentes como no atinarle al retrete del baño a la hora de ir, o ponerle sal a la comida de Isabella quien odiaba comer sal.

Incluso pintamos de rosa y amarillo la habitación de Deyan quien lloró por dos semanas al ver su lado de la habitación así y no negra como su alma, como según ella la había dejado.

Incluso Asen tuvo que raparse junto a Svetomir después de que Isabella, Deyan y yo nos vengamos de ellos por poner ratas como desayuno en nuestros tacos.

Pero hoy, la broma había pasado el límite. Después de mi ducha, me vi al espejo y lo que encontré puede que se haya escuchado incluso en el mismo Hogwarts. Mi cabello ya no era rojizo oscuro, ahora era un maldito azabache como el idiota de mi hermano.

Grité furioso apenas me vi al espejo. Me puse una toalla al rededor de mi cintura y es justo como estoy ahora, de pie, parado frente a los cuatro soquetes de todo el mundo-

William: ¿Entonces? ¿Ya van a confesarr o les tengo que rrecordar que soy el mejorr en pociones? Y saben bien que tengo varrios frrascos de Verritaserrum en mi equipaje. El rresponsable no querrá que todos aquí sepamos más verrdades de la que ahorra busco.

Svetomir: ¡Está bien, fui yo! ¿Si? Fui yo. -dijo de rodillas ante mi- Porr favorr no me hagas sacarr mis verrdades. Tengo muchos secrretos verrgonzosos que quisierra mantenerrr ocultos.

Asen: No puede serr. -rió divertido-

Isabella: Ahorra quierro saberr cuáles son los oscurros secrretos que oculta mi herrmano. -sonrió divertida-

Deyan: Torrtura legal. Deberrías empezarr ya, William.

William: Cuídense todos, eh. El hecho de que Svetomir haya confesado no significa que esto se quedarrá así.

Isabella: ¿Yo también debo cuidarrme? -preguntó sorprendida-

William: Si, tu también.

Isabella: Perro soy tu mejorr amiga.

William: ¿Y? Aquí todos son parrejos.

Isabella: Soquete envidioso. -susurro enojada-

William: Engrreída incompetente. -gruñi-

Isabella: Bien, bien. Si ya es todo, seguirré en mi manicurra. No puedo crreerr que la haya atrrasado y suspendido por una tonta brroma de cabello teñido.

William: No es solo eso. Mi cabello erra el más herrmoso y perrfecto siendo rrojizo oscurro. Incluso después de que casi me rrapan al final del año se veía bien.

MALDICIÓN II ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora