MALDICIÓN II ✔️

C: 134 - ESTÁ BIEN, LE CREO

Narra William:

Fleur: Oh, un chiste muy divegtido, señog Bagman!

Ludo: ¿Un chiste? -repitió desconcertado- No, no, en absoluto! ¡El nombre de Harry y el de William acaban de salir del cáliz de fuego! -los miro-

-Viktor contrajo levemente sus espesas cejas negras. Cédric seguía teniendo el mismo aspecto de cortés desconcierto. Fleur frunció el entrecejo.

Fleur: Pego es evidente que ha habido un egog. -le dijo a Bagman con desdén- Ellos no pueden competig. Son demasiado jóvenes.

Ludo: Bueno... esto ha sido muy extraño. -dijo frotándose la barbilla impecablemente afeitada y mirando sonriente a mi hermano y a mi- Pero, como saben, la restricción es una novedad de este año, impuesta sólo como medida extra de seguridad. Y como sus nombres han salido del cáliz de fuego... Quiero decir que no creo que ahora haya ninguna posibilidad de hacer algo para impedirlo. Son las reglas, niños Potter, y no tienen más remedio que concursar. Tendrán que hacerlo lo mejor que puedan...

-Detrás de nosotros, la puerta volvió a abrirse para dar paso a un grupo numeroso de gente, el profesor Dumbledore, seguido de cerca por el señor Crouch, mi director Karkarov, Madame Maxime, la profesora McGonagall y mi padre.

Antes de que la profesora Mcgonagall cerrara la puerta, escuché los murmullos de los cientos de estudiantes que estaban al otro lado del muro-

Fleur: ¡Madame Máxime! -dijo de inmediato, caminando con decisión hacia la directora de su academia- ¡Dicen que estos niños también van a competig!

-En medio de su aturdimiento e incredulidad, solo gruñi al escuchar la palabra "niños". Si claro, niños. La pubertad por la que estoy pasando en este año no opina lo mismo.

Aún así vi como Madame Maxime se había erguido completamente hasta alcanzar toda su considerable altura. La parte superior de la cabeza rozó en la araña llena de velas, y el pecho gigantesco, cubierto de satén negro, pareció inflarse-

Maxime: ¿Qué significa todo esto, Dumbledog? -preguntó imperiosamente- Kagkagov. ¿Qué injusticias y lazos han cgeado?

Igor: ¿Lazos? -preguntó ofendido-

Maxime: ¿Dos campeones de Hogwarts y dos campeones de Dugmstgang? No gecuerdo que nadie me explicaga que el colegio anfitgión o incluso los invitados tuviegan degecho a dos campeones. ¿O es que no he leído las nogmas con el suficiente cuidado? -miró enojada a los dos directores- C’est imposible! -dijo, apoyando su enorme mano llena de soberbias cuentas de ópalo sobre el hombro de Fleur.

-Igor parecía ofendido, era obvio que no le gustaba ser tachado de mentiroso o tramposo-

Maxime: Hogwag y Dugmstgang no pueden teneg dos campeones. Es absolutamente injusto. Cgeía que tu gaya de edad gechazagía a los aspigantes más jóvenes, Dumbledoge. De no seg así, habgía tgaído una más amplia selección de candidatos de mi Academia.

Severus: No es culpa de nadie más que de Potter y William, Madame Maxime. -intervino con voz melosa. La malicia daba un brillo especial sus negros ojos- No hay que culpar a Dumbledore y a Karkarov del empeño de Potter y William en quebrantar las normas. Desde que llegaron aquí no han hecho otra cosa que traspasar límites. Incluso desde que William fue transferido a Durmstrang...

Igor: Es cierrto que tu hijo no es el más obediente, pero yo no le he enseñado a serr un hombrre trramposo. Él es mejorr ahorra que esta bajo mi tutela en Durmstrang, Severrus. Deberrías saberrlo mejorr que nadie, es tu hijo.

Dumbledore: Severus. -dijo con irmeza Dumbledore, y papá se calló-

-Aunque sus ojos siguieron lanzando destellos malévolos entre la cortina de grasiento pelo negro, odiaba cuando hacía esto. Me hacía pensar que a pesar de todo no confiaba en mi.