C: 176 - ¿LO VISTE?

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Narra Hermione:

-El tiempo había pasado, y con eso un accidente con el señor Weasley en el ministerio de magia paso. Harry fue el salvador y quien advirtió a Dumbledore, a la orden y a los Weasley para ir al departamento de misterios y salvar al señor Weasley.

Por suerte todo salió bien. El señor Weasley solo sufrió algunas heridas, pero se recuperaba

Y hoy todos estábamos llegando al cuartel de la orden. Sirius había llegado hace unas noches según Remus, dijo que había ido a una especie de misión y apenas se entero del ataque, había regresado lo más rápido que pudo.

Así que aquí estábamos todos, en navidad, disfrutando de la cena y los regalos. Sirius sentado en la esquina con su copa de vino en la mano y platicando con Arthur-

Molly: Ya es muy noche. Creo que deberíamos descansar. -sonrió-

Ginny: Si, mañana regresamos a Hogwarts. -suspiro rendida-

Harry: Sinceramente ya tengo un poco de sueño.

Ron: ¿En serio?

Fred: Si, hermanito.

George: No todos aquí queremos seguir tragando como tu.

Ron: Solo un pedazo más de pastel. -pidió a su madre-

Molly: Bien, pero solo uno. -lo miró-

Ron: Lo prometo. -sonrió-

Remus: Descuiden. Pueden ir a descansar, Molly. Sirius y yo estaremos aquí un rato más.

Sirius: Nos encargaremos de que los chicos se duerman temprano. -sonrió-

Arthur: Bien, entonces están en buenas manos. Molly, deberíamos subir y descansar un poco. -sonrió a su esposa-

Molly: Oh, de acuerdo. -sonrió- Pero no tan noche, Sirius. Remus, estas a cargo.

Sirius: ¿Por qué nunca puedo estar a cargo yo? -preguntó ofendido-

-Los chicos y yo reímos divertidos-

Remus: Descuida, Molly. No se van a desvelar. -sonrió-

Arthur: Bien, entonces les deseo una buena noche.

Ginny: Hasta mañana, papá.

Fred: Adiós.

George: Descansen.

Molly: Adiós, chicos.

Harry: Buenas noches.

Hermione: Descansen. -sonreí-

-Los adultos se fueron y entonces Fred t George empezaron a liberarse y a hacer magia por diversión. Obviamente con el límite de Remus junto a ellos-

Sirius: Hermione, ¿podemos hablar? -preguntó acercándose a mi-

Hermione: Claro. ¿Pasa algo? -pregunté confundida-

Sirius: No descuida -sonrió- Alguien me dio algo para ti. Dijo que te lo entregará en navidad así que, feliz cumpleaños. -sonrió-

-Y después de eso, Sirius sacó una caja cuadrada de cartón y me la entrego-

Sirius: Feliz navidad. -sonrió-

-Asentí agarrando la caja y al leer la nota, sonreí emocionada y miré al hombre-

Hermione: ¿Lo viste? -pregunté sorprendida-

Sirius: Si, y déjame decirte que es muy terco respecto a confiar en las personas.

Hermione: Lo sé. Es difícil, pero cuando le das la oportunidad, te puede sorprender. -sonreí-

Sirius: Entonces será mejor que abras ya tú regalo. -sonrió- Iré a hablar con Harry un rato. Buenas noches, Hermione.

Hermione: Buenas noches, Sirius.

-El hombre asintió y se fue a la mesa donde Harry estaba platicando con Ginny, Ron y Remus.

Yo mientras tanto, sonreí emocionada y subí las escaleras para ir a mi habitación que compartía con Ginny. Al entrar, cerré la puerta y me acosté en mi cama con la caja en mano.

Al abrirla me di cuenta de que tenía muchos pergaminos doblados, eran cartas. Sonreí porque jamás había recibido una carta de William, y que vinieran más de una me ponía feliz.

Saque la primera carta y la extendí para poder leerla...






"Querida, señorita Granger.

Es un honor para mí poder escribir esta carta a tan más preciada persona en este mágico mundo.

Supongo que ya se entero de que Canuto es el nuevo profesor en Durmstrang, y que por eso mismo ha podido recibir mis cartas y regalo.

Quería hacerle saber que estoy bien. He estado un poco apartado de todos, incluso de mis amigos, pero no tiene por qué preocuparse. Tengo a Sirius conmigo y me ha apoyado en estos meses.

Feliz navidad, Hermione. Espero verte pronto. Te extraño cada día y siempre pienso en ti.

Siempre tuyo, William Snape... Potter.






-Sonreí divertida al ver su despedida. Sabía que le costaba el tema de su apellido biológico. Pero adoraba que no lo dejara a un lado. Al final de cuentas, ese era su verdadera identidad.

Abrí la siguiente carta y empecé a leerla-




Querida, señorita Granger.

Sinceramente no sé cómo iniciar esta carta. Tengo muchas cosas que contarle y tan poco espacio en este pedazo de pergamino.

Aún así, haré un esfuerzo. He tenido problemas con mi mente y mis problemas de irá. No sé si es bueno o malo. Pero no confío en nadie más que usted para contar esto.

Hace unos meses empecé a tener sueños horribles. Incluso en el último que tuve sentí vivir aquella pesadilla. Parecía el ministerio de magia en Londres, habían profecías y un hombre estaba tirado en el suelo con sangre a su al rededor.

Pero eso no fue lo que me preocupo, sino que disfrute verlo de esa forma. Quería más, la muerte es un tema que no ha dejado mi cabeza.

No sé qué está pasándome. Me gusta pensar que solo es un mal momento y que después todo volverá a ser como antes. Pero mi cicatriz no deja de arder y dolerme. Así que no estoy seguro de qué hacer para eliminar todos estos malos pensamientos.

No sé por qué me pasa esto. Pero saldré adelante, quizá yo solo, pero lo haré. Te lo prometo.

Siempre tuyo y con ganas de ver esos hermosos ojos color avellana que tanto hacen de un calabozo sucio y, frío, el mejor lugar para pasar un invierno.

Cuídate. Hasta vernos otra vez, William Tobias Hardwin Snape... Potter-.









MALDICIÓN II ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora