C: 143 - DRAGÓN DE FUEGO MORTAL

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Narra William:

-La prueba por fin había comenzado, Cédric y Fleur ya habían terminado sus pruebas. Me levanté de inmediato escuchando el silbato de la prueba de la rubia francesa, era mi turno.

Salí de la tienda, sintiendo cómo una adrenalina sorprendente se apoderaba de todo mi cuerpo. Pasé los árboles y penetre en el cercado a través de un hueco.

Y entonces por fin vi todo frente a mis ojos como si se tratara de un sueño de colores muy vivos. Desde las gradas que por arte de magia habían puesto después del sábado me miraban cientos y cientos de rostros.

Y allí, al otro lado del cercado, estaba el dragón de fuego mortal, agachado sobre la nidada, con las alas medio desplegadas y mirándome con sus malévolos ojos rojos, como un lagarto monstruoso cubierto de escamas rojas, sacudiendo la cola y abriendo surcos de casi un metro en el duro suelo.

La multitud gritaba muchísimo, pero sinceramente no me preocupaba si eran gritos de apoyo o no. Era el momento de hacer lo que tenía que hacer, concentrarme, sacar mi mayor potencial según Karkarov, y si no hay de otra, matar al dragón.

Asentí estando osito y levante la varita buscando un hechizo que fuera letal para cualquier criatura y a la vez legal, y entonces lo recordé, jamás lo había practicado, pero creo que era el momento-

William: ¡Sectumsemprra! -grité-

-Y de inmediato un destello de luz blanca salió de mi varita apuntando con toda magnitud y fuerza feroz al dragón el cual estaba a punto de lanzarse contra mi.

Lo único que hice después de eso fue aventarme hacía mi derecha después de ver el fuego que había aventado la criatura antes de mi hechizo, y lo único que escuche después fue vitoreos de asombro por parte de todas las gradas-

Ludo: ¿Qué ha sido ese hechizo? -preguntó sorprendido- Sea lo que sea funcionó. -dijo emocionado-

-Sonreí y miré al dragón el cual estaba en el suelo retorciendose y gruñendo de dolor, pude ver de inmediato como tenia varias cortadas inmensas que penetraban esa inmensa piel escamosa que tenía.

Y después escuche de las tribunas "el huevo", "Will, ve por el huevo". Regresé a la realidad al ver a Hermione Granger siendo la causante de mi recordatorio a la siguiente etapa.

Así que corrí, corrí hasta que estaba a punto de llegar frente a la roca con grieta que tenía encima al maldito huevo. Estaba a punto de agarrarlo cuando una cola me aventó hacía el otro lado rebotando en la pared y sintiendo un gran golpe en mi cabeza.

Escuché un "AUCH" de la multitud, a la vez que caí de rodillas y después boca bajo en el suelo piedroso. Alcé mi mirada de inmediato al sentir como mi varita ya no estaba en mi mano, y la encontré a unos centímetros delante de mi, al igual que el dragón.

El cual, aún gimiendo de dolor, estaba frente a mi con una expresión para nada amigable-

William: ¿Lo rresolvemos con un té currativo? -sonreí nervioso-

-Y el dragón lanzó fuego, pero antes de alcanzarme, agarré mi varita y rodé en el suelo hasta quedar a salvo de las llamas. Con firmeza agarré mi varita y apunte una vez más-

William: ¡Firrestorrm! ¡Crrapio!

-Las llamas del fuego del dragón fueron lanzadas de vuelta junto a las llamas de fuego sacadas de mi varita. Apuntaba con tanta determinación al mismo tiempo que una pared de humo denso se formaba ocultando al dragón y a mi de la vista de los espectadores.

Solo éramos él y yo dentro de esta pared de humo y fuego entre ambos. Al final, hubo un duelo de fuego entre el dragón y yo. Después de unos segundos, mi fuego ganó.

MALDICIÓN II ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora