C: 174 - LECHUZAS

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Narra William:


-Algunos días de clase habían pasado. Dos semanas de clase por fin habían pasado y eso hacia que todo el mundo empezará a sacar dobles bufandas a la hora de salir de nuestras habitaciones.

Porque si, el frío aquí en Durmstrang era increíblemente gélido. Incluso Sirius se sorprendió ayer en la noche después de la ventosa lluvia de granizo que cayó sobre Durmstrang y, donde según él, solo seria cosa de unos minutos y después se calmaría.

Y hoy estaba aquí con el perro pulgoso de mi padrino, sirviéndole un poco de chocolate de caliente porque estaba empezando a agarrar un espantoso resfriado-

William: Te dije que Durmstrang erra parra morrirr de hipoterrmia en solo cinco minutos. -rodé los ojos dándole una gran taza de chocolate-

Sirius: Creí que solo mentías. -dijo en un tiritar-

William: ¿Acaso no investigaste nada antes de venirr a Durmstrang o que? -me senté a su lado-

Sirius: Ni siquiera sabía dónde quedaba. De no ser por tu padre, no llegaba.

William: ¿Mi padrre? -pregunté sorprendido-

Sirius: Si, hablé con él antes de venir. Me dio unas pequeñas instrucciones antes de venir. Pero no supe más.

William: ¿Qué instrrucciones?

Sirius: Dijo que cuidaras de mi y te hiciera caso en todo lo que dijeras. Pero creo que solo bromeaba, digo, aquí yo soy el adulto. -sonrió divertido-

William: Si clarro. -rodé los ojos-

Sirius: En unos meses será navidad. ¿Iras a casa?

William: No lo crreo. Pensaba quedarrme en el castillo.

Sirius: ¿Tú solo? -preguntó sorprendido-

William: Quierro estarr solo.

Sirius: ¿Otra vez tus pesadillas?

William: No. -el hombre me miró con una ceja alzada- Digo, puede serr.

Sirius: William, ya sabes que puedes contarme lo que quieras. Todo. Para eso estoy aquí.

William: Lo sé. Perro últimamente no me siento cómodo estando con perrsonas.

Sirius: ¿Por eso ignoras a tus amigos?

William: ¿Cómo sabes eso? -pregunté sorprendido-

Sirius: Bueno, no es novedad después de pedirme dormir conmigo en mi despacho apenas paso el tercer día de volver a las clases.

William: Es complicado.

Sirius: ¿Complicado? ¿Por qué?

William: Es que solo quierro que todo esto se...

-pero no pude seguir hablando. Fui interrumpido por un picoteo proveniente de la ventana del despacho de Sirius.

Confundido, me acerque al cristal y me sorprendí al ver una lechuza blanca y de ojos ámbar muy conocida para mi, con una carta en su pico.

Rápidamente abrí la ventana logrando que el gran y helado frío entrará en una ráfaga de viento que azotó toda la habitación.

Sirius se estremeció en su lugar y ni porque tuviera una gran y gruesa cobija de piel, sirvió para que no sintiera el frío. La lechuza entro a la habitación refugiándose del inmenso frío de afuera y yo solo cerré la ventana como pude.

Después me gire en dirección al ave la cual ya estaba cerca del fuego en un pedazo de rama-

William: ¿En serrio mi herrmano esta tan loco como parra mandarr su lechuza en plena torrmenta helada? -brame enojado y quitándole la carta al ave de su pico- Harry es un idiota. -gruñi acariciando al ave- Lo siento porr el dueño que te tocó Hedwig.

MALDICIÓN II ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora