C: 209 - SIRVIENDO COMO ARMA

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Narra William:

Bellatrix: Veo que haz hecho lo correcto, niño Potter. -sonrió con malicia- Veras que el señor tenebroso tiene grandes cosas para ti una vez su reino inicie.

William: Solo terrminemos con esto de una buena vez. -gruñi-

Bellatrix: Claro, pero primero debes verte como uno de nosotros.

William: ¿Qué?

-Y con una sonrisa de loca, Bellatrix hizo qué uno de los mortifagos me diera una túnica y una máscara, justo como la de ellos-

Bellatrix: Pontelo.

-sin decir nada más, asentí. Me puse la túnica negra con capucha de punta y al igual, la máscara me la coloque sobre mi rostro, ocultándome. Suspire al darme cuenta de que era lo que merecía, un rostro oculto para un traidor. No merecía menos.

Pero aún así Bellatrix rió divertida mientras me miraba de arriba a abajo-

Bellatrix: El mismísimo hijo de una sangre sucia y un traidor a la sangre, el mestizo que hoy en día se une a las filas del señor tenebroso. -sonrió- Tus estúpidos padres y el tonto de mi primo estarían tan avergonzados de ti.

William: Mis padrres no...

Bellatrix: Pero eres hijo de Severus. -sonrió- Hizo algo bien después de todo.

William: Mi padrre es un grran hombrre. -gruñi-

Bellatrix: Si, eso dicen. -rió bajo-

Fenrir: Debemos iniciar. El niño Malfoy ya sé adelanto.

-Bellatrix asintió y junto a otros dos mortífagos, empezamos a caminar fuera de la sala de menesteres.

Apenas lo hicimos, Bellatrix empezó a disparar su varita hacía cualquier cosa que veía. Pared, retrato, antorcha, ventana o lo que sea. Destruía todo a su paso de forma maniática mientras intentaba llamar la atención-

William: Crreí que solo veníamos a matarr al viejo. -dije asustado-

Bellatrix: ¿Y perder la oportunidad de eliminar a unos cuantos? -sonrió- No seas aguafiestas, niño Potter.

-Y así fue como una desquiciada diversion inicio para los mortifagos. Apenas llegamos a las escaleras, empezamos a toparnos con algunos adultos, los mismos que reconocí como los que nos salvaron en el departamento de misterios, en el ministerio.

Apenas quedaron frente a nosotros, nos detuvimos de golpe. Bellatrix sonreía divertida. Yo no veía la risa de los demás por las máscaras. A excepción de Fenrir quien sonreía burlón mostrando sus afilados dientes-

Bellatrix: Veo que hay niñeras en este asqueroso castillo.

X: Veo que hay basura en nuestro castillo. -dijo una mujer de cabello morado-

-Y apenas dijo eso, todos se prepararon con varita en mano y lanzaron encantamientos entre sí.

Uno de los mortifagos me jalo hacía él evitando que un hechizo de los contrarios me golpeara, y entonces con rapidez también saque mi varita. Debía pelear-

Bellatrix: Será divertido matarlos a ustedes también. -dijo lanzando maleficios-

Kingsley: Hoy no.

Y así es como entre ambos bandos estuvimos en un duelo de varitas a mitad del pasillo del castillo. Rápidamente algunos de ellos intentaron correr al ver a estudiantes llegar a nosotros. Corrían intentando salvarlos y protegerlos.

Yo apenas y pude hacer algo, veía al niño Longbottom luchar con uno y disimuladamente moví mi varita en su dirección. Después todo estuvo vacío y eso a nosotros nos favoreció, podíamos seguir corriendo en dirección a la Torre de astronomía-

William: ¡Expelliarrmus! -apunte a uno de ellos-

-La varita del hombre con cicatrices voló en los aires, y la hubiera atrapado de no ser porque me habían vuelto a agarrar y jalaron para seguir corriendo.

Así que eso hice, correr junto a todos los mortifagos mientras intentabamos desviar los hechizos de los otros que venían detrás de nosotros.

Y yo no podía creer aún que esto por fin estaba empezando. Lo que tanto decían que pasaría estaba pasando, la guerra de la que tanto se hablaba estaba iniciando. Y yo estaba justo como aquella profecía dijo que estaría, sirviendo como arma para el mal-


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Narra Hermione:

-Las puertas de roble de la entrada estaban abiertas y la luz del interior iluminaba el sendero y la extensión de césped. Poco a poco, con vacilación, empezaron a salir profesores y alumnos en pijama; bajaron los escalones y miraron alrededor, nerviosos, en busca de alguna señal de los mortífagos qué habían huido en plena noche.

Sin embargo, mis ojos estaban fijos en el pie de la torre más alta. Estaba junto a Ginny y Ronald, los había encontrado unos minutos después de despertar y salir de la sala común de Slytherin. Aunque primero encontré a Ginny y a Luna.

William había hecho de las suyas, cuando desperté no había nada más que Trueno y una nota amarrada en su patita. Estaba devastada por haberlo perdido así de rápido.

Sabía que este era un fin, una separación y no sabía por cuanto tiempo debíamos estarlo. Pero también estaba devastada mirando el cadáver del director, el profesor Dumbledore, muerto y postrado sobre la hierba.

Esto había sido lo más fuerte que los mortifagos hubieran podido hacer. Habían matado a Dumbledore, la media hora de terror en donde se dedicaron a atacar Hogwarts había sido de total locura para todos.

Aún habían muchos estudiantes que habían sido atacados y golpeados. Neville era uno de ellos, se encontraba con el brazo dislocado y una costilla rota quizá.

Yo solo pude enfrentarme a uno de ellos, no sabía quién había sido, traía máscara. Pero supe que era una mujer por su largo cabello y su voz femenina.

Me hubiera encantado poder despedirme de William, o decirle que se quedara conmigo, pero ahora nada de eso era posible-

Ron: ¿Dónde están William y Harry? -preguntó a mi lado-

Ginny: No lo sé. Solo vi a Harry pasar corriendo en dirección a la cabaña de Harry.

Ron: ¿Por qué iría allá?

Ginny: No lo sé, solo hay que esperar a que vuelva y así sabremos lo que paso.

Ron: Si, tienes razón.

Ginny: ¿Estás bien, Hermione? -preguntó a mi lado-

Hermione: Si, un poco aturdida por todo lo que paso. -suspire-

Ron: Te entiendo. Estamos todos así, pobre Dumbledore. -dijo triste mirando el cadáver- ¿Creen que haya sufrido? Espero que no.

Ginny: No lo sé, me gustaría creer que no. -dijo melancólica-.




MALDICIÓN II ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora