C: 110 - ¿QUIÉN LA CONJURO?

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Narra Hermione:

-Después de todo el caos que había llegado, nos habíamos adentrado más al bosque, parecía que alguien se acercaba hacia nosotros dando tumbos.

Esperamos, escuchando el sonido de los pasos descompasados tras los árboles. Pero los pasos se detuvieron de repente-

Harry: ¿Quién está ahí? -preguntó controlando un poco su voz para sonar firme-

-Y entonces, sin previo aviso, una voz diferente de cualquier otra que hubiéramos escuchado en el bosque desgarró el silencio. Y no lanzó un grito de terror, sino algo que parecía más bien un conjuro-

X: ¡MORSMORDRE!

-Algo grande, verde y brillante salió de la oscuridad y se levantó hacia el cielo por encima de las copas de los árboles-

Ron: ¿Qué...? -exclamó poniéndose en pie de un salto y mirando hacia arriba-

-Lo que había en el cielo era una calavera de tamaño colosal, compuesta de lo que parecían estrellas de color esmeralda y con una lengua en forma de serpiente que le salía de la boca.

Mientras mirábamos, la imagen se alzaba más y más, resplandeciendo en una bruma de humo verdoso, estampada en el cielo negro como si se tratara de una nueva constelación-

X: ¡Corre, soquete! -gritó una voz detrás de nosotros-

X: ¡Deyan, no sueltes mi mano! -gritó una voz ronca y un poco gangosa-

-Era como si ya la hubiera escuchado antes, parecía ser la misma voz que escuche cuando la figura de capucha roja choco conmigo antes del partido.

Así que rápidamente me giré hacía las voces y vi de inmediato a los mismos cinco chicos de ese rato. Solo que ahora, el de la capucha roja la traía abajo y pude verlo correr de espaldas a mi, me di cuenta de que tenía el cabello azabache y era muy alto.

El chico agarraba de la mano a una pelinegra con atuendo completamente negro mientras que los otros dos chicos que eran un rubio y otro pelinegro, llevaban a otra chica pelinegra agarrada de sus manos-

X: ¡Asen, corre más rrápido! -gritó una voz femenina-

X: ¡Debemos buscarr a Viktorr! ¡Yo estoy a carrgo así que debemos irrnos con él!

X: ¡Cierra la boca y prrotege a Deyan, Sultán!

X: ¡Ahhg, los odio! -gritó-

-Y después de eso, todos desaparecieron al doblar por una carpa más al fondo de nosotros por un claro-

Harry: ¿Quién está ahí? -gritó de nuevo regresandome a la realidad-

-Y entonces me di cuenta de que así como los chicos de acento raro, nosotros también debíamos irnos-

Hermione: ¡Harry, vamos, muévete!

-Sin esperar respuesta, lo había agarrado por la parte de atrás de la chaqueta, y tiré él-

Harry: ¿Qué pasa? -preguntó preocupado-

Hermione: ¡Es la Marca Tenebrosa, Harry! -grité asustada- ¡El signo de Quien-tú-sabes!

Harry: ¿El de Voldemort?

Hermione: ¡Vamos, Harry!

-Harry por fin entendió y se volvió, mientras Ron recogía a toda prisa su miniatura de Krum, y los tres nos dispusimos a cruzar el claro por donde los chicos de acento raro habían huido.

Pero tan sólo habíamos dado unos pocos pasos, cuando una serie de ruiditos anunció la repentina aparición, de la nada, de una veintena de magos que nos rodearon-

Harry: ¡AL Suelo! -gritó arrastrandonos al pelirrojo y a mi sobre la hierba-

X: ¡Desmaius! -gritaron las veinte voces-

-Hubo una serie de destellos cegadores, sentí que el pelo se nos agitaba como si un viento formidable acabara de barrer el claro.

Al levantar la cabeza un centímetro, vi unos chorros de luz roja que salían de las varitas de los magos, pasaban por encima de nosotros, cruzándose, rebotaban en los troncos de los árboles y se perdían luego en la oscuridad-

X: ¡Alto! -gritó una voz familiar- ¡ALTO! ¡ES mi hijo!

-Levanté un poco más la cabeza para darme cuenta de lo que pasaba. El mago que tenía delante acababa de bajar la varita.

Al darse la vuelta vio al señor Weasley, que avanzaba hacia nosotros a zancadas y aterrorizado-

Arthur: Ron... Harry... -dijo con voz temblorosa- Hermione... ¿Están bien?

X: Apártate, Arthur. -dijo una voz fría y cortante-

-Era el señor Crouch. Él y los otros magos del Ministerio estaban acercándose. Harry se puso en pie de cara a ellos mientras que Ron y yo los veíamos con temor a que nos hicieran algo, pero pude ver como Crouch tenía el rostro crispado de rabia-

Crouch: ¿Quién la conjuro? -preguntó bruscamente, fulminándonos con la mirada ¿Quién de ustedes ha conjurado la Marca Tenebrosa?

Harry: ¡Nosotros no hemos conjurado eso! -señaló la calavera-

Ron: ¡No hemos hecho nada! -se frotó el codo y miró a su padre con expresión indignada- ¿Por qué nos atacan?

Crouch: ¡No mienta, señor Potter! -gritó-

-El hombre seguía apuntando a Ron con los ojos casi se le salían de las órbitas: parecía enloquecido-

Crouch: ¡Lo hemos descubierto en el lugar del crimen!

X: Barty... -susurró una bruja vestida con una bata larga de lana- Son niños, Barty. Nunca podrían haberlo hecho...

Arthur: Díganme, ¿de dónde ha salido la Marca Tenebrosa? -preguntó rápido-

Hermione: De allí. -respondí con voz temblorosa, señalando el lugar del qué había partido la voz- Estaban detrás de los árboles. Gritaron unas palabras... un conjuro.

Crouch: ¿Conque estaban allí? -me miró con desconfianza impresa en cada rasgó del rostro—. ¿Conque pronunciaron un conjuro? Usted parece muy bien informada de la manera en que se invoca la Marca Tenebrosa, señorita.

-Lo miré sorprendida ante la gran desesperación que el hombre desbordaba, estaba fuera de si.

Lo único bueno es que aparte del señor Crouch, ningún otro mago del Ministerio parecía creer ni remotamente que Harry, Ron y yo pudiéramos haber invocado la calavera.

Por el contrario, parece que después de escucharme habían vuelto a alzar las varitas y apuntaban a la dirección a la que les había señalado, tratando de ver algo entre los árboles-

X: Demasiado tarde. -dijo sacudiendo la cabeza la bruja vestida con la bata larga de lana- Se han desaparecido.

Amos: No lo creo. -declaró un mago de barba escasa de color castaño-

-Era Amos Diggory, el padre de Cédric y con quien habíamos viajado a este lugar por medio del traslador-

Amos: Nuestros rayos aturdidores penetraron en aquella dirección, así que hay muchas posibilidades de que los hayamos atrapado..

X: ¡Ten cuidado, Amos! -le advirtieron algunos de los magos cuando el señor alzó la varita-

-Fue hacia el borde del claro y desapareció en la oscuridad. De inmediato me llevé las manos a la boca cuando lo vi desaparecer-.







MALDICIÓN II ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora