Narra Hermione:
-Después de unos pocos minutos de subir, por fin llegamos a mi habitación la cual abrí de inmediato dejando espacio para que el ojiverde pasará.
Y así fue, William entro, pero apenas lo hizo algo se aventó contra él y el rojizo oscuro pego un grito del susto-
Hermione: ¡No, Crookshanks! -grité al ver a mi gato-
-Cerré la puerta de inmediato y me apresure a ir con los dos quienes estaban empezando una lucha entre las garras aferradas a la cara del ojiverde y las manos aferradas en el cuerpo del felino para intentar quitarlo de él-
William: ¡¿Qué clase de bestia inferrnal es esta cosa?! -gritó mirando fijamente al gato-
Hermione: No es una bestia infernal, es mi gato. -dije metiéndome entre la pelea-
William: Grrangerr, este no es un gato.
Hermione: Claro que si. Y es uno muy lindo. El año pasado debías conocerlo. -sonreí dejando una vez a esos dos en su pelea que ya se llevaba a cabo en el suelo-
-Con William boca arriba intentando quitarse a mi pequeño y tierno Crookshanks-
William: Este no es un gato. -dijo luchando- Basta con verle las orejas.
Hermione: William, no seas grosero. -lo regañe- Además, no deberías tratarlo así, él quería conocerte.
William: ¿Porr qué? ¿Parra comerrme? ¡Vamos bestia. Deja mi bella carra! -dijo a mi gato-
Hermione: Es mi hijo, no le digas así. -volví a enojarme-
-Y una vez más, y ya harta, me metí en la pelea de esos dos y con una simple caricia en las orejas del gato, él soltó a William. De inmediato lo agarré entre mis brazos y apenas el ojiverde se puso de pie, Crookshanks le bufo.
William le gruñó y yo solo rodé los ojos por la poca amabilidad que se tenían estos dos-
Hermione: Dejen de pelear. -dije caminando con mi gato en dirección a mi cama- Puedes dormir aquí, Will. -dije dejando a Crookshanks sobre las sábanas-
William: ¿Esa bestia dormirrá conmigo?
Hermione: No le digas así, es sensible.
William: Esa cosa parrece un Kneazle, Grrangerr. Sensible es lo menos que es. -apuntó al gato con su dedo-
Hermione: ¿Kneazle?
William: Tienes algo nuevo que investigarr. Ahorra, tu. -miró a mi gato- Abajo, esta cama es mía.
-Pero mi fiel Crookshanks solo lo miro con la típica cara que tenía y camino hasta acostarse sobre la almohada.
William gruñó más al ver como mi Crookshanks lo desafiaba sin importarle su presencia, pero aún así, el orgullo del ojiverde no iba a quebrantarse por un gato, y molesto se acostó pegado a la pared con su cabeza en la otra almohada, justo a lado de mi gatijo.
Y así, uno bufando y el otro gruñendo cerraron sus ojos para intentar dormir. Yo los veía desde mi silla detrás de mi escritorio y solo rodé los ojos. Tal parece que esos dos no se llevarían bien como espere-
Hermione: Dulces sueños a ambos.
-Sin abrir sus ojos, uno solo hizo un sonido afirmativo con su garganta y el otro maullo en respuesta.
Y rendida de esos dos, me giré hacía mi mesa para empezar a hacer mi tarea-
...