Capítulo Trece: ¿Lo merece?

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—. Dejen de ocultarme las cosas, que fue lo que realmente pasó con Zephyr.

URSS observó a USA, indicándole que no tenían tiempo para explicar nada.

—. PERÚ! —. Gritó el local, observando a Perú con la mirada perdida.

Este último no podía creer que aquel evento repugnante de hace tantos años los haya perseguido hasta ahora.

Con la deducción de la Unión Soviética, aquel que se hallaba viendo a Zephyr hace unas horas... había sido la misma persona que marcó su vida al abusar de él.

—. ESTADOS UNIDOS! —. Gritó URSS al ver que no paraba de reclamar —. Perú te lo dijo, tuvo un accidente con un árbol y listo.

Pero USA estaba cansado, estaba bien que desconfiara en él, que lo siguiera odiando, detestando, pero necesitaba saber la verdad con el único fin de ser útil en aquella investigación.

—. Perú, si no me explicas todo, voy y se lo pregunto a Zephyr.

—. Qué? Te dije que no idiota, Zephyr ya tuvo suficiente.

—. Explicame qué sucede.

—. Ya te conté todo!

El estadounidense no dijo más, y simplemente dió media vuelta ingresando a la casa.

Perú lo siguió tomándolo del brazo, evitando que fuera con los niños.

—. Cálmate! T-Te estoy diciendo la verdad!

USA guardó silencio unos segundos, para nuevamente tomar la palabra.

—. Aquel día después de la fiesta, cuando dormí un poco... tuve un sueño extraño. —. Contó el local, observando a Perú con seriedad —. Te ví a tí.

—.... A mi?

—. Con Rusia... Y... noté que Zephyr estaba en tus brazos. Era un espacio helado. Parecían estar frente a una pequeña cabaña. Tu salias y no parabas de gritar por ayuda.

—...

—. Me acerque, y podía verlo. Podía ver a Zephyr.... —. Susurró —. Él estaba en tus brazos, era pequeño, estaba cubierto en una frazada, pero aún así podía... distinguir... golpes, moretones, de sus labios se extendía un hilo de sangre y... vi ese corte que te comenté.

Perú no supo cómo responder.

Lo que Estados Unidos describía era exactamente lo que había pasado. No había otra persona más a parte del peruano que recordara aquella escena a detalle.

—. No es la primera vez que sucede algo así, me pasó lo mismo hace años, y al pensar tanto en este tema... me di cuenta de ello.

—. De... qué?

—. Cuando tu y yo salíamos, hubo una ocasión en la que me llevaste a una montaña muy alta. Yo no aguante la presión y decidí quedarme en el helicoptero. Ahí comencé a soñar nuevamente.

—. Sí... Recuerdo que tomaste una siesta.

—. Soñé tres cosas, ese día. La primera, fue verte a ti en una bañera cubierto en sangre, y al conectar un poco lo sucedido... después tuviste ese accidente con la motocicleta en Rusia.

—. Qué? USA... estas sacado d-

—. Escúchame, el segundo sueño fue verte nuevamente pero esta vez, tu mismo te prendías fuego... Meses después... El local de la junta se incendió. El tercer sueño... simplemente estaba yo... en un lugar frío, en un acantilado... Creo, lo único que podía escuchar eran campanadas. Luego apareciste tú y caías al vacío. Perú, luego de... todo lo que reveló Rusia en la boda, tu caíste de lo más alto de un edific-...

FINDING FORGIVENESS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora