Capítulo Diecisiete: Respira

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—. QUE MIERDA HAN ECHO!?? —. Exclamó Perú dando un golpe en la mesa —. QUE TIENEN EN LA PUTA CABEZA??

—. Te dije que no se lo contaras a él —. Dijo la Unión Soviética, conociendo lo fácil que Perú perdía el control.

—. Perú, has silencio —. Indicó Rusia observándolo molesto.

Con aquel grito pudo haber alertado a cualquiera. No querían llamar la atención.

—. ONU es un imbecil de mierda, desgraciado, hijo de puta... y la OMS igual! España seguramente los tiene comprados, y si los tiene a ellos nosotros estamos fregados!

—. Perú, cálmate. España aún no ha echo nada en su condición de libertad —. Dijo USA tomándolo del hombro —. Aunque me parece demasiado extraño el que ONU haya liberado a España de esa forma.

—. ONU sabe que pondría en juego su estatus como organización de paz, podríamos destituirlo. —. Comentó Rusia con los brazos cruzados. —. Cómo fue que México te envío esos documentos. Cómo ingresó a la casa de ONU?

—. Él salió en libertad hoy. Como no había nadie fuera esperándolo, OMS lo llevó consigo a casa de ONU. Ahí está pasando la noche.

—. Si ONU llegara a descubrirlo estaría en peligro, independientemente si es responsable o no, España podría intervenir ahí.

—. Lo ayudé a eliminar los videos de seguridad.

—. Y que hay de las huellas dactilares? Al ver que no hay grabaciones van a investigar el lugar.

—. También le dije que limpiara todo bien. A excepción de... Los mismos documentos que tomó...

—. América!

—. Oh mierda —. Susurró tomando su teléfono, intentando llamar al número de México.

Pero Perú tomó el celular y lo tiró al suelo de un golpe.

—. Si lo matan es mejor. Déjalo.

—. Qu-...

—. Adoro la idea de matar a México abandonandolo a su suerte —. Recalcó la URSS —. Pero creo que antes de que estire la pata podríamos usarlo para sacar más información de los de allá.

—. Ehh, tienes razón.

— ¿Qué? No, México se irá de esa casa mañana a primera hora. —. Reclamó el estadounidense.

—. Dile que se quede y que nos de más datos —. Dijo Perú cruzandose de brazos —. Me parece que lo estas defendiendo? Dijiste que tú no lo amabas.

—. Eso no tiene nada que ver —. Indicó USA —. No lo amo, pero es la madre de mi hijo. México no se puede exponer más.

—. Creo que hasta tu hijo desearía que la perra de su madre desaparezca de este mundo.

—. Perú cállate —. Exclamó el ruso.

—. México se irá de ese lugar sí o sí —. Volvió a decir el norteamericano.

Intentó llamar a México, pero este no respondía las llamadas.

Esto preocupaba tanto a USA como Rusia, quienes realmente esperaban que se hallara durmiendo y no le haya pasado nada malo.

El norteamericano indicó que ya era momento de regresar a sus respectivos territorios.

Siempre habían estado en peligro, pero con esta nueva información, la lista de personas de las cuales debían tener cuidado había incrementado.

USA iría a recoger a México para después llevarlo a salvo a su territorio.

Si fuera por Rusia, lo acompañaba, pero no dijo nada para ahorrarse los gritos por parte de su padre y su "pareja".

FINDING FORGIVENESS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora