Capítulo Cuatro: La verdad

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Después de aquella noche, en la que finalmente Rusia y Perú "dieron a conocer" sobre Zephyr, el pequeño se levantó al día siguiente, entusiasmado.

—. Mamá! —. Lo llamó con una sonrisa. —. En el evento de ayer... estaba estados unidos.

—. Lo sé amor.

—. Si todo se terminó entre ustedes... por qué él no te quitaba la mirada de encima? :0

—. América no era el único que veía a tu madre, Zephyr —. Respondió Rusia —. No te diste cuenta de Bolivia, Chile o Francia?

—. Ahh! Tienes razón! Mi mamá es famosa :3

—. Solamente se trata sobre la ausencia que tiene en eventos como esos.

—. Mamá... y quién era el señor que ONU presentó? Olvidé su nombre.

—. España...

—. Tu papá :D!

—. Eh... Sí.

—. Por qué no lo fuiste a salud-.... —. Quedó en silencio unos segundos —. Ooookey... yo no dije nada, lo siento mami...

Perú sonrió y seguidamente comenzó a reír junto a Rusia.

—. No te preocupes cariño.

—. Y cuánto tiempo estaremos aquí? Me gusta este nuevo lugar. No podemos quedarnos? :3

—. Amor, sabes que sería peligroso que supieran nuestra ubicación.

—. Pero mamá... estoy aburrido de la misma casa... Quiero salir y... y... y... Explorar nuevos ambientes! Nunca he ido a la playa, podemos ir? Estamos en... donde estamos? Francia? Francia tiene playas? Francia tiene mar? :0

—. Zephyr

—. Perdón papá... —. Dijo bajando la mirada, para luego subirla nuevamente con un poco de emoción —. Pero si podemos ir...?

—. Bien amor, iremos a la playa —. Dijo Rusia ayudando a Perú a servir el desayuno.

—. Rusia —. Reclamo Perú.

—. No pasa nada Perú. Estaré atento, confía en mi.

—. Si mamá, podemos iiiirrr????

—. Mmm.... —. Lo pensó un poco —. Bien...

El pequeño comenzó a saltar de emoción.

Todo era nuevo. Quería conocerlo absolutamente todo.

Los mayores terminaron de servir el desayuno y todos disfrutaron de una rica avena con chocolate.

Al finalizar, arreglaron un poco el departamento para salir un rato a pasear por las calles de la ciudad francesa en la que se hallaban.

Zephyr siempre salía con un cubrebocas y un gorrito, aquello ya se había vuelto una costumbre.

Por ese motivo era fácil pasar desapercibido.

Cuando ya se hallaban afuera, Zephyr observaba todo con los ojitos iluminados de alegría.

Todo era hermoso.

Comieron algunos helados, y fueron al parque a tomar asiento.

Ahí fue donde se encontraron con el representante de aquel país.

—. Perú... —. Llamó Francia en voz baja para no hacer un escándalo.

Perú no se había dado cuenta de la presencia del francés, puesto que se hallaba riendo junto a Rusia y su pequeño.

FINDING FORGIVENESS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora