Capítulo Treinta y Cuatro: Tampoco es culpa tuya

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—. Kenneth!!! Me alegra tanto volver a verte! —. Exclamó Aster dándole un gran abrazo.

—. Ah... Si, a mi igual.

Su pareja se acercó por su atrás, saludando con un gesto a Kenneth, quien respetuosamente le devolvió el saludo.

—. Los dejo solos —. Indicó Dens tomando el hombro de Aster —. Estaré en el centro comercial.

—. Esta bien.

El mayor se retiró sin problema alguno dejando a su pareja al lado de quien solía ser su mejor amigo.

Estos dos, se dirigieron a una cafetería.

—. Bien, Aster... que era lo que querías decirme.

—. Quería pedirte perdón... por todo.

Nuevamente esa palabra

"Perdón"

¿Que tan importante era?

—. Sabía lo que tu sentías por mí... pero...

—. No te hagas problemas por eso, que no sientas lo mismo que yo no es un pecado. —. Respondió el menor tomando un sorbo de su bebida helada —. Al final lo entendí. No es culpa tuya.

—... Tampoco tuya..

—. Se podría decir que sí. Yo me enamoré de la persona incorrecta y creo que intenté culpar tus preferencias con el afán de victimizarme y sentirme mejor conmigo mismo.

—. Mis preferencias...?

—. Sé que nunca saldrías con alguien menor que tú. —. Respondió con una sonrisa —. Te gusta que sean más altos que tú, para que puedan cargarte sin problema y arrojarte a la cama. Para que te traten con poder y te dominen bajo toda circunstancia.

—.... —. Quedó sin palabras, algo sonrojado por la respuesta tan directa —. Pero... susurralo.

—. Jajajaja después de todo lo que pasamos, me di cuenta.

El mayor desvío la mirada, avergonzado.

—. De todas formas... —. Dijo Aster —. Tú pareces tener más edad de la que realmente tienes.

—. Mmm... quizás. Pero eso no me hizo competir contra Dens. ¿Verdad?

—. Estuve... hablando con él respecto a este tema, y me dijo que lo más sano para ti, sería que yo me alejara y te diera el espacio y tiempo que necesitas para curarte.

—. Es normal que te quiera mantener lejos de mi.

—. Yo no dije eso!

—. ¿Quien quisiera tener cerca a alguien que pretende a su novio?

—. No pienses eso de él... Dens también se preocupa por ti.

—. ¿Por que se preocuparía por mi?

—. Porque eres importante para mí... y él lo respeta...

Ahora fue Kenneth quien guardó silencio mientras tomaba un sorbo de la bebida.

Aster era consciente que cometió un error, y era no haber platicado ni con Dens ni con Kenneth, sobre la existencia del otro.

Contó que para Dens también fue una sorpresa ver que se había ganado el odio de alguien que no había visto nunca.

Para los dos fue inesperada su presentación.

Pedía perdón por eso.

Pero cada que mencionaba esa palabra, simplemente confundía más al menor.

FINDING FORGIVENESS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora