▶️ Colors of you [27]

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NARRADOR(A) OMNISCIENTE
(Porque Seungmin conoce su propia historia, mas no la de los demás tanto como yo)

Hyunjin y Yeji eran hijos de padres divorciados. Cuando esto pasó, cada uno tenía doce años. A esa edad fue cuando conocieron lo que era la doble vida, el tener dos casas, dos mascotas, dos habitaciones, dos navidades, dos año nuevo, dos, dos, dos, dos, dos, dos, dos, dos, dos... Uno de esos días les dijeron que estaba cansados de la rutina semanal, y que preferían vivir sólo con uno de ellos, sin embargo, la madre se quedó con Yeji y el padre se llevó a Hyunjin. Tenían catorce años cuando los separaron, y cuando el papá decidió mudarse lejos.

Cada vez que un psicólogo les preguntaba cómo se sentían al respecto y qué pensaban del divorcio de sus padres, ellos decían que estaba todo bien, que siempre pensaron que fue lo mejor porque solían haber muchas discusiones en casa. Cuando les preguntaban por su relación de hermanos, solían decir que estaban hartos de ser comparados y que no les vendría mal separarse un tiempo. Fue así hasta que Yeji tuvo que dejar a su hermano e irse con su madre, ambos se abrazaron y no quisieron soltarse. Habían compartido el vientre de su madre y hasta el día de nacimiento, así que resultó más complicado de lo planeado. Después de todo, lo que les ayudó a sobrellevar las discusiones y peleas de sus padres, era que siempre se mantuvieron juntos. Se tenían al otro de manera incondicional, así que les era difícil aceptar el hecho de que ahora estarían solos.

Ese día, cuando Yeji y su madre se fueron, Hyunjin se sentó en la acera mientras lloraba desconsolado. Su padre, un hombre distante y que si podía pagar para que dejara de llorar lo haría, simplemente se adentró a la casa y lo dejó en lo suyo. Hyun alzó la mirada con dirección al cielo, pero en el camino su vista dió con el segundo piso de la casa de enfrente. Unos chicos de su edad lo habían estado mirando, por lo que se secó las mejillas y agudizó su visión. Uno de ellos lo estaba saludando con un ademán de mano, y sin pensarlo mucho, Hyunjin le correspondió.

Los colores del mundo en ese entonces eran grises y opacos. Era el nuevo de su escuela, así que temía ser intimidado o molestado durante ese año, sin embargo, un chico de vibra alegre y sonrisa radiante se le acercó en los pasillos, lo saludó como si fueran viejos amigos y le dijo:

— ¡¡Nuevo!! ¡Te vi mudarte hace dos días! ¡Somos vecinos de barrio! Me llamo Seo Changbin. — se hizo a un lado y ahí apareció otro chico castaño de dulces ojos de cachorro. Se veía incluso más tímido que él. — Este de aquí es un año menor que yo, pero es mi mejor amigo. Saluda, Seungmin-ah.

— Hola. Soy Kim Seungmin. — hizo una pequeña reverencia con su cabeza, la cual Hyunjin correspondió. — Tengo catorce años.

Hwang sonrió a lo grande, puesto que tenían la misma edad, y eso sólo quería decir que probablemente ya tenía un amigo asegurado.

— ¡Hola, mi nombre es Hwang Hyunjin!

Los colores grises se dispersaron en cuanto Seungmin sonrió. La vida y la luz regresaron al mundo de Hyunjin en un abrir y cerrar de ojos. Nunca pensó que, lo que comenzó como una linda amistad escolar, se convertiría en lo más hermoso y complicado de su vida. Kim lo había cautivado con esa sonrisa amable y esos ojos llenos de estrellas, pero el físico pasó a segundo plano cuando lo conoció a profundidad, cuando pasaban horas hablando por chat y en los recesos, cuando se encontraban en la biblioteca para escapar de Changbin y su pregunta: "¿esta bien si practico contigo mi rap? Sé que sueno increíble, pero me gustaría la opinión de un futuro fan". Se unían para bromear con Changbin, solían ir a los juegos mecánicos los fines de semana, o sino al cine, al parque, a la esquina, a cualquier lugar con tal de verse, con tal de tener la excusa de tocarse, sea el hombro o rozar la mano del otro. Pronto le fue imposible ocultar que comenzaba a sentir algo más que amistad por Seungmin; se lo quedaba mirando durante las clases, escribía su nombre en su cuaderno, le escribía poemas por la noche y los mejoraba en la mañana, le tomaba fotos con su cámara (su regalo de cumpleaños), salían a manejar bicicleta, iban a la pista de patinaje por las tardes y luego comían hamburguesas por la noche. Hubo una temporada donde casi dejan abandonado a Changbin, pero fue sin darse cuenta, por lo que, un día cualquiera, Seungmin le dijo: "Binnie quiere que hagamos una pijamada en su casa. ¿Vamos?"... Vaya, a Hyunjin le encantaba esa pregunta "¿Vamos?" en plural, como si fueran una pareja que siempre iba en paquete a cualquier lugar, y si uno no iba, el otro tampoco.

Love Headphones | HYUNMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora