Love Headphones | HYUNMIN

▶️ Record Player [1]

Dos pájaros se posaron sobre aquella rama; era como si estuvieran manteniendo una interesante conversación sobre semillas y migajas de pan, ya sabes, lo común entre aves de ciudad, pero pronto un tercer pájaro llegó y atrajo la atención de uno de los primeros (ahora prepárate para el giro de trama); el pájaro que lo había acompañado todo ese tiempo se sintió ignorado y se fue volando, dejando que el otro par mantuviera la conversación sobre semillas y migajas de pan sin él. No lo juzgo, probablemente yo hubiera hecho lo mismo. ¿Cuál era la razón? ¿Evitaba el conflicto o me quería lo suficiente como para darme cuenta en dónde era bienvenido y en dónde no? En realidad es porque todo me da vergüenza. Sin embargo, creo fielmente que todo podría haberse solucionado si existieran pequeños love headphones para pájaros. Todo sería pan comido, ¿entiendes?

— ¿Piensas pasar todas las vacaciones echado? — me preguntó Changbin de repente. Ya se había tardado, nunca había estado en silencio tanto tiempo, no era típico en él, así como no era típico en mí echarme sobre el césped de un parque.

— Si lo dices así suena como un buen plan. — admití, por una parte sincero, y por otra con ganas de molestarlo. Era fácil hacerlo enojar, y terminaba siendo divertido, porque nunca era en serio.

Le puse stop a la canción que estaba escuchando, pero continué con los audífonos puestos.

— ¡Seungmin! Estas serán nuestras últimas vacaciones juntos. — exclamó histérico. Se notaba que necesitaba mayor interacción social. — Es el primer día y ya estás acostado, y encima con esos audífonos. Te vas a quedar sordo, vas a ver.

— Suenas como mi mamá.

— Agradece que me preocupo por ti. — entonces me picó la barriga con su dedo, lo cuál causó que me sentara de golpe. Tengo cierta debilidad en esa zona y él lo sabe. — Ahora quítate esa mascarilla, que hace calor y aquí nadie está enfermo. Ponte de pie. Vamos a pasear. Todo el mundo está en este parque.

— Bueno, eso hubieras pensando antes de robarme toda la energía. — me quejé, pero no hablaba en serio. Había olvidado la última vez que Changbin y yo mantuvimos una conversación seria. — Y es exactamente por eso que no quiero moverme de aquí. Soporté todo un año a nuestros compañeros, y aun así la mayoría son nuestros vecinos. Una mudanza a la semana no vendría mal.

Ya hacía tiempo que no teníamos nuevos vecinos.

— ¡Oye, yo sólo te saqué de la cueva que llamas habitación! Y bien que te encanta socializar como a mí, no te hagas. — golpeó mi hombro sin tanta fuerza, pero yo acaricié la zona tocada como si mi brazo estuviera a punto de caerse. — Vamos, ya.

— Mira, ve a conversar con todo el mundo si quieres. Sabes que no me molesta que me dejes solo por los demás, mientras vuelvas y me cuentes los últimos chismes. — opté por volver a echarme, volver a reproducir la canción que había estado escuchando y subirle volumen, pero Changbin rodeó mis hombros a último momento y me volvió a sentar. Suspiré agotado. — Me gusta estar aquí, tranquilo, lejos de los skaters y las carreras de bicicletas. — le dije yo, por si no estabas prestando atención.

— Hablando de carreras, ya que ahora me estás rechazando. ¿Sí irás a la carrera de esta noche?

— Ammm, supongo. — no les voy a mentir, me hubiera gustado responder con un rotundo no, pero es allí donde pasan las cosas interesantes. — Pero no pienso ir a la fiesta que habrá después.

— Debes.

— No, gracias. Paso.

— Siempre pasas. — volvió a hacer su berrinche con ese tono infantil suyo. — Vamos. Dentro de una semana debo comenzar a prepararme para entrar a ese internado. No tendré tiempo para ti, y luego te estarás quejando.