Capítulo N° 11

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Definitivamente abandoné el puto restaurante de mala muerte, eran unos abusivos y me harté de ellos

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Definitivamente abandoné el puto restaurante de mala muerte, eran unos abusivos y me harté de ellos. Había comenzado ya mis clases de barista, pero los fines de semana trabajaba limpiando casas. Ivana le había hablado muy bien de mi fascinación por la limpieza a sus amigas, así que buscaron contratarme. En un principio me negué, pero... necesitaba dinero.

Ganaba mucho mejor que en el restaurante, eran menos horas y hacía algo que me gustaba. Así me encontraba, descansando unos minutos mientras admiraba mi preciosa obra de arte: una cocina desengrasada, un piso reluciente y muebles blancos y limpios. La perfección, casi tan perfecto como yo.

Sentí mi teléfono vibrar en el bolsillo así que lo tomé para ver quién era, Emily me invitaba a cenar en su casa, acepté al instante. Me gustaba salir con ella, a su lado me divertía mucho y dejaba de pensar. Sin embargo, en el mismo instante en que regresaba a casa, mi mente volvía a convertirse en un huracán de malos pensamientos. Y ni siquiera había un motivo, comenzaba con algo tan pequeño como cargar nafta a la moto para terminar en el miserable motivo de mi existencia.

Le envié un mensaje a Chrissy también, sabía que estaba estudiando mucho porque había reprobado un examen. Estaba triste y con deseos de abandonarlo todo, pero esperaba que mi mensaje la alegrara lo suficiente.

Chrissy <3: Gracias, Al. Te quiero mucho <3 el próximo sábado haré una reunión en casa con unas amigas, irán también amigas de Alex, ¿quieres venir?

Chrissy <3: Invité a Eric también, así no te sientes tan solo rodeado de chicas.

Apreté los labios al leer el mensaje. Últimamente ella pasaba mucho tiempo con él, estudiaban juntos solo para hacerse compañía en un mar de apuntes y libros. A veces salían a pasear solos, la veía reírse con él en las ocasiones en que los crucé, y quizá fue por eso que me acerqué mucho más a Alex. A pesar de que él no solía tener mucho tiempo libre debido a su trabajo y sus muchos cursos o a su paternidad, e incluso a que salía con chicas, siempre se hacía un lugarcito para mí.

La veía feliz en su amistad con Eric, y no quería interferir, y como solo pensar en ellos me ponía de muy mal humor, terminaba por juntarme solo con Alex.

Con un suspiro, respondí el mensaje.

Yo: Entonces nos veremos el próximo sábado, también te quiero mucho <3

Guardé el teléfono para seguir con mi trabajo, solo me quedaba aspirar la alfombra de la sala de estar. Aprovechaba esos momentos para pensar, y mi mente la ocupó mamá. Ella pasaba mucho tiempo con Bob, habían oficializado su relación y la veía feliz por eso. Sin embargo, incluso así, no podía sentirme del todo feliz por ella porque constantemente mamá fingía ser otra persona, fingía tener otra personalidad, otras actitudes o gustos, para poder estar con él y gustarle. Eso no me agradaba en lo absoluto, todo era una farsa y no era lindo para mí ver que un hombre gustaba de ella solo por aparentar ser otra cosa.

Pequeños sorbos de téDonde viven las historias. Descúbrelo ahora