ciclo

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Me sente nuevamente en mi banco, estaba esperando a que el profe se digne a llegar a tiempo.

Pero como todos los miércoles, el profesor llegaba tarde, siempre nos hacía lo mismo.

—Hola Guada— salude a mi amiga, ella me dio un beso en el cachete y se sento al lado mío —¿Agus?

Pregunte ya que ella normalmente era la que se sentaba conmigo.

—Bueno, eh— dejo las palabras al aire y miro a la puerta.

Yo hice lo mismo, me sorprendi al ver a mi amiga entrando al aula al lado del chico nuevo.

Ellos pasaron por al lado nuestro y se fueron a sentar a unos bancos de distancia de nosotros.

—¿Y eso?— pregunte confundida.

—No se, Agus me contó que le pidió el ig a Valen y de ahí empezaron a hablar— me comentó ella.

Yo asenti y mire para atrás, donde estaban ellos.

Ambos sintieron mi mirada y Agus fue la primera el saludarme, le sonreí y la salude, luego lo miré a Barco e hice lo mismo.

Este sonrió levemente y bajo la cabeza, parecía avergonzado.

Agus lo miro y frunció el ceño, saco la mirada del chico cuando llego una de nuestras compañeras.

—¡Hola! ¿Vos sos el chico nuevo no? ¿Valentin Barco?— pregunto con una sonrisa bastante fingida y Valen solo asintió.

—Te tengo una pregunta, ¿Por que siempre andas con capucha?— pregunto alzando una ceja, ya para este momento había llamado la atención de todo el curso —¿No te bañaste ayer o que onda?

Barco nego —No es eso.

—¿Entonces?— se paro en frente de el, sabía que iba a hacer algo —¿Que pasa Barco?

Detrás de su silla, había otro compañero, el típico chupamedia, pajero como en todo curso.

Este chico se acercó a Valen y alzó su mano para, segundos después, bajarle la capucha al nuevo.

Se escucharon muchas risas por parte de mis compañeros.

¿Pero que les pasaba? ¿A caso nunca habían visto a un colorado?

No era nada del otro mundo, pero parecía que les causaba gracia o algo por el estilo.

—Con razón no querías que te vean el pelo— río la chica —Sos colorado, te entiendo, yo también me esconderia si fuera vos.

Todos reían, Valentín bajo la cabeza y se puso nuevamente la capucha.

Yo me levante y camine atrás de mi compañera.

—¡Ay! ¿Que haces estúpida?— pregunto enojada cuando estire de su pelo desde atrás.

—Ay perdón, es que con todos los colorantes que traías encima, pensé que traías peluca— me puse la mano en el pecho —Pero ahora entiendo porque sos tan tarada, con tanto químico se te quemaron las neuronas, si es que en algún momento tuviste.

Vi su cara de molesta, solo me causaba satisfacción, más aún al escuchar las risas del salón, ahora iban dirigidas a ella.

Mi compañera salio molesta del aula, todos volvieron a lo suyo y yo me acerque a Barco.

—Hola Valen, ¿Estas bien?— el asintió —Déjala, es alta tarada esa mina, no dejes que te joda, ¿si?

El chico asintió y yo sonreí, volví a mi asiento y espere a que venga el profe para que empiece con la clase.

Toco el recreo y me senté en donde siempre con Guada.

Nuevamente, Agus estaba con el colorado, ambos estaban sentados en el pasto, igual a como estaba Barco el día que llego.

No se de que hablaban, se veían felices, reían y se contaban muchas cosas.

—A Agus le gusta— soltó mi amiga, yo solo asentí, era más que obvio.

Me sentía feliz por ella, era mi amiga desde que entre a este secundaria, solo quería que salga con un chico que la merezca.

Aparte mi vista de la pareja, seguí mi conversación con Guada, hasta que volvimos al aula y seguimos con nuestro día.

La profe no había llegado, de nueve, así que teníamos hora libre.

Estaba jugando al truco con Maxi, un boludo de mi salón, lo único bueno de ese pibe, era que sabía jugar bien a las cartas.

—¡Truco!— grito con más emoción que cuando Boca salió campeón.

Negue con una pequeña sonrisa —No quiero.

—La concha de tu madre— dejo las cartas en el mazo y yo me rei mientras lo veía alejarse de mi Banco.

Por la puerta entró una Agus con una gran sonrisa y unos ojos brillantes, se acercó a nosotros.

—Hola, la enamorada— hable mientras acomodaba mis cartas.

—¡No saben!— solto en un chillido —Valen mi invito a la plaza, ¡hoy!

—¿Y si te pide ser su novia?— abrió los ojos mi compañera.

—¿Vos decis?— se escuchaba la emoción en sus palabras.

—Agus, no quiero cortarte el carro— era obvio que terminaria pasando igual —Pero, llevas dos semanas solamente hablando con el, ¿vos decis que te lo pida tan, tan rápido?

Ella se quedó callada, por unos segundos.

—Eso espero, y si no me lo pide el, lo tendré que hacer yo— se encogió de hombros, luego volvió su vista a la puerta —Ahí llegó Valen, las dejo.

Juraría que se fue dando brincos hacia el chico.

Negue con la cabeza, era sumamente ridículo.

—¿Estas bien?— pregunto mi otra amiga.

Yo la mire sin entender al principio, luego entendí y solamente asenti dándole una sonrisa.

Guada paso su mano por mi hombro, en señal de apollo, y volvió a su teléfono.

No me molestaba que Agus esté enamorada de Valentín, se veía buen chico, no parecía querer jugar con ella o algo por el estilo.

Pero Agus es una chica que se enamoraba muy fácilmente.

Los chicos lo sabían, aprovechando eso y que era muy linda, siempre terminaban jugando con ella.

Por mi parte, no hay mucho que decir, es difícil cambiar a una persona, en realidad, es imposible.

Solamente le pedía a la rubia que tenga cuidado, que no se deje llevar, pero siempre terminaba pasando, era algo que siempre seguía pasando.

Lo único que me quedaba hacer era esperar a que todo salga mal y quedarme hasta las cuatro de la mañana consolando a la rubia, viendo películas, chusmeando y comiendo mucha porquería.

Era un ciclo que siempre se repetía.

Esperaba que con Barco fuera diferente.

Colorado | Valentín BarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora