Pasaron unos días desde mi cumpleaños, en el cual mi pareja me dio el regalo más tierno del mundo.
Ese perrito que me regalo, tiene muchos nombres, no solo el suyo, ya que yo me encargo de ponerle muchos apodos cariñosos.
Incluso tiene más que mi propio novio.
Era sábado, por lo cual no tenía que ir a la facultad, así que aproveche este día para estar con mi perrijo.
Yo estaba acostada en el sillón, mirando una película y el cachorro de encontraba durmiendo arriba mío.
No me molestaba que el este ahí, se ve tan lindo y cómodo que no se me paso por la cabeza levantarme a buscar ese vaso de agua que hace media hora quería para tomar.
Puede esperar un rato más.
Mientras mi mirada se encontraba fija en la pantalla mirando una escena de la película, escuché la puerta abrirse. Era más que obvio que era Valen, había vuelto de su entrenamiento, así que nisiquiera volte a verlo.
Primer error.
—¿Amor?— pregunto llegando al lado del sillón, mirándome.
—Hola Val, ¿todo bien en el entrenamiento?— pregunte aun sin verlo.
—Eh si— se quedó callado unos instantes —no me viniste a recibir, como todos los fines de semana.
Bueno, en parte tenia razón.
Tal vez había mal acostumbrado al chico que los fines de semana, como llegaba antes que el a la casa, siempre lo recibía en la puerta, lo abrazaba y le daba un beso de bienvenida.
¿Puede sonar muy jede? Mira, capaz si, pero era algo que no me costaba y nos gustaba tanto a Valen como a mi.
Era más que entendible su confusión ahora.
—Ah si, lo que pasa es que estaba enganchada con la peli y mira— dije señalando un poco abajo mio —el bebe se quedo dormido, no iba a molestarlo.
Mire a mi pareja con una pequeña sonrisa. Aunque el se encontraba medio serio, pero luego me dio media sonrisa y asintió un poco.
—Bueno, yo voy a bañarme... vos quédate con el perro— dijo bajando la mirada a este para luego irse.
Note algo raro en su voz, pero decidí no darle importancia, capaz solo estaba cansado.
La película terminó, así que apague la tele, alze al perrito y juntos fuimos a la pieza, yo me acoste en la cama y el perrito a mi lado.
Ahora el estaba boca arriba, yo acariciaba su panza con una sonrisa, era tan tierno.
Escuche un ruido de tos falsa, mire a al puerta y ahí estaba Valen, con un short, el pelo mojado y una toalla al rededor de sus hombros desnudos.
—¿Ahora tampoco tengo lugar en mi propia cama?— pregunto mirando al perro.
Yo me reí y asentí —es que el gordo ocupa toda la cama.
Solte una risa enternecida cuando el perro soltó un estornudo. Mira a Valen, estaba esperando que venga a la cama y me acompañe a hacerle mimos a nuestro hijo.
Pero frunci el ceño a no verlo en la puerta, se había ido.
Que raro, pensé.
Aunque mi pensamiento fue interrumpido por el perro, ya que se había levantado y saltado de la cama.
Lo mire confusa y me pare para seguirlo, a ver a donde iba, ya que aún no estaba del todo adaptado a la casa.
Mire al cachorro corriendo hasta el sillón, empezó a saltar para tratar se subir, y como aún es chiquito le cuesta subirse por si solo.
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Colorado | Valentín Barco
Fanfiction-¿Pero posta no te gusta nisiquiera un poquito? -No, perdón che, pero los colorados no son mi tipo. iniciado: 22-07-23 publicado: 01-08-23 finalizado: 28-07-24