Colorado | Valentín Barco

loca de las pelis

Me senté en el sillón de la sala y agarre mi compu, entre a internet y me quedé un rato buscando aquello que venía esperando hace días.

—¡Si! Ya salieron— dije para mi misma, pues estaba sola en casa.

Hoy se estrenaban las pelis del mundial, la de la Afa y la de Muchachos, y yo quería ver ambas, en lo posible el mismo día.

Si ya se, me falla algo.

Pero quiero vivir la como se debe, así que entre a la página del cine y saque dos entradas primero para la película de la Afa y luego la otra, ambas la vería con Valen.

—Coco, silencio porfa— pedí aún metida en la pantalla, el perro había comenzado a ladrar y no se callaba.

Luego escuche el ruido de la puerta, Valen ya había llegado, pero aún así seguí con mi búsqueda.

—Hola amor— llego a mi lado y me dio un beso en la cabeza —¿salieron las entradas ya?— yo asenti —¿Cual vamos a ver?

—Las dos— dije volteando a verlo, el me miro con una ceja alzada —¿que? Total, primero vemos una y después la otra.

Barco se río y terminó asintiendo, agarro su bolso de entrenamiento y se fue al cuarto, yo por mi parte, ya había comprado las entradas para ambas películas, pero aún así me quedé en la página para ver otros estrenos.

Hacia mucho que no iba al cine, y de la nada me entraron unas ganas de ver películas en el cine, y por suerte ya tengo entradas para ver las que yo quería.

—Timothée— abrí la boca con impresión al ver el rostro del amor de mi vida en la pantalla, me emocione y entre a la película.

—¿Será...?— dude en si comprar una entrada —la última función ya es a las doce...— mordi mi labio nerviosa, justo empezaba cuando terminaba la película de muchachos —pero Timothée lo vale.

Asenti dandome la razón y elegí para comprar una entrada, pero antes de aceptar, le pegue un grito a mi novio.

—Vaaal, ¡Valen!

El chico salió del cuarto con un short de la selección y sin remera, se estaba secando el pelo con un toalla.

—¿Que?— pregunto llegando a mi lado y sentándose al lado mío.

—Después de la de Muchachos voy a quedarme a ver otra, ¿queres verla conmigo?

Mi pareja frunció el ceño.

—¿Otra más Brisa?

Asenti —es que así no tengo que ir otro día, ¿te compro una entrada o no?

Valen se rasco la nuca y soltó un suspiro, pero igualmente asintió, yo sonrei, nisiquiera tenía que decirle cual era la peli o porque quería verla.

[...]

Al día siguiente, a eso de las nueve de la mañana con Valen ya estábamos en el cine, pero habíamos llegado temprano, la primera función era a las once.

Vinimos antes con la única intención de jugar los jueguitos.

—Gracias— dijo Valen agarrando la tarjeta del Hoyts, me miro y me la extendió —toda tuya.

Yo sonreí como nena chiquita y agarre la tarjeta, comenze a caminar y me acerque al primer juego que llamo mi atención.

Al cabo de una hora creo que ya había probado todos los juegos del lugar.

Ahora estaba jugando al biyar con Val, los dos eramos muy buenos y ninguno tenía intención de perder.

—Valen, vamos a estar acá horas y la peli empieza en media hora— dije pasando por su lado, acomodandome para pegarle a la bola, sonrei satisfecha cuando entró.