Colorado | Valentín Barco

boca es todo para mi

Me llamo Brisa, morí el 4 de noviembre del 2023, mientras veía como Boca perdía otra final de la copa libertadores.

—Brisa deja de ser dramatica— dijo la voz del pelirrojo atrás mio.

—Y acá fue el primer asiento del palco donde me senté cuando formaste parte de el debutaste en el plantel— seque una lágrima falsa —y yo acá me paraba para gritarle al puto del arquero para hacerle mufa.

Seguí hablando con nostalgia parandome frente al vidrio del palco mirando hacia mi único amor.

La Bombonera.

La risa de Valentin me hace voltear a verlo. Estábamos a horas de subir al vuelo para ir a Inglaterra.

¿A los del Brighton no se les ocurrió una mejor fecha que casi el 14 de febrero para que vaya Valen?

En fin, mi novio sabe lo mucho que me va a costar dejar la Bombonera luego de todo lo que pase en este lugar, así que como un mini "regalo" me trajo por última vez en, espero que no mucho, tiempo.

—Bri, mi amor no llores— sonrio un poco acercándose a mi para rodearme con sus brazos —no va a ser la última vez que vamosa venir.

Apoye mi frente en su pecho —pero no vamos a venir todos los findes...

Acaricio mi pelo con su mano y beso mi mejilla.

—Mañana juega Boca, ¿no podía esperar un día más?— me queje.

—Lo vas a ver en el celu.

—No es lo mismo...

Valen acaricio mi cachete y beso mi frente.

Bajamos hacia la cancha y di un par de vueltas, mire las gradas, los palcos desde abajo, el arco.

¿Seré una exagerada? Si, lo más probable. Pero no pueden culparme, irme a vivir a un país que desconozco, con un idioma con el que no estoy familiazado, aunque al menos voy a tener a mi colorado.

Un momento...

¿Mi amiga personal Cami Mayan?

[...]

—No me gustan los aviones, no me traen buenos recuerdos— dije abriendo la cortinita blanca de la ventana a mi lado.

—La última vez qje me subí a uno fue sola y triste— continue hablando sola —ahora sigo sola y triste.

—Gracias por incluirme.

Barco se dio la vuelta y me miro desde el lado de su asiento, tenía una pequeña sonrisa y me miraba divertido.

—No es lo mismo— me queje —san Valentin, juega boca y mi novio esta lejos de mi.

—Son máximo treinta centimetros Brisa no seas exagerada.

Se burlo de mi, yo lo mire mal.

El avión finalmente despego, mire todo el proceso, mirando las nubes y hablando sola mientras me quejaba de estar sola.

Valen de vez en cuando se daba la vuelta y se reía por mi actitud. Me dispuse a escuchar música, durante gran parte del viaje.

—Truco.

—No quiero.

Me queje molesta y tire las cartas sobre la cabeza del colorado —la puta madre colorado trucho.

—Paraaa, hija de puta, mira este maso— agarro mis cartas y abrió los ojos.

—Y encima me decis que no, la concha de la gorra.

Valentin se río por mi actitud y volvió a repartir las cartas.

Los minutos pasaban, a veces lento, a veces muy rápido, se hizo de noche y nos trajeron la cena, no estaba rica, pero me cagaba de hambre. También me dispuse a ver el partido de Boca en la pantallita del asiento.

[...]

Faltarían dos, una, media hora, sentía que no pasaba más, mis viajes anteriores no eran más de unas cuantas horas, tal vez por eso comenze a aburrirme de sobre manera.

—Valen— lo llame.

El chico se sacó su auricular y me miro por el pequeño espacio que dividía nuestros asientos.

—¿Si Bri?

—Feliz San Valentín.

El colorado pareció algo sorprendido, seguramente esperaba que le diga cualquier pavada menos eso. Pero también había recordado que con todo el ajetreo de hoy, nisiquiera le había dicho feliz día a mi pareja.

Valentin sonrió y note como se puso ligeramente rojo.

—Feliz San Valentin mi amor— sonrio y me estiro su mano.

Yo la tome y el chico la agarro y la llevo a sus labios para darle un pequeño beso en el dorso de esta.

—Gracias— dijo soltando mi mano y mirándome.

Yo sonreí —¿por que? ¿Por decirte feliz día?— el nego —¿Entonces?

—Por venir, por acompañarme— dijo mirándome atentamente con ese brillo tan característico en sus ojos, el tono rojizo en su rostro persistía.

—¿Como no te iba a acompañar valen?

Se encogió de hombros —igualmente, me siento contento de que estés acá.

—Vos estas desde el día uno— continuo hablando —y sos la que esta ahora, la única que celebro mis triunfos y lloro mis derrotas.

Lo miraba, sonreí un poco y me reí nerviosa.

—¿Vos me queres hacer llorar colorado?

El se río —estoy aprovechando que no llegas a mi para pegarme o algo.

—Sos muy malo, yo no te pego— me defendí.

—¿Que no? Alta maltratados sos, te llego allá a los reinos unidos y toda esa bola, y me tratas así.

Ambos soltamos una risa y yo me estire amagarle y el se tiro para atrás.

—Te salvaste, por ahora— advertí y lleve mi dedo índice debajo de mi ojo —ojo colorado.

—Te estoy jodiendo amor— me sonrió y apoyo su mentón sobre su asiento —¿me da' un besito?

—No.

—Por fa.

—No Valentin— me cruze de brazos y lo mire con burla.

—Dale, no seas gila.

—¿Que te haces el matias recalt? Mi novio lindo, drogadicto y medio congelado.

Valentin soltó una risa —deja de ver la sociedad de la nueva Brisa.

—Nunca.

—Daleee, bri, amor, dale, porfa, dale.

Yo me reí por su insistencia.

Si se lo preguntaban, si, Valentin es como un nene de diecinueve años.

Me levante un poco y me acerca a mi novio y le di un pico, el me miro y frunció el ceño.

—No esperas que te chape en la mitad del avión ¿no?

—Obvio— dijo sin dudar —que si.