Colorado | Valentín Barco

inseguridades

(Advertencia, este capítulo contiene contenido +18, leer bajo su propia responsabilidad).

Llegamos a la casa y solte un suspiro al entrar al cuarto.

Me quedé parada en el medio de la habitación y solte un suspiro, tapando mi cara con mis manos.

—Dios, que desastre— dije cansada, tratando de tranquilizarme.

No sabia para que mierda me había puesto este vestido, era mala idea, pero con lo bien que me había hecho sentir Valen a la hora de usarlo por primera vez, creí que funcionaria.

Pero no, tenía que llegar Agustina a la cena con el mismo puto vestido.

Y era más que obvio que a ella le iba a quedar mejor, su cuerpo no tiene nada que ver con el mio.

—¿Amor?

Solte otro suspiro cansada al oír la voz de Valen, me sentía mal.

Había arruinado su noche también.

—Te dije que era mala idea el vestido— negué con la cabeza y camine hasta el espejo que teníamos en la pieza —a Agus le queda mucho mejor que a mi ¿a quien quiero engañar?

Mire a través del espejo el rostro de mi pareja, se veía serio.

A pasos lentos el chico se acercó a mí, quedando parado atrás mio. Subió sus manos y las dejo descansando en mis hombros, luego las bajo y con ellas agarro el cierre del vestido, comenzando a bajarlo.

Termino sacándome el vestido, dejándome en ropa interior al frente suyo.

Puede sonar raro, pero era la primera vez desde que empeze a subir de peso que el me veía en ropa interior.

Escuche justo al lado de mi oido un suspiro pesado, la mirada de Valen estaba fija en mi cuerpo a través del espejo.

—¿Te gusta como te vez?— me pregunto, conectando nuestras miradas.

Negué —No.

—¿No? Es una lastima— nego levemente, empezó a subir delicadamente sus manos por mis brazos —a mi si, me encantas.

Trague saliba al escucharlo decir eso.

Nuevamente alzó sus manos, pero esta vez amago con desabrochar mi corpiño, pero lo evite.

—No— volví a negar con la cabeza, nerviosa.

Valen se acercó un poco más a mi, dejando caer su mentón en mi hombro.

—¿Confías en mi?— pregunto en voz baja y lentamente, yo asenti —déjame mostrarte lo que yo veo en vos.

Termine asintiendo y a los pocos segundos el chico desabrocho con facilidad el corpiño, dejándome solamente con la parte baja de mi ropa interior.

Ambos nos quedamos en silencio, mirando mi cuerpo, casi desnudo.

Note como la respiración de Barco comenzaba a acelerarse y de volvía más pesada.

—¿Te gusta?— volvió a preguntar, y una vez más negué. El humedecio con su lengua sus labios y se puso al frente mio.

Sin mediar una palabra, el comenzó a caminar lentamente, logrando que yo retroceda al mismo tiempo.

Sentí el tacto del colchón en la parte trasera de mis piernas.

Aun mirándome a los ojos, Valen comenzó a bajar, quedando de rodillas frente a mi cuerpo.

Note como volvía a soltar un suspiro bajando la cabeza. Luego la levantó y acercó su cara a mi vientre.

Dejo un cálido beso en esa zona y me miraba desde ahí, logrando alterar mi respiración.