Colorado | Valentín Barco

metiendo ideas en la cabeza

Eran las cinco de la mañana, miraba a mi amiga dormir plácidamente de su lado de la cama.

Con cuidado de no hacer ruido, me destape y salí de la cama, camine hasta la puerta y salí de su pieza.

Ayer había llegado a la casa de Guada a eso de las once de la noche.

Ella misma me dijo que le di tanta lastima que le recordaba a un perrito callejero pidiendo techo y comida.

Pero igual me dejo pasar.

Mire por la pequeña ventana que traía su depto, nisiquiera había salido el sol. Igualmente me meti a la cocina y puse la pava para hacer unos mates.

Durante los próximos minutos lo único que hice fue mirar la pava eléctrica hervir el agua al frente mío.

Una vez hervida, agarre el termo de mi amiga y lo pase ahí, puse la yerba y me sente en la pequeña mesa que tenia ahi.

Tome los mates sola y en silencio, pensando en todo lo de ayer, en las posibilidades que existía que Valen haga algo inadecuado.

También aproveche estos minutos de silencio para pensar en otras cosas, a parte del chico.

Ayer había salido de rendir un examen final, y creo que me fue bastante mal, así que lo más probable es que tenga que recursar la materia.

No tuve tiempo de pensar en eso ya que a penas llegue acá, Guada me bombardeo de preguntas, no me quedo otra que contarle todo.

No sabia si estos minutos de completo silencio me habían hecho bien o peor de lo que ya estaba.

Escuche unos pasos a mis espaldas, segundos después Guada se sento al frente mío, yo sebe otro mate y se lo di, los siguientes minutos hablamos entre las dos sobre todo este tema, luego llegamos a la facultad y le conté todo.

—Deberías despejarte Bri— me dijo ella, yo hice una mueca —Podes salir, si queres vamos a un boliche las dos.

Me quedé pensando unos segundos, pero luego negué.

—Bri— me llamo ella.

—Es que, hoy es el cumple del papá de Valen— le comente —Patri me hablo durante toda la semana, quería que vaya temprano así la ayudaba con las ensaladas y la decoración, ya sabes.

Ella asintió entendiendo.

Tampoco me parecía justo dejar de lado el cumpleaños de mi suegro solo porque tengo problemas con el chico.

Le había prometido a la mujer ir y ayudarla, al menos iría para hacer eso y luego me volvería, tampoco quería pasar un mal momento e incomodar a los demás.

Termine de tomar mater y me fui a mi casa de nuevo, no quería cruzarme con Valen, pero ya tenía preparada la ropa que iba a usar hoy.

Abrí la puerta del depto y fui recibida por Coco, me agache y lo salude, mire hacia los lados buscando a ver si estaba acá el chico.

Pero no era así, en parte me sentí más tranquila al saber que Valen no estaba acá.

Camine hasta la pieza y fui a buscar la ropa que había separado para hoy. Me fui a bañar y al salir me cambie, me maquille un poco y salí directo a la casa de los padres de mi novio.

Al llegar toque la puerta y Patricia fue la primera en recibirme con un abrazo.

—Hola Bri, pasa ¿como estas?

—Bien bien, ¿acá como andan?— pregunte siguiéndola hasta la cocina —yo lavo las papas— le dije primero y ella asintió.

—Estamos bien, con tu suegro estamos muy contentos que vengan hoy, hace mucho no se pasan ustedes a saludarnos— me miro acusadora y yo intenta mostrarle una sonrisa.