hablar

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—Ma— la llame bajando las escaleras.

Habían pasando un par de horas desde que llegue de la plaza.

Mi papá y hermano no habían llegado, sabía que después del partido se iban a ir a tomar o comer algo, siempre vuelven tarde.

—¿Que pasa hija?— me pregunto mirándome.

—Me siento confundida.

Ella alzó las cejas.

—¿Vos, Brisa Valetina Gutierrez?— pregunto sorprendida, yo asenti —¿Con que estas confundida?

—Entro un pibe a mi colegio, Valentin, te conté de el.

Ella se me quedo viendo unos segundos, luego asintió acordándose.

—¿El que le gusta a Agus?

—Eh, gustaba— corregi.

—¿Que paso con el?

Le conté todo lo que me habían dicho las chicas, lo que paso hoy y la reacción de Barco.

—¿Que me recomendas ma?

—¿A vos te gusta ese chico.

—No...— dije, pero me quede pensando —No se, no hable mucho con el.

—¿Entonces por que no intentas hablar con el?

—Pero...

—¿Que es lo que te detiene?— me interrumpió —Además de yo ahora que querías hablar.

Reí por lo que dijo.

—No se, hay algo que no me termina de convencer en el.

—¿Es algo malo? ¿Alguna actitud, pensamiento, algo que dijo?

Yo negue —Bueno, voy a ver ma, gracias por ayudarme.

—¿En que la ayudaste ma?— pregunto Franco entrando por la puerta seguido de mi papá.

—¿Me trajeron algo?— pregunte acercandome a mi papá.

—Si, una camiseta de River, ¿la queres?— hablo mi hermano primero.

—Por supuesto que no, me cago de frío— el bufo y saludo a mi mamá —Paa, ¿me trajiste algo?

El asintió y saco de su mochila una bolsa de doritos y una gaseosa, yo sonreí y lo abraze.

—No te entiendo viejo, yo te acompaño a todos los partidos, hago el aguante como todo pibe bien, ¿y vos vas y le compras a esta traidora cosas que sabes que le gustan?

—Lo que pasa es que vos sos un envidioso Exequiel— dije aun abrazada a mi papá —Gracias pa, te quiero mucho.

—Como quieras— rodó los ojos y subió a su pieza.

Yo reí por su actitud de nene chiquito y revise mi celular, me habia llegado un mensaje.

—Ma, pa, hay pillamada en la casa de Agus, ¿puedo ir?

Mi mamá asintió mirando su celular y solo quedaba el permiso de mi papá.

—¿Esa no es la que tiene un hermano mayor?— pregunto desconfiado.

—Nooo, por supuesto que no, además, no me va ni me viene si tiene o no— dije y el asintió dandome permiso —Gracias.

Me acerque a las escaleras, al pasar por al lado de mi mamá le lanze una mirada cómplice, ella alzó las cejas y yo reí.

Obvio que mi importaba el hermano de Agus, esta más bueno que el pan.

Alto, Atlético, castaño, ojos verdosos, buen estilo, buenos gustos de música.

El chabon era perfecto, mi re amor.

Agus sabía de esto, y no le importaba, decía que prefería que yo salga con su hermano antes que cualquier otra rompe hogares.

Lo único 'malo' del pibe, era que era seis años más grande que nosotras.

Pero son detalles menores, ¿verdad?

Prepare mi mochila y me despedí de mi familia, la casa de Agus no quedaba tan lejos, así que fui caminando.

Llegue y ya estaban adentro mis dos amigas, entre y pasamos directo a la sala.

Nos acomodamos con guada en la alfombra y nos pusimos a boludear mientras Agus traía un par de cosas.

—Acá esta todo— dijo llegando con una bandeja con cosas para picar —Bri, amor de mi vida, ¿me vas a buscar las jarras de jugo? Porfi.

Yo asenti, me levante y camine a la cocina.

Agarre la jarra y busque los vasos para que tomemos.

Suspire al ver que los vasos estaban arriba en el estante de madera. Dude si subirme a la mesada para agarrarlos.

Cuando lo estaba por hacer, una voz me detuvo.

—¿Queres robar mi casa?— me di la vuelta mirándolo, el soltó una risa y se acercó.

—Por supuesto que no, ¿me vez cara de chorra?— el estaba por abrir la boca —No respondas.

—Bueno, ¿necesitabas algo?

—Los vasos— señale arriba y el asintió.

Se acercó a la mesada y agarro tres vasos, me los dio y se me quedó viendo, yo me puse nerviosa.

—Gracias— dije apenada y me fui de la cocina —Boluda, no sabes lo que me paso— dije apenas toque la alfombra.

—¿Que?— preguntaron al mismo tiempo.

Yo me di vuelta, fijándome si el chico ya se había ido.

Efectivamente, había subido a su cuarto, así que yo volte y mire al dúo de rubias.

—¿Que hacia Maxi en la cocina?— pregunto Guada, luego cayó en cuando y me miro con la boca abierta —¿Que hacían, con Maxi en la cocina?

—Por lástima, nada— dije y ellas se quejaron —Pero, me ayudo a agarrar los vasos.

—¡Vamos! ¿Viste que ser una enana de jardín si sirve de algo?

—Ay perdón, hablo el poste de luz— dije irónica y Guada río.

Agustina prendió la tele y nos quedamos enganchadas mirando una novela que habíamos encontrado en telefe.

—No entiendo— dije por tercera vez, ellas me miraron mal —Tipo, el chabon que era el jefe de la mafia, se enamora de una chabona que vio por la calle, mueve cielo y tierra para raptarla y que se quede con ella, y ella no lo acepta porque esta enamorada de él pibe más pobre de todo el barrio ¿y el mafioso la mato a ella y al novio? No tiene sentido.

—Son novelas turcas Brisa, no tienen que tener sentido— se excuso Agus.

Termino el episodio y seguimos hablando de muchas boludeces.

Hasta que llegaron al tema que no quería que tocaran.

—Brisa, ¿nos vas a decir que onda con el colo?— hablo primero Agus.

—No hay nada chicas, no porque insisten tanto.

—Es que creo que harían una linda pareja Brisa— comento Agus de nueve, yo negue.

—¿De que no estas segura?— pregunto guada.

—No se, hay algo que no me termina de cuadrar, es raro.

—¿Pero posta no te gusta nisiquiera un poquito?— volvió a preguntar Guada.

Yo negue con la cabeza, tomando de m8 vaso de jugo.

—No— conteste finalmente y ellas rodaron los ojos —perdón che, pero los colorados no son mi tipo.

—Yo no puedo creer que te niegues a conocerlo solo porque es colorado.

—No es solo por eso— dije y ellas me miraron con la ceja alzada —Es solo un factor.

Bromee y ellas rieron.

—Yo digo que le des una oportunidad al Colo.

—Tal vez lo haga— dije mirando al piso.

Colorado | Valentín BarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora