Colorado | Valentín Barco

para mi sos campeón igual

El mundial sub20 ya había comenzado.

Y me atrevía a decir que Argentina estaba teniendo una gran participación.

Aunque creo que más, déjenme resaltar, Valen.

Yo no puedo creer lo que es este pibe. Se que sueno como una loca o una repotera que exagera todo.

Pero no, desde que se entero que era convocado para jugar el mundial, Valen se empezó a exigir mucho más que antes.

Comenzó a entrenar mucho más que antes, perfeccionó sus tácticas y paces.

Se notaba de sobra en la cancha quien sobresalía, era Valen.

O bueno, para mi, el era el mejor.

Partidos de octavos de final, nos tocaba contra Nigeria.

Faltaban unas cuantas horas para que los chicos entren a concentrar.

Así que quedamos en salir a algún lado, aunque en un principio, se suponía que era una cita, entre Valen y yo.

Pero, para nuestra mala suerte, tanto Agus, como Mati, nos habían escuchado, e insistieron en que los dejemos venir con nosotros.

Y como Barco es de azúcar, no le pudo decir que no a sus amigos.

—¿Entramos acá? me agarraron unas ganas de comer unas milas con papa— llamo nuestra atención en cuatro de la selección.

—Uy mal boludo, hace banda no como— lo apoyo Soule.

Giay nego —vivir en Europa te hace mal amigo mío.

Ellos rieron y entraron al local, dejándonos a nosotros atrás.

Solte un suspiro —encima tengo que pagar sus antojos de embarazadas.

Sentí como Barco tomo mi mano y me di la vuelta, quedando frente a frente.

—Perdón amor, yo se que querías que estemos solos— se disculpo, yo sonrei y pase mi mano por su cuello —pero ellos están nerviosos por el partido, bueno, todos y yo también.

—Todo va a ir bien Valu— trate de calmarlo —ustedes están preparados, no tienen que ponerse más nervisos de lo necesario por esto, es un partido más.

El hizo una mueca.

—Es que si perdemos nos quedamos afuera.

No le dije nada, sabía lo tenso que estaban el y sus compañeros.

Era más que entendible, solo son pibes que quieren ganar un mundial, también se sentían presionados por el hecho de que la selección mayor ya había ganado esa tan preciada copa.

Más allá de que sea un mundial sub20, solo los jugadores y nosotros, los familiares de estos más que nada, sentían estas fechas como un mundial más.

Todo mi apoyo estaba completamente dirigido a mi novio, yo más que nadie había visto en carne propia como este pibe de dieciocho años se había matado por su selección.

El y los otros chicos, quieren llenar las expectativas que dejaron los más grandes, por así decirlo.

—Yo te apoyo— fue lo único que me salió decir, pero era sincero —que todo vaya como tenga que ir, ¿si? no te desanimes.

Barco me sonrió un poco, aun luego borro su sonrisa y miro al piso, como si estuviese pensando.

—Veni, tus amigos te están esperando— agarre su mano y lo arrastre hasta adentro del lugar.

—¡Miren quien vino por fin!

—El Barco pollera— se río Soule.

—Déjalos Valu— dije sin mucho interés sentándome en la mesa —te tienen envidia porque ellos están solos, peor que un perro boludo.