el vestido

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Estaba sentada en el sillón, con el celu en mis manos y revisando instagram. Buscaba ponerme al tanto de algunas cosas.

A mi lado Coco estaba durmiendo su segunda siesta del día, panza arriba y a mi lado, ojalá pudiera ser el.

Escuche unos pasos acercarse y la puerta haciendo ruido, me enderece y apague el celu, era Valen.

—Hola mi amor— me sonrió el chico cerrando la puerta detrás suyo.

Yo me levante con una sonrisa y me acerque a abrazarlo, el correspondió y deje un beso en su boca.

—¿Como estuvo el entrenamiento?— pregunte y agarre su bolso de entrenamiento, para llevarlo al cuarto, mientras el me seguia.

—Re cansado no sabes— se tiro en la cama y cerro los ojos.

Me tire a su lado, apoyando mi mentón en su pecho, el abrió un poco los ojos y me sonrió.

—En unos días nos vamos— me recordó y yo asentí —¿ya tenes todo no? ¿boleto, hotel?

Asentí de nuevo —si Val, sabes que lo tengo todo.

—Si lo tenes todo— admitio en doble sentido, sacándome una risa.

Nos quedamos en silencio por un rato, mi novio agarro su celular y se quedo mirando algunas boludeces.

Como estaba recostada sobre el, también lo veía.

Le llego un mensaje de su amigo, entro al chat de WhatsApp y miro su mensaje.

—¿Queres ir?— me pregunto mirándome.

El chico le había mandado un mensaje si quería ir a cenar con una par de amigos más hoy a la noche en palermo.

—Te invito a vos val— dije obvia.

—Y pero el sabe que sos mi novia, así que te invita a vos también— dijo obvio, pero yo seguía dudando, el soltó un suspiro —le pregunto... ¿vez? Dijo que si.

—Nisiquiera vio el mensaje Valen— dije divertida al verlo así de apurado.

—Pero me va a decir que si, dale veni— me pidió en un puchero —no quiero ir solo.

Mire la pantalla de su celu, su amigo ya le había respondido el mensaje.

—¿Vez?— me miro de nuevo y yo me reí —vamoos.

—Bueno— finalmente accedí, el celebro pero yo hice una mueca —no tengo ropa Valen.

El me miro con la boca ligeramente abierta, miro hacia el placar atrás de nosotros y me miro de nuevo, yo me reí.

—Ay dios Brisa Valentina— se quejo tirando su cabeza para atrás, luego se río y me aparto para levantarse de la cama —Dale, vamos.

Frunci el ceño.

—¿A donde?

—Vamos a comprarte algo para la noche— se refrego el cuello candado y salio de la pieza.

Inconscientemente sonreí, a veces me costaba entender como pude conseguir a alguien como el. Sin duda soy la favorita de dios, de otro modo, no sabría explicarlo.

Me levante y me encontré a mi pareja en el living jugando con el perro.

—Coquitoo— lo llamo con cariño alzandolo.

El perro estaba re entregado, con la panza al descubierto, esperando la más mínima gota de atención del colorado.

Podría ser yo tranquilamente.

—¿Vamos?— pregunte llamando su atención, me acerque ellos.

—¿Te diste cuenta de como se llama?

Colorado | Valentín BarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora