caballero

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—Dale boca, boca, boca bocaaaa.

La mujer a mi lado soltó una risa al escucharme gritar como una loca.

—¿Venis a ver a algún hermano o novio?— me pregunto la rubia.

—Un amigo— dije e inconscientemente sonreí al recordar al colo.

—Una pregunta— dijo y yo asentí escuchándola —¿por las dudas vos no sos Brisa, no?

—Si, soy Brisa.

Su sonrisa se agrandó en cuanto dije eso, la mire aun con una pequeña sonrisa.

—Si, sos vos, Valen me dijo que te había invitado— respondió ella, sorprendiéndome —pero el pensó que no vendrías.

Cuando me dijo eso, frunci el ceño.

—¿El pensó eso?— pregunte y ella asintió —bueno, pensó mal, seguro quede re mal con usted, perdón.

—No, nada que ver— me aseguró —pero Valen es así de inseguro siempre.

—¿Como supo que era yo?

No pude evitar preguntarle, ya que me había tomado por sorpresa.

¿Valen le habrá hablado de mi? Era lo más seguro, sino, no sabría quien soy.

—Cuando Valen me dijo que te había invitado, lo obligue a que me hable de vos— dijo divertida y yo me reí —y lo primero que me dijo fue "Brisa tiene una sonrisa hermosa y unos ojos brillantes", solo busque a una chica con una hermosa sonrisa y ojos brillantes, y acá estas vos.

Sentí una ternura inevitable hacia el chico, no solo le había hablado a su propia madre de mi, sino que le había dicho que tenia unos lindos ojos y sonrisa.

—Valu es un amor— dije yo mirando al piso, luego caí en cuenta lo que había dicho, y a quien se lo había dicho, volte a ver a la mujer y la mire nerviosa —no, digo, osea, es un re pibe, se nota que lo crío muy bien.

—Tranquila, entiendo a que te referis.

Solo asenti, en realidad ni yo sabia a que me quise referir, pero prefería dejarlo así.

El partido empezó y yo sonreí al ver al colorado.

Fua.

Si Valen ya era lindo y re fachero normalmente, con la de Boca se pasaba.

Este pibe me quería matar de un infarto.

Sea a propósito o no, la verdad me sorprendió lo bien que le quedaba la azul y oro, su pelo resaltaba y de la buena manera.

Como me podía el colorado.

El árbitro dio por iniciado el partido, y rápidamente Barco tomó un papel muy importante en la formación.

Mentiría si digo que no quede boquiabierta con la forma de jugar de este pibe.

Este chico tiene que ser titular, pero de la primera de Boca.

—No se si estas así porque te parece lindo Valen o te gusta como juega.

Yo volte a verla y sonreí nerviosa.

—¿Se molestaría si creo que es por ambas cosas?— pregunte yo.

El partido continuo, claramente y como era de esperarse Boca ganó, con la participación casi total del colorado.

Salí de la cancha y me quedé junto a Patricia, la mamá de Valen.

—¿Queres venir a comer a casa?— me invito la mujer amablemente.

—No quiero ser una molestia señora— dije avergonzada.

—No es molestia, te invito yo, y no me digas señora, me siento más vieja de lo que soy, decime Patricia.

Yo solo asentí y mire mi celular, sonreí al ver las fotos y videos que le había sacado a Valen, subí un par a mis historias y de paso las subí a una publicación.

La menos intensa yo.

—¿No le estarás sonriendo a algún novio?

Yo alce la vista y sonreí, le mostré el celular y la foto de Valen.

—No es mi novio, pero es algo— admiti yo —no se lo digas a Valu.

—¿Decirme que?

Me di vuelta y mi vista choco con la del pelirrojo, no pude evitar sonreír al verlo.

—¡Mi estrella!— dije emocionada extendiendo los brazos, me acerque a él y lo abrace fuertemente.

—Viniste— dijo, parecía sorprendido.

—Te dije que iba a venir a verte Val— le dije aun abrazada a el.

Nunca había estado así de pegada al chico, se sentía tan cálido y una sensación de seguridad se apoderó de mi cuerpo, calmandome por completo.

Luego caí que la madre del chico nos estaba viendo, así que me separe de él lentamente.

—Che ¿donde termina tu cara y empieza tu pelo?— le dije graciosa al ver como estaba rojo.

Valen no respondió, solo sonrió nervioso bajando la cabeza, luego empezó a caminar en dirección a su madre, ella lo miró feliz y la abrazo, muy tiernos.

—Gracias por venir Bri, ¿nos vemos el lunes?— dijo cuando se separo de su madre, pero yo negue —¿no?— pregunto con el ceño fruncido.

—La invite a comer a casa Valen— se metió su madre y este se dio vuelta a verla —¿te molesta?

El chico luego de unos segundos nego.

Finalmente nos fuimos directo a la casa del colorado, en el camino el me iba hablando de como vivió el partido, como pensaba todos los movimientos para llegar a hacer el gol segundos antes de recibir la pelota.

Si hay algo que siempre admire de los futbolistas era su facilidad y agilidad para pensar tantos movimientos en cuestión de segundos.

—Llegamos— dijo Patricia abriendo la puerta, pasando.

Luego lo seguía Valen, pero este paro en el marco de la puerta y se quedo a un lado, sosteniendola y dejándome pasar, para finalmente pasar el y cerrar la puerta.

No pibe, no me hagas esto.

Espere a que el cerrara la puerta, cuando vi que la mujer se había ido a la cocina, me gire a Valen y me acerque a él con una sonrisa.

—Valen— lo llame haciendo un puchero, el se quedo viéndome —no me podes hacer esto.

El fruncio el ceño —¿hacer que?— pregunto inocente y algo confundido.

Yo me acerque a él, casi pegando nuestros cuerpos, pase mi brazo izquierdo por su cuello y acaricie su nuca.

—¿No te dije que me re puden los caballeros?— pregunte divertida, acercando mi cara a la suya.

—¿Así?

Yo solo asentí, mientras me seguia acercando a él, sentía su respiración acelerarse, aunque no más que la mía, eso seguro, pegue mis labios en su cachete, el cual estaba cálido.

—Me re podes colo, sabelo— le dije y me aleje de el, para ir a la cocina a ayudar a su madre en lo que pueda.

—Dios Brisa— dijo el chico con pecas tirando su cabeza para atrás, soltando un suspiro y pasando su mano por el pelo.

Sinceramente creo que estoy contradiciendo todas mis creencias de que los colorados eran feos.

No feo, simplemente no me gustaban, y me siguen sin gustar.

Pero Valen, ag, no se, Valentin tiene algo diferente, el es especial y por lo que vi hoy en la cancha, en más de una forma.

Espero no cagarla con el.

Colorado | Valentín BarcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora