Colorado | Valentín Barco

decoraciones

Sorbi mi nariz, seque la lagrima que salía de mi ojo.

—Bri, amor ya esta— Valen se sento al lado mío, acaricio mi rodilla, tratando de calmarme.

Yo lo mire y volví a soltar un sollozo.

—Amor, nos vamos a recuperar, solo perdimos un partido— quiso animarme.

—¿Que?— pregunte confundida.

—Que nos vamos a recuperar, solo perdimos este partido.

Frunci el ceño —no lloro por eso, que me importa perder con Belgrano.

—¿Entonces?

Abrí la boca para hablar, pero las palabras no salían.

—Exe se lesionó de nuevo— dije y tape mi cara con mis manos.

Valen soltó un suspiro —Ay amor, me asustaste.

El me acerco a su cuerpo y me rodeo con sus brazos.

—Ya se, no se lo merecia— decía en mi oido, yo asenti —ahora esta en el hospital, cuando se recupere vamos a su casa y lo saludas ¿dale?

Yo solo asentí, me separe del colorado y me quedé mirando al piso.

Sentía la mirada de mi novio, el se levantó del sillón, ya que estábamos en la sala del depto donde vivíamos hace ya semanas.

Vi de reojo como se acercó a una mesita para agarrar su gorra, se la puso y luego agarro las llaves del depto y de su auto.

—¿A donde vas?— le pregunte viéndolo, se estaba acercando.

Estiro su mano para que la agarre, yo lo hice.

—Vamos a distraernos un rato— dijo cuando me levante, yo lo mire para que siga —¿No te parece que el depto no tiene personalidad? necesita ese toque tuyo, vamos a comprar muebles y esas boludeces.

Yo sonreí y lo abrace.

Valen sabe cuando me encanta los diseños de interiores, me paso toda la tarde viendo programas de remodelaciones de casas.

Nos separamos y salimos del depto, entramos al auto, luego de unos minutos llegamos a una tienda enorme llena de cosas para decorar casas.

Entre con una sonrisa en mi cara, atrás mio estaba Valen, solo siguiendome.

Sabía que me había perdido.

—Necesitamos alfombras ¿no Val?— pregunte acercandome a donde estaban las alfombras.

Mire a mi novio, el solo asintió, así me que quede viendo distintos tipos de alfombras.

—Quiero una para la entrada, y después para la zona de los sillones, aunque creo que podemos poner una en el balcón ¿no?

Dirigi mi vista a mi novio, el estaba concentrado en su celular.

Yo hice una mueca y baje las alfombras, solte un suspiro.

Barco quito su mirada del celular, lo guardo y se acercó a mí, pasando su mano por mi cintura.

—¿Cual me dijiste que te gustaba más?— me pregunto agarrando la que tenia antes en mi mano.

—Esta— dije agarrandola, el asintió.

Después pasamos a la sección de almohadones para los sillones, los nuestros traían pero eran muy feos.

—Valu— lo llame y el me miro, ya que estaba mirando una boludeces de decoraciones —cual te gusta más ¿este o este?

Le mostré dos tipos diferentes. El se quedó mirándolas por unos segundos, luego me miro a mi.

—¿A vos cual te gusta más?

—¿A mi?— el asintió, baje la mirada a los almohadones —me gusta este, pero ciento que este combina más con el color del sillón.

Se la estire para que el la agarre, la miro y asintió.

—¿Esta entonces?— pregunto y yo hice una mueca —Para vos ¿cual es más linda?

—Y esta— dije señalando la otra —pero, siento que no combina tanto como esa.

—Llevamos esta— dijo agarrando el que yo le dije, lo mire confundida —Bri, son nuestros sillones, nuestra casa, vinimos acá para que vos compres lo que te guste para que el depto sea más nuestros.

Bueno, tenía un buen punto.

—¿Entonces este?— pregunte mirandolo ilucionada, el asintió sonriéndome.

Estuvimos viendo un par de boludeces más, para poner arriba de la mesita ratona de la sala, algo para el baño.

También encontramos un cuadro de Boca, así que lo agarramos, obviamente, ya veríamos donde colgarlo.

Estábamos en la fila, esperando para pagar.

En estos lugares en la fila ponen cosas chiquitas y llamativas, para que las agarres y las termines comprando.

—Valu, mira— llame su atención —es igualito a vos.

—¿Así?

Asenti y le mostré el llaverito con un muñequito colorado, no se que personaje era, yo no sabía de animes, pero me hacía acordar a mi pareja.

—Lo voy a comprar— dije agarrando el llavero.

Escuche una risa de parte de mi novio, yo le sonreí y pasamos para comprar nuestras cosas.

Cuando llegamos a casa, nos pusimos a hablar de algunas cosas mientras.

Yo le estaba contando acerca de mi parcial en la facultad, cuando lo miro y noto que hace una mueca.

—¿Estas bien?— le pregunte preocupada, el asintió —¿que te duele?

—No, es un golpe que me hice en el partido— se corrió un poco en el sillón, yo también hice espacio entre nosotros.

El alzó su pierna y alzó el pantalón, mostrándome el notable moretón que tenía en su pierna derecha.

—Ay Valen— exclame preocupada viéndolo.

—Estoy bien amor, ya no duele tanto, solo cuando camino un poco— dijo despreocupado —¿a donde vas?

Me pregunto cuando vio que me levante del sillón.

Camine hasta el baño y saque el botiquín, para volver con el.

—Quédate quieto, porque sino te meto la gasa por el ojo— le adverti.

—Que enfermera tan amable que tengo — dijo irónico rodando los ojos.

Yo lo mire mal, pero no le dije nada, solo me encargue de ver con atención su herida.

—No tenes infectado, es solo un moretón— dije alejándome de el —¿te duele mucho?

—Un poco nomas— dijo despreocupado —hoy camine mucho y cuando maneje el auto hice mucha fuerza me parece.

Mire mal a mi novio —¿y por que no me dijiste? lo dejábamos para otro día, hoy tenias que descansar entonces.

El nego —no, quería sacarte a algún lado para que despejes tu cabeza de la lesión de Exe, la facu, la final. Todo eso te hace mal a la cabeza Bri, por eso después andas con dolores de cabeza.

—Bueno si— admiti —pero este moretón es grande, debiste decirle al cuerpo medico, así te ayudaban.

—Es que no es nada amor— me calmo, bajando su pierna —me duele un poco ahora, solo tengo que descansar un rato y se me pasa.

Yo aprete los labios, desconfiada.

—Estoy bien, tranquila.

—Estoy tranquila— lo dije más para tratar de convencerme a mi misma.

Valen soltó una risita y se acercó a mí, para darme un picó en los labios.