Aurora heredera de la mafia. © Libro 2. ( TERMINADO / +21) "Almas Corrompidas"

✨️CAPITULO 2

CAPÍTULO 2.

Alex:

Giro sobre mi espalda y estiro mi mano, para tomar mi celular, de la mesita de noche. Son las cinco de la madrugada. Apago la alarma antes de que suene y pese a que no dormí mas de tres horas, me pongo de pie, para alistarme para el trabajo.
Dormir de corrido más de tres horas es un privilegio que no tengo, desde la muerte de mis padres. He probado de todo, desde pastillas para conciliar el sueño, hasta hacer ejercicio,. Incluso tener sexo antes de dormir.

«Nada funciona.»

Simplemente mi cerebro no tolera dormir más de tres o cuatro horas por día. Y después de un tiempo, me acostumbre a eso.

Mis pies descalzos se mueven sobre el frio de la cerámica, mientras entro al baño. me quito el bóxer y meto mi cuerpo debajo del agua fría, dejando que el frío del agua sobre mi piel teñida de tinta, active mis músculos.
Cuando termino de ducharme, me visto con una playera básica negra y unos jeans del mismo color. Me cuelgo la cadena con la placa, que me identifica como agente del FBI y camino hacia la cocina donde enciendo la cafetera, y al cavo de unos minutos el café está en el punto exacto que me gusta, lo bebo de pie junto al fregadero, mientras leo el resume de las noticias en mi celular.

Cuando termino, lavo la taza y la guardo en su sitio. Recorro con la mirada el espacio, confirmando por tercera vez que todo está en orden.

«Detesto el desorden»

Algunos lo llaman, TOC. (trastorno obsesivo compulsivo).
Yo lo llamo simplemente, orden.
Tomo las llaves del auto, introduzco la clave activando el sistema de seguridad y salgo con dirección al estacionamiento.

El edificio de mas de veinte pisos y ventanas espejadas, me recibe a las 06:00 am, cuando bajo del coche y me dirijo con dirección hacia el ascensor.

En cuanto pongo un pie en la oficina, lo primero con lo que me encuentro es con la mirada molesta de Tomas, que desvía los ojos de su escritorio hacia la oficina del capitán y luego hacia mi cuando nota mi llegada. Poniéndose de pie y caminando a toda prisa, deteniéndome cuando me dirijo a la oficina de mi superior.

—¿A donde vas? No quieres entrar ahí. ¡Créeme! El capitán está de un humor del infierno.—Me advierte y arrugó el ceño confundido.

El sonido de algo que se rompe dentro de la oficina seguido del gruñido furioso del capitán me hacen arquear una ceja y llevar la mirada nuevamente hacia la puerta de la oficina.

—¿Que carajos paso? —Pregunto.

—¿Es que nunca te enteras de nada? —Me reprocha mi colega mientras me aparta a un lado cuando la secretaria pasa a toda prisa con una enorme caja de cartón en sus brazos, con dirección a la oficina donde los alaridos no cesan.

—¿Recuerdas la operación "Mar rojo"? —Pregunta y asiento.

—La de "la calle 19", si. ¿Que con eso?

—Bueno, todo se fue por el cañón, parece que alguien se nos adelanto. —Dice el y mi ceño se junta.

—¿Que significa eso? ¿Como que "alguien se nos adelanto"? —Pregunto ya molesto.

¡El jefe dijo que me pondría a cargo de ese operativo! Si lograba atrapar al cabecilla de la pandilla, que estaba distribuyendo esa porquería en las escuelas de la zona podría obtener el ascenso, que tanto he estado esperando.

Aparto a Tomas y me zafó cuando intenta tomarme del brazo otra vez, paso a su lado furioso y sin anunciarme, entro a la oficina del capitán.

—Rossi... ¡no estoy de humor! —Ladra tan pronto me ve, pero lo ignoro, cerrando la puerta tras mi espalda y tomando asiento en la silla frente a su escritorio.