Aurora heredera de la mafia. © Libro 2. ( TERMINADO / +21) "Almas Corrompidas"

✨️CAPÍTULO 29

CAPÍTULO 29

Aurora:

Detengo el motor de mi ducati frente al lujoso edificio y alzó la vista, observando el lugar antes de quitarme el casco. Recorro la calle con la mirada y suspiro cuando me bajo de la motocicleta y camino con dirección a la entrada principal. Doy varios pasos decidida, pero a mitad de camino me detengo, cuando mi corazón comienza a martillar con más fuerza. Y trago el nudo que se forma en mi garganta mientras mis manos sudan. Dudo y por un momento vuelvo a mirar por encima de mi hombro hacia mi motocicleta, con intenciones de largarme.

«Quizás solo estoy exagerando, quizás... » Bufo molesta, cuando no encuentro más excusas para marcharme y olvidar el asunto. Las palabras de Alex anoche fueron claras, y encendieron todas mis alarmas.

El dijo: -"Aurora podría sospechar"-. Está claro que algo oculta, lo que no sé, es si quiero saber que es o permanecer en la ignorancia, en ocasiones no saber duele menos, pero... «Vamos Aurora; Tú no eres ninguna cobarde. »

Vuelvo la mirada al edificio con el ceño fruncido, tengo miedo.
Por primera vez en mucho tiempo tengo miedo, porque no sé con qué me voy a encontrar una vez que entre allí y sé que si descubro que el me está mintiendo, perderé toda la confianza que le tengo, especialmente porque le di la oportunidad de ser sincero.

Aprieto los puños y vuelvo a dudar, porque pese a que las palabras de Alex son sospechosas, aún lo es más que un extraño me guíe hasta aquí, con quien sabe que intensiones.

Estoy a punto de voltearme cuando mi teléfono suena y lo saco para leer el mensaje que me hace alzar las cejas, sacar mi arma y barrer el lugar con la mirada.

Desconocido: "APARTAMENTO 205, LA COPIA DE LAS LLAVES ESTAN DETRÁS DEL EXTINGUIDOR".

El maldito me está observando y estoy tan segura de que está disfrutando todo esto, como de que sabía que iba a venir.

Guardo el celular en el bolsillo trasero de mis pantalones de cuero y con el arma en la mano vuelvo a retomar mi andar hacia el edificio, dispuesta a terminar con esto de una vez. Evado al portero que sostiene un periódico del día de ayer cubriendo su cara y me dirijo a la zona de las escaleras. -No puedo darme el lujo de encerrarme en un ascensor y convertirme en presa fácil-.

Con cada paso que doy y cada escalón que subo, mi corazón da un brinco, mis manos están sudadas y mi mente es un desastre en este momento, imaginando todos los escenarios posibles y por haber. No sé qué diablos voy a encontrar aquí, tal vez Alex tiene una familia, una esposa hijos y está jugando conmigo. -No lo se- pero sea lo que sea, estoy segura de que no me gustará. De otra forma un desconocido no se tomaría tantas molestias para atraerme hasta aquí.

Estoy a punto de subir otro piso cuando mis ojos se detienen sobre la puerta negra con pestillo plateado que tiene el número 205 estampado en ella. Paso saliva y volteo en busca del dichoso extinguidor que encuentro al otro extremo del descanso de la escalera.

Camino hacia él y meto la mano detrás, buscando las llaves que al inicio parece que no estan, pero las encuentro cuando escarbo más abajo y mis dedos al fin enganchan el aro del llavero.
Ya con las llaves en la mano y el corazón latiendo descontrolado en medio de mi pecho me aproximo a la puerta. Por un instante las náuseas me toman y respiro ondo tratando de calmarme. Introduzco la llave y la cerradura cede al instante, la puerta se abre y observo el lugar desde mi sitio sin poner un pie dentro.

Este lugar es completamente diferente al apartamento en el que estuve hace rato con Alex, este es más lujoso y espacioso, tal y como lo es cualquier otro Pent House moderno. Tiene pisos de porcelana negro, está rodeado por ventanales de vidrios ahumados, y todo es demasiado lujoso en comparación al modesto apartamento donde estuve hace tan solo unas horas. Doy un paso al frente y levanto la vista al techo al momento en que la luz se enciende automáticamente, cuando entro al comedor.