Aurora heredera de la mafia. © Libro 2. ( TERMINADO / +21) "Almas Corrompidas"

✨️CAPÍTULO 4

CAPÍTULO 4.

Aurora:

—Me dirás o no? —Pregunto, golpeando con mi codo el brazo de mi hermano, que camina a mi lado, una vez nos adentramos en las pistas de carreras en la parte sur de Nueva York.

«Papá dijo que yo me encargara, nunca mencionó que no podía acompañarme.»

—¡Ya te dije que no fue nada! —vuelve a repetir lo que ya había dicho antes y pone los ojos en blanco cuando me paro frente a él deteniéndolo.

—¿Nada? Hiciste estallar su auto de dos millones de dolares... ¿Y me dirás que fue por nada? —Digo, alzando una ceja.

Bufa y se toma el puente de la nariz.

Solo le faltan unos días para cumplir diecinueve años y parece más viejo que mi padre, con ese mal humor que se carga.

—¡Lo hice, porque se me dio la gana. No me agrada Sullivan, eso es todo. —Miente descaradamente y asiento.

—Bien... ya que tu no me lo dirás, tendré que preguntarle directamente a Oscar. —Murmuro y volteo en dirección a mi motocicleta.

—¡Bien! ¡Tu ganas! —Masculla entre dientes y sonrió mientras me giro nuevamente en su dirección.

—Te lo diré, pero si enloqueces te encadenare al sótano. —Amenaza y frunzo el ceño.

—Okey... ¿así de mal? —Pregunto sorprendida y el aparta la mirada cuando habla.

—Escuche a Oscar decir que su padre, pediría en su nombre tu mano a nuestro padre. Y que cuando se casara contigo, te sacaría de la organización. Que el lugar de una mujer era la cocina y que no toleraría que su esposa fuera una fácil que se la pasa rodeada de hombres como una zorra.  —Tensa la mandibula y mis cejas se alzan hasta el cielo, mientras que la rabia me calienta las venas.

—¿Cuanto C4 se necesita para volar su apartamento? —Pregunto y mi hermano frunce el ceño.

—¡Déjalo! De todos modos papá les dijo que se fueran a la mierda y que no le daría tu mano, ni a él ni a nadie.

—Papá, lo sabia? —Pregunto asombrada.

—¡Claro que si! ¡Liam Sullivan ha insistido con eso desde hace más de un mes! Malditos Idiotas... ¿Piensan que aun estamos en la maldita edad media o que mierda? Pedir tu mano... que idiotez. —Gruñe mi hermano haciéndome reír. Sebas no es celoso, o eso creo. Pero si es muy sobreprotector, conmigo como con mamá.

—De todas formas, vete con cuidado, Oscar no es de fiar. —Me advierte, lo que ya sabia. —Aunque si se casaba contigo... probablemente no pasaría ni la noche de bodas que acabaria con un balazo en la frente. —Se burla haciéndome soltar una carcajada.

«Y probablemente tenga razón, porque lo mataría camino al altar, antes de terminar casada con alguien como Oscar Sullivan.»

Estoy a punto de hacer otro chiste pero un sujeto calvo, con un enorme tatuaje de dragon en su cabeza y de al menos dos metros de altura me interrumpe.

—Los muchachos de allá, dicen que tu eres quien esta a cargo. —Habla y encojo uno de mis hombros.

—Supongo que si ellos lo dicen así debe ser. —Respondo y el tipo asiente.

—¡Bien! Mi colega de allí quiere competir. —Señala a un sujeto con chaqueta de cuero y botas de combate, que permanece recostado sobre su motocicleta, con el casco puesto, mirando en nuestra dirección.

—¡Son dos mil grandes para entrar a la carrera! —Digo apartando la vista del hombre de la motocicleta.

—¡El dinero no es problema, pero el solo correrá contra los mejores! —Afirma entregándome un fajo de billetes y desvió la mirada al misterioso competidor.