Aurora heredera de la mafia. © Libro 2. ( TERMINADO / +21) "Almas Corrompidas"

✨️CAPITULO 25

CAPÍTULO 25.

Aurora:

Sus dedos acarician la piel de mi hombro con delicadeza y me acurrucó más a el, recostando mi cabeza contra su pecho, sintiendo como late su corazón. Se siente... bien, estar entre sus brazos se siente... demasiado bien y me recriminó mentalmente por permitirme quedarme en lugar de marcharme luego del sexo.

No quiero complicar lo que tenemos, sea lo que sea que tengamos.
Pero con el, todo ha sido diferente. El hecho de que se haya interesado en mi desde el primer momento y no en mi familia, ni en quien es mi padre, me hace sentir... única.

Por primera vez soy protagonista, por primera vez, no soy la hija de..., no! Solo soy yo misma, solo Aurora. Y que el me haya visto a mi por sobre todo, es algo que me llena de una emoción desconocida, que me gusta tanto como me abruma. Porque yo no se hacer las cosas a medias, no se querer a medias y cuando lo hago... soy capas de todo por los que quiero.

Alex se ha metido en mi corazón poco a poco, lo que es emocionante y aterrador, por partes iguales, porque cuando le das acceso a alguien de llegar allí, les das el poder de lastimarte,de destruirte si quiere. Bajas las defensas y te vuelves vulnerable, y luego de eso, ya no hay vuelta atrás.

Suspiro y Alex besa la parte superior de mi cabeza, sonrió como idiota mientras dibujo con mi dedo círculos sobre uno de sus pectorales perfectamente marchados.

-¿En que piensas princesa?-apregunta con su voz ronca sobre mi cabeza.

-En todo... y en nada.

-¡Aja! Que profundo. -Dice y río mientras me volteo y apoyo mi mentón sobre su pecho para observarlo.

-Dime... ¿en que piensas tu?

-¿Yo? -finge pensarlo con su mano acariciando su barbilla, lo que lo hace ver extremadamente sexy.

-Yo pienso... que eres la mujer más hermosa que ha pisado esta tierra. -Afirma y chillo cuando me gira dejándome debajo de su cuerpo.

-¡Eres un loco! -Me río y el deja un beso rápido sobre mis labios.

-Puede que lo sea, pero no miento. Eres la mujer más hermosa que jamás he visto.

Sus ojos se clavan en los míos y sostengo su mirada, hasta que su frente recae contra la mía y cierra los ojos soltando un suspiro. Lo tomo por la nuca y lo acerco a mis labios, el me corresponde y sus manos comienzan a deslizarse por mi cintura, sin apartarse de mis labios y sonrió en medio del beso, cuando siento su dureza contra mi, el suelta mis labios y tiro el cuello hacia atrás cuando comienza a besar mi barbilla bajando por mi cuello, dejando un rastro de besos húmedos que se dirigen a una velocidad tortuosamente lenta hacia mi pecho.
Un gemido se me escapa y gruño cuando el sonido insistente de mi teléfono sobre la mesa me obliga a extender la mi mano y responder, mientras Alex no deja de besarme.

-¿Si? -Carraspeo cuando atiendo, sin siquiera mirar quien esta del otro lado de la línea.

-¡Aurora Rinaldi D' Angelo!-Protesta la voz molesta de mi padre al otro lado de la línea y trato de enderezar el cuerpo pero Alex me sostiene del cuello empujándome hacia atrás, con una sonrisa pícara en sus labios y sus ojos azules clavados en los míos, mientras acuna uno de mis pechos con su otra mano y pasa la lengua por mi pezón antes de chuparlo. Trato de apartarlo pero el usa su otra mano, aprisionando mi muñeca contra el colchón y vuelve a sonreír, suelta mi cuello y hace un gesto con su dedo anular sobre sus labios indicándome que haga silencio.

-¡Es mi padre! Y esta molesto. -Susurro para que pare, pero el se encoje uno de sus hombros como si le importara un carajo.

-Entonces no hagas ruido princesa, no querrás que te escuche gimiendo mi nombre ¿verdad? -Estoy a punto de protestar pero la voz que insiste del otro lado de la línea me lo impide.